Chubut se quedó con la tercera edición del Campeonato Federal del Asado
Los primeros en llegar al anfiteatro de Mataderos, que está cerca del Mercado de Hacienda, fueron los fogoneros para prender las llamas, a las 6, y preparar las brasas que abastecerían 24 parrillas. Enzo Chávez y Fernando Cejas usaron 1000 kilos de leña y otros 800 de carbón para alimentar los fuegos de la tercera edición del Campeonato Federal del Asado, que demostró que los mejores parrilleros del país están en Chubut.
Los representantes de esa provincia, Cristian Gauna y Adrián Rosales, se convirtieron hoy en los nuevos campeones elegidos por un jurado integrado por parrilleros, chefs y vecinos. Quedaron por delante de las parejas de San Luis y Mendoza, que ya había ganado en 2016.
"En Mataderos reunido y con el deber cumplido, voy a dejar un relato. Un verso criollo, sensato, de la vida real. Me encuentro en este sitial, hondamente entusiasmado, campeonato del asado, campeonato federal", recitaba el Paisano Mireya, uno de los animadores del encuentro junto a Topo Lauga. Los acompañaba la guitarra de Oscar Cardozo, de Bolívar.
Divididos en tres grupos las parejas participantes debieron sortear una ronda clasificatoria asando colita de cuadril, vacío y chorizo, de acuerdo con el punto de cocción que se les pedía previamente. "Teníamos ansiedad previa, pero cuando tiramos la carne a la parrilla ya se pasaron los nervios", decía Esther Barrera, de Tucumán, que junto a Marta Sánchez intentaron demostrar que la parrilla no es solo cosa de hombres. Es la primera vez que compite una pareja de mujeres en el campeonato. "Vamos ganando nuestro espacio", agregaban mientras esperaban a los jurados.
Ellas estuvieron cerca de cumplir su objetivo, ya que pudieron acceder a la final junto a los representantes de San Juan y Buenos Aires, además de los que subieron al podio. En esa instancia todos debieron mostrar sus condiciones con el asado de tira y la marucha, un corte que se incorporó este año.
Sabor, punto de cocción y presentación fueron algunos