Investigación: murió un hombre mientras andaba en bicicleta en el circuito KDT y no había médico para atenderlo
Sucedió el sábado pasado, cuando Jorge Horche sufrió una descompensación; el gobierno porteño confirmó que el personal de salud estaba de licencia y el responsable del parque, ausente; inició un sumario administrativo
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El sábado pasado, en pleno entrenamiento dentro de la pista de ciclismo KDT del Parque Manuel Belgrano, ubicado en la Costanera Norte y bajo la órbita del gobierno porteño, el deportista amateur Jorge Horche sufrió una descompensación producto de un paro cardiorrespiratorio y falleció. El hombre de 60 años, vecino del barrio de Boedo y padre de dos hijos, fue asistido enseguida por un grupo de ciclistas; entre ellos, un médico y un kinesiólogo, que –según narran su familia y un testigo del hecho– comenzaron de inmediato a practicarle maniobras de RCP.
Jorge Ascani, amigo de Horche y uno de los deportistas que se encontraba en el lugar, y Florencia Horche, hija del hombre fallecido, denunciaron en las redes “fallas por todos lados” y culpabilizaron a las autoridades por la ausencia tanto del médico de guardia como del encargado del parque. También la falta de un desfibrilador en la enfermería, la cual se encontraba cerrada bajo llave.
“Hubo una desidia y falta de protocolo impresionante. Fue desesperante”, afirma a LA NACION Ascani, quien dice ser amigo cercano de Horche, a quien conoció por el ciclismo, desde hace ocho años.
Desde la Secretaría de Deportes de la ciudad de Buenos Aires se ha iniciado un sumario administrativo a los efectos de “establecer las responsabilidades que pudieran existir, toda vez que el personal responsable del parque se había ausentado sin aviso de su puesto de trabajo”.
El principal reclamo de los ciclistas y de la familia de Horche es que, siendo un sábado, la enfermería del KDT estuviera cerrada y sin personal de la salud a cargo. “Los sábados está abierta y hay un médico o una médica de guardia. Ha intervenido decenas de veces cuando hubo accidentes o situaciones en las que se los requirió. Pero ese sábado no estaba”, sostiene Ascani, que entrena en el lugar hace aproximadamente 20 años.
Recuerda la situación como “un enorme caos”. “Cuando me enteré, fui corriendo al lugar de la pista donde estaba Jorge y ya había muchos ciclistas; uno de ellos, médico, y otro, kinesiólogo. Para entonces ya habían llamado a la ambulancia”, detalla. Los dos especialistas pidieron que les acercaran un desfibrilador externo automático (DEA), por lo que un grupo de ciclistas fue hasta la enfermería, pero la encontraron cerrada, recuerda Ascani.
“El médico no estaba. La gente de mantenimiento y seguridad no tenía llave de la enfermería. Los ciclistas, entonces, fueron corriendo al ingreso del parque, donde te cobran la entrada, y solicitaron ayuda. El encargado del parque tampoco estaba. Los de seguridad terminaron rompiendo la cerradura de la puerta de la enfermería y, cuando lo lograron, vieron que la caja del desfibrilador estaba vacía –describe el ciclista–. Yo estaba haciéndole RCP a Jorge así que era todo muy desesperante, porque entre los primeros 3 y 5 minutos ya empezás a perder posibilidades de recuperación. Había que aplicarle el desfibrilador, pero imaginate lo que fue buscar un desfibrilador por todo el predio de KDT”.
Expresa que el personal del lugar y el grupo de ciclistas finalmente encontraron un DEA en una oficina administrativa, que llegó no antes de los 20 minutos. “No había nadie en rol de encargado de la situación. No había un protocolo de emergencia y, si lo había, no funcionó. Nadie se presentó para poner las cosas en orden y decir dónde estaba el desfibrilador”, afirma.
La hija de Horche compartió la secuencia de hechos en su cuenta de X y la publicación se hizo viral. “Vos que estás leyendo esto, sin ser un especialista en el tema, ¿podés decir lo que falló? Eso mismo es de lo que deberían hacerse cargo las autoridades responsables para que esto que es evitable, no vuelva a pasar nunca más. Queremos una respuesta de las autoridades, que, nomás a priori y a las claras, hacen caso omiso de la reglamentación de la ley N° 27.159″, escribió, haciendo referencia a la norma que establece la obligatoriedad de contar con desfibriladores automáticos en lugares públicos.
El comunicado enviado por el gobierno porteño ante la consulta de LA NACION sobre lo ocurrido en el KDT afirma que “el personal médico asignado en el parque se encontraba de licencia ese día”. También confirmaron que el responsable del parque no se hizo presente en el lugar, razón por la que iniciaron un sumario.
La Ciudad informó, a la vez, que los exámenes realizados durante la autopsia constataron que Horche “tenía una cardiopatía hipertrófica, lo que significa que su corazón está aumentado en tamaño y peso, y la causa del fallecimiento fue una muerte súbita”. Su familia dijo que el hombre no estaba al tanto de esta situación y que no había tenido antecedentes.
Mientras que Ascani y la familia de Horche denunciaron que la primera ambulancia del SAME tardó 35 minutos en asistirlo, desde el gobierno porteño sostuvieron que el tiempo fue de 13 minutos. “El personal del SAME recibió el primer llamado a las 13.17 y arriba el primer móvil al parque a las 13.30. Un segundo móvil del SAME arriba a las 13.31. A partir de allí, continúan las maniobras de resucitación durante 30 minutos sin éxito. A las 14.10 se retiraron del lugar luego de constatar el fallecimiento de esta persona”, dice el comunicado emitido.
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