Ciudad: Así funciona el sistema de testeos a docentes previo al inicio de clases
“Les solicitamos que asistan a realizarse el testeo”, decía parte del mensaje que le llegó ayer por WhatsApp a Celina Andoló, de 54 años, para que viniera a hacerse el hisopado. Ella enseña en el programa Jornada Extendida del gobierno de la Ciudad. Y como hoy comenzó el testeo a los trabajadores del sistema educativo porteño, Andoló sacó turno y vino al centro ubicado en La Rural, en Santa Fe 4201.
Cerca de las 11.30 salió del predio ubicado en Palermo. Demoró sólo unos minutos entre que le practicaron el test rápido de antígenos a través de un hisopado nasal y un test serológico para detectar si ella ya cursó la enfermedad. Para ello, le hicieron un pequeño pinchazo en la yema del dedo y le tomaron una muestra de sangre.
Hasta el momento, según informó el ministerio de Educación de la Ciudad, se reservaron 3500 turnos; entre el personal docente y no docente del sistema público de la Ciudad hay 57.000 personas. Si se suman los de gestión privada, esa cifra se eleva hasta las 110.000. Hoy, en total, se testearon 1035 docentes.
Si bien desde el Gobierno recomiendan enfáticamente que todo el personal vinculado al sistema educativo se haga el test, no es obligatorio. Hubo cierta confusión por parte de los docentes: algunos interpretaban que sí lo era. La recomendación de las autoridades es hacérselo cada 15 días y está previsto que los centros de testeo funcionen a lo largo de todo el año. Según el ministerio de Salud de la Ciudad, luego del personal de salud, los docentes tienen prioridad para recibir la vacuna contra el coronavirus, pero aún no pueden saber cuándo dispondrán de las dosis necesarias.
“No hablé con otros colegas, pero si no tenés el test no podés ir a trabajar. Bah, el mensaje que nos enviaron no decía que era opcional. Está bien que nos hagan el test porque, de lo contrario, sube el riesgo de contagio. De hecho, en otros ámbitos también te hacen testearte con cierta frecuencia. También estoy de acuerdo con que comiencen las clases presenciales porque hay muchos chicos deprimidos”, agregó Andoló.
El inicio de esta campaña de testeos coincide con la vuelta de los docentes a las escuelas. Hoy regresaron a los establecimientos para empezar a planificar las clases e interiorizarse sobre los protocolos. Como de costumbre, este encuentro se da unos días antes del comienzo de las clases, que este año será el miércoles de la próxima semana.
El 17 de febrero comenzarán los jardines maternales, el nivel inicial y primer ciclo de la primaria (primero, segundo y tercer grado) y el primer ciclo de la secundaria (primer y segundo año). El 22 de febrero retomarán las clases el resto de los grados de la primaria y el 1° de marzo los restantes del nivel secundario, pero de las escuelas técnicas. Y así se irán incorporando los cursos de manera escalonada a lo largo del mes, según indica el cronograma publicado por el gobierno porteño.
“Me dieron el resultado del test ahora porque tenía síntomas, pero me dio negativo. Todos mis compañeros van a venir a testearse, no escuché que ninguno se opusiera”, dijo Martina, que prefirió no dar su apellido. Ella es docente en una escuela de Villa del Parque. “Estoy de acuerdo con volver a las clases presenciales, veremos si se dan las condiciones edilicias, A nosotros, la directora nos pidió que vengamos a testearnos”, relató Analía Aguirre, que da clases en dos escuelas, una en Caballito y otra en Flores.
Marcela Voulgaris es la directora de la escuela N°4. Dice que tuvo una mañana tranquila, en donde se reunió con sus docentes y todos veían con buenos ojos la campaña de testeos.
“Los maestros están conformes con el testeo, todos están sacando turno y no está generando conflictos. Incluso muchos quieren saber si siguen teniendo anticuerpos o si cursaron en algún momento la enfermedad, así que en esos casos ayuda a quitar una sensación de incertidumbre. Algunos me consultaron si podían ir en el horario laboral, les dije que sí, otros preguntaron si es obligatorio, les dijimos que no, pero que les recomendábamos ir. La verdad que no hubo problemas, pero sí muchos preguntaron por la vacuna”, señala Voulgaris.
Los docentes pueden sacar turno para hacerse el test en La Rural de 8 a 20, en la Usina del Arte de 9 a 15 y en la sede comunal 7, también de 9 a 15.
A la salida de la Usina, estaba Juan Carlos Occhiuto, de 60 años que es directivo y profesor de la escuela Politécnica Manuel Belgrano: “Algunos quieren venir a testearse y otros no. No sé por qué no querrán venir. Algunos dudan de cómo serán organizadas las aulas, cómo serán los protocolos, etcétera. El testeo fue muy rápido, el viernes me llegó una notificación, saqué turno y vine. Yo no interpreté en el mensaje que el testeo es obligatorio, pero me parece bueno hacerlo porque es más seguro para mí y para mis compañeros”, concluyó Occhiuto.