Cielos cordobeses: la nueva apuesta de la provincia para atraer turistas
Se suman propuestas que combinan caminatas con observación de estrellas; en la capital está el primer observatorio astronómico del país
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CÓRDOBA.- La provincia tiene una larga trayectoria en astronomía que, sumada a cielos serranos sin contaminación lumínica, le permite contar con diversas propuestas de astroturismo. En la capital está el primer observatorio astronómico del país, creado por iniciativa de Domingo F. Sarmiento cuando fue presidente y también uno de los más modernos telescopios, en la Plaza Cielo Tierra, un parque de ciencia.
Entre las historias poco conocidas, está la del viejo Hotel El Cóndor, una edificación de 1937 ubicada a 2000 metros de altura en Copina que fue de Juan Pablo Reymond, un argentino que vivió un tiempo en Suiza y que, de regreso, abrió una posada. Un grupo de investigadores lo eligió como lugar de reunión.
Eran los tiempos en que el primer astrofísico argentino Enrique Gaviola asumió la dirección del entonces Observatorio Nacional Argentino y, en 1942, comenzó la actividad en la Estación Astrofísica de Bosque Alegre, a 50 kilómetros de la capital. El científico convocó a estudiar física a los más jóvenes y en ese hotel –hoy abandonado– se reunieron José Balseiro; Fidel Alsina; el joven físico Ernesto Sábato, antes de que se dedicara a la literatura; Mario Bunge; Alberto Maiztegui, Damián Canals Frau y Cecilia Mossin, la primera doctora en esta disciplina que tuvo la Argentina.
Todos fueron discípulos de Guido Beck, un físico austrohúngaro contratado por el Observatorio de Córdoba, que realizó actividades experimentales para medir la reacción de los rayos cósmicos por medio de unas placas fotográficas que ubicaba en el techo del hotel. El establecimiento está cerrado, pero se puede pasear por el lugar y recorrer, incluso, los puentes colgantes cercanos.
Plaza Cielo Tierra
El Centro de Ciencias Plaza Cielo Tierra de la ciudad de Córdoba cuenta con uno de los telescopios más avanzados del mundo, el Julio Verne, que es el primer híbrido del interior del país y el único instalado en un parque de este tipo. El otro está en el Planetario Galileo Galilei de la ciudad de Buenos Aires.
El centro es una iniciativa conjunta de la provincia y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y las instalaciones incluyen el Astroparque, la Plaza Didáctica, el Geoparque, la Plaza de Ingenio y el pabellón Cielo Tierra. Los niveles del edificio dan cuenta de los cuatro elementos fundamentales en la antigua Grecia: aire, tierra, agua y fuego.
Hay visitas guiadas gratuitas de martes a domingos que requieren reserva previa desde la página oficial (www.plazacielotierra.org), y además talleres de verano gratis para chicos de entre 7 y 14 años sobre formación de cristales, constelaciones, la luz y los láseres y una “plantada de telescopios” para conocer el cielo de Córdoba, junto a los astrónomos de la Plaza (desde el 17 al 27 próximos). Todo es con inscripción previa.
Además, los viernes de febrero habrá en el Cine Club Científico, proyecciones al aire libre de contenidos de producción nacional e internacional.
Villa Yacanto
Ricardo Villarreal, desarrolla desde hace cinco años el turismo astronómico en Córdoba; fue uno de los pioneros. Su propuesta es la “Caminata de las Estrellas” en Villa Yacanto en el Valle de Calamuchita.
La salida es a última hora de la tarde, con una caminata sin dificultad (apta para todas las edades), durante la que se va poniendo “en valor” el paisaje, con datos sobre la flora autóctona, la fauna y la morfología. Ya en una planicie sin contaminación lumínica comienza la experiencia de la observación de los cielos.
