Coronavirus. La Ciudad confía en sus datos y no prevé cambiar la metodología
Los números oficiales de contagiados y fallecidos a causa del Covid-19 estuvieron en la mira en varias oportunidades durante la pandemia, pero en los últimos días la controversia fue mayor cuando se admitió que en la cifra diaria de muertos se incluían decesos correspondientes a meses atrás. El impacto de la medida que ayer anunció la provincia de Buenos Aires, al unificar las bases de datos, sembró aún más dudas.
En este escenario, la Ciudad de Buenos Aires se mantiene con cautela y segura sobre los procedimientos que están llevando adelante, tanto en el sector público como en el privado. Y aunque admiten que puede haber retraso de algunos días en la carga de datos, descartan por completo que sea similar a lo que ocurrió en territorio bonaerense, donde el cambio provocó un salto notable en la cantidad de víctimas, con más de 3500 que fueron incorporadas el viernes para llegar a las 12.566 en los 135 distritos de la provincia.
"Con el desafío de medir la pandemia en tiempo real, comenzamos a utilizar información proveniente de tres bases de datos: el Sistema de Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), el Sistema de Registro de Camas (Sigec) y el Registro de las Personas que elabora los certificados de defunción en forma digital", dijo ayer el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán. La metodología de trabajo consiste, desde ayer, en cruzar las tres fuentes de información para llegar a los datos más precisos.
"Desde el primer día utilizamos el SISA y ponemos todo nuestro esfuerzo ahí", explicaron desde el Ministerio de Salud porteño, diferenciándose de sus pares de la provincia. Las fuentes consultadas admitieron que hubo un retraso durante los primeros días de la pandemia hasta que se logró ajustar la dinámica "como ocurrió en todos los sistemas sanitarios del mundo".
Públicos y privados
La ciudad considera que no existen subregistros de datos o margen de error en los datos, aunque sí una demora en la carga que puede tener hasta cuatros días; en ningún caso contemplan retrasos de meses como ocurrió en la provincia de Buenos Aires.
Cada hospital público o sanatorio privado, al igual que los laboratorios que realizan los test PCR, deben reportar al sistema SISA las novedades diarias. Un equipo del Ministerio que conduce Fernán Quirós se encarga de hacer un seguimiento para que esos establecimientos no demoren en administrar la información. Este equipo se formó cuando la curva de casos y fallecidos comenzó a ingresar en un período crítico.
"Puede existir un margen de retraso, pero siempre es muy inferior a lo que mostraron en la provincia", sostienen desde la ciudad. En la dinámica del día a día, explican las fuentes, alrededor del 60% de los fallecidos informados corresponden a esa misma jornada; el resto pueden ser ingresados hasta con cuatro días de retraso. "La demora no es tan grave", argumentan.
En el Ministerio de Salud de la ciudad consideran que el sistema de carga de datos funciona acorde a las necesidades de la situación sanitaria y, por el momento, no hay ninguna iniciativa de cambiar la metodología actual para el recuento de fallecidos. Pero si la Nación exige que el resto de las jurisdicciones adopten las mismas medidas que en la provincia de Buenos Aires, se evaluará la posibilidad de hacerlo. "Estamos seguros de lo que hacemos porque estamos encima de la carga de datos. Si hay que modificar la metodología, el salto no será grande", advierten.
Según el último parte diario que difunde la Ciudad, ayer se registraron 53 nuevos fallecidos, con los que se acumulan 3264 muertes por Covid-19. Mientras que los contagiados sumaron 874 para alcanzar las 122.168 personas que contrajeron la enfermedad; al menos 97.633 ya se recuperaron y recibieron el alta.
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