Ciudad: la ilusión de los alumnos de volver al aula para reunirse con amigos
La incertidumbre fue constante y duró siete meses. Cada vez que finalizaba un nuevo plazo de la cuarentena obligatoria por Covid-19, los alumnos de último año de primaria y secundaria aguardaban con ansias la llegada del siguiente anuncio presidencial, con la esperanza de que incluya el retorno a las aulas. Pero las fechas estimadas siempre se aplazaban y, con el pasar de los meses, muchos abandonaron la ilusión de poder terminar su escolaridad junto a sus amigos, compañeros y docentes.
Esta semana, tras los anuncios del regreso escalonado a las escuelas porteñas, primero, de estudiantes de quinto año, y en una segunda etapa de los de séptimo grado, los alumnos consultados por LA NACIÓN dicen que recuperaron la esperanza de poder cerrar el ciclo lectivo de manera presencial.
A partir del martes próximo y de manera progresiva, el gobierno porteño espera que alumnos de unas 39 escuelas públicas, 13 técnicas y 328 privadas, todas de nivel secundario, puedan comenzar las clases. Como dijo a LA NACION la ministra de Educación de la ciudad, Soledad Acuña, la idea es que los alumnos de séptimo grado puedan empezar a partir del 19 próximo. Las fechas son estimativas, y en el caso de los colegios privados, dependen de la voluntad de las mismas instituciones, indicaron fuentes del Ministerio.
"Mis amigos mandaron la noticia de que quizás podríamos volver al grupo de WhatsApp, pero nadie festejó. No queremos hacernos más falsas ilusiones -comenta Catalina Fernández, de 17 años, quien estudia en el colegio San Francisco Javier. Ayer, recibió un mail de la institución, en donde los directivos aclararon que las clases no volverán el martes que viene, pero que ya están intentando conseguir la aprobación del Ministerio de Educación porteño cuanto antes.
Uno de los principales anhelos de Catalina es poder volver al colegio aunque sea unas pocas semanas, para cerrar de manera presencial y consciente su etapa escolar. "La última vez que fui al colegio fue un día completamente normal, sin sentimiento. Pensaba que la cuarentena iba a durar 15 días" recuerda, desde su casa. Su buzo de egresados está doblado en su ropero hace siete meses. Lo usó las dos primeras semanas de clase, antes de que empezara la cuarentena. Ella y sus amigos no se lo querían sacar a pesar de que era marzo y no se precisaba más abrigo que una remera.
"Me gustaría tener mi último día sabiendo que es mi último día, pasar tiempo con mis amigos, crear anécdotas de nuestro último año en el colegio", expresa Catalina.
Según voceros del Ministerio de Educación porteño, cada institución educativa podrá definir la frecuencia y duración de las actividades escolares, pero todas tendrán que cumplir con una serie de requisitos obligatorios. Por ejemplo, las escuelas deberán conformar grupos de hasta 10 personas, preferentemente al aire libre. Los grupos estarán integrados siempre por los mismos estudiantes, quienes podrán asistir a la institución entre dos y cuatro veces por semana.
Las actividades que se realizarán serán de acompañamiento educativo, e incluirán apoyo escolar, recuperación de contenidos, tareas de revinculación y actividades ligadas a cuestiones emocionales.
"Me emociona mucho la idea de poder volver al colegio. Extraño a mis amigas y hasta a los profesores. Tengo ganas de abrazarlos a todos", dice, en un tono alegre y esperanzado, Sofía Samoczko, de 12 años. El año que viene, ella y sus mejores amigas del Instituto Platerillo -Lara, Malena y Lucila- estudiarán en secundarias distintas y lamenta no haber podido compartir su último año de primaria junto a ellas.
"El tema social es muy importante a esta edad, más de lo que ellos piensan. Por eso me encanta la idea de que vuelvan, aunque sea unos meses", opina Silvana D'Agostino, la madre de Gael Lapeyre, de 13 años, quien cursa séptimo grado en la Escuela 30 Granaderos de San Martín. Desde que comenzó la cuarentena, su hijo y sus amigos se comunican entre ellos a través de juegos de internet, pero, según su madre, carecen de la socialización que necesitan.
Unos de los primeros en volver a la presencialidad serán los estudiantes de las escuelas técnicas de la ciudad. Según afirman Daniel Álvarez y Juan Leonardi, dos estudiantes de sexto año de la Escuela Técnica N°27, especializada en Química, sus expectativas con respecto a la vuelta a la escuela distan de las de los adolescentes que estudian en otro tipo de secundarias. Según dicen, los estudiantes de sexto año de escuelas técnicas perdieron las prácticas profesionalizantes, necesarias para obtener el título técnico.
"Tendríamos que haber estado desde abril hasta noviembre en el laboratorio, aprendiendo a hacer productos de limpieza, comestibles y muchas cosas más. Pero no pudimos ir ni una sola vez", cuenta Álvarez, de 18 años, quien quiere estudiar ingeniería química en la Universidad de Buenos Aires (UBA). El colegio les informó que a partir del martes podrán empezar a ir en turnos a la planta piloto de la institución, en donde realizarán sus prácticas de laboratorio. Las prácticas durarán hasta diciembre y, una vez finalizadas, se les entregará el título de técnico químico.
"Fue un año perdido. Nos enseñaron por zoom la parte teórica de los experimentos, pero por más que lo leyéramos, no los entendíamos. Realmente necesitábamos estar en el laboratorio para aprender", afirma Juan, quien quiere estudiar ingeniería civil en la Universidad Técnica Nacional (UTN).
Más allá de las escuelas técnicas, la mayoría de los colegios secundarios de Capital Federal todavía no tienen una fecha definida para el comienzo de las clases presenciales. Muchos establecimientos privados, por ejemplo, se pusieron en contacto con sus alumnos apenas se supo sobre las novedades de la vuelta a las clases de esta semana, para aclarar que la fecha aún es incierta y que los mantendrán al tanto de las novedades. Para abrir sus puertas, los colegios de gestión privada deben obtener la aprobación del Ministerio de Educación, a través de la Dirección General de Educación de Gestión Privada. Para ello, tienen que demostrar que cumplen con las pautas establecidas en el protocolo.
"El Mallinckrodt nos mandó mail el viernes, diciendo que ya presentaron su protocolo y están esperando a que se los aprueben -informa Clara Grondona, de 18 años, quien estudia en esa institución-. Es difícil pasar tantos meses con la incertidumbre de si volvemos o no". Lo que más lamenta -más allá de haber tenido que suspender su viaje de egresados a Ushuaia- es haber perdido lo cotidiano, el día a día de su quinto año. "Cuando era chica miraba cómo se divertían las de último año y quería ser una de ellas. Disfrutaban hacer todas las actividades del año por última vez y se despedían de a poco del colegio".
Regreso a clases en la provincia
En la provincia de Buenos Aires, se estima que el regreso de los primeros alumnos ocurrirá de manera progresiva a partir del lunes 19 de octubre, según informaron fuentes de la cartera educativa provincial. La fecha exacta la definirá cada uno de los distritos a los que se les permita elaborar un protocolo para el cierre presencial del ciclo lectivo, aquellos con riesgo epidemiológico bajo.
Estos municipios -por ahora, 24- podrán habilitar la apertura de los colegios para todos los grados y años, de manera escalonada y parcial. Estos son: Chivilcoy, Daireaux, Saavedra, Bragado, Tres Lomas, Lobos, Lezama, Salliqueló, Alberti, General Lavalle, Adolfo Alsina, Monte Hermoso, 9 de Julio, Puán, 25 de Mayo, Tordillo, Guaminí, Monte, General Lamadrid, Rauch, Florentino Ameghino, Carlos Tejedor, González Chaves y Chascomús.
Según informaron fuentes del ministerio, se convocará primero a los estudiantes que necesiten fortalecer la continuidad pedagógica. Dentro de este grupo, los alumnos de último año de primaria y secundaria serán quienes tengan la prioridad. Después, en una segunda etapa, se comenzará a convocar de manera escalonada al resto de los estudiantes.