Como “astronomía cultural”, define Villarreal a la actividad que incluye relatos de cómo fueron, a lo largo de la historia, las relaciones entre los humanos y los cielos, además de explicar los diferentes fenómenos astronómicos. La “tierra es finita en tiempo y espacio”, dice el guía de turismo astronómico habilitado, quien es acompañado por Mario Grecco, guía de trekking y ecoturismo.
La caminata, en temporada alta, se realiza todos los viernes y, el resto del año, una vez al mes.
El observatorio
El Observatorio Nacional Argentino fue una iniciativa de Domingo F. Sarmiento y fue fundado en 1871. Su primer director fue el astrónomo norteamericano Benjamin Gould, que llegó al país junto a su familia y los asistentes contratados, a fines de 1870. En ese entonces se dedicaron a la determinación de la posición y brillo de todas las estrellas visibles a simple vista, conocimientos que volcaron en el libro Uranometría argentina, publicado en 1877.
John Thome lo sucedió en 1895 y en su gestión se realizó el Córdoba Durchmusterung, famoso catálogo al que aún se hace referencia para nominar estrellas; la Carte du Ciel y el Catálogo Astrográfico, proyecto internacional para el registro fotográfico de todo el cielo. Sigue siendo hoy una institución que colabora con trabajos internacionales y, además, produce material científico para el país.
Este mes y el próximo abrirá todos los viernes y sábados de 20 a 23, excepto los feriados. Se puede hacer un recorrido por el Museo del Observatorio Astronómico y, si las condiciones meteorológicas lo permite, observaciones por el telescopio ecuatorial. La entrada es libre y gratuita y no hace falta reserva previa.
Copina
Alex Altimai estudió física, carrera que no terminó, pero que le dio la base para sumarse a la empresa familiar de turismo y poner en marcha “Viaje a las estrellas”. Los visitantes pueden llegar a Copina (a 30 kilómetros de Villa Carlos Paz) con sus propios vehículos o hacerlo en una combi. “Es tan esencial mirar al cielo que se hace invisible a los ojos”, grafica. En noches despejadas, a simple vista, en Copina se detectan unas 6400 estrellas.
Córdoba, repasa Altimai, tiene una “riqueza enorme” en astronomía y ese es un “plus” para hacer este tipo de paseos. Por ejemplo, menciona que en 1961 en Santo Tomás, en las Altas Cumbres, se lanzó al espacio el primer cohete-sonda argentino, un Alfa Centauro que se remontó unos ocho kilómetros en la atmósfera, antes de caer a tierra.
Todas las noches despejadas hay actividad en temporada alta. Altimai recomienda las “especiales” como la del 13 próximo (noche oscura, sin luna, la mejor para observar estrellas); la del 5 de febrero (se verá un asteroide que hace 48.000 años que no pasa); la del 6 (especial de luna llena) y la del 17 (astronomía y literatura para niños y adolescentes gratuita en la reserva San Martín).
Bosque Alegre
La Estación Astrofísica de Bosque Alegre fue inaugurada en 1942, bajo la dirección de Gaviola. Su telescopio de 1,54 metros de diámetro fue el más grande del hemisferio sur durante décadas.
“Esta Estación Astrofísica nació en la mente optimista y corajuda de Charles Dillon Perrine, director del Observatorio de Córdoba desde 1909 hasta 1936. A la realización en la materia de su ensueño atrevido dedicó las mejores energías de muchos años de su vida. Obtuvo triunfos y derrotas, éxitos y fracasos”, dijo Gaviola el día de la inauguración.
En verano intensifica los horarios de visitas guiadas diurnas y nocturnas en las que se puede recorrer el observatorio, conocer su historia como así también aprender algunos datos sobre la astronomía mundial. Por la noche se realizan observaciones, con el telescopio secundario.
Durante el día, hasta el 7 de marzo, los horarios son de 10.30 a 13 y de 15 a 18. Sin reservas. Las visitas nocturnas son todos los viernes y sábados de enero y febrero a partir de las 20. El cupo está limitado a 30 personas. Los interesados deben reservar en difusion@observatorio.unc.edu.ar. Son actividades pagas.
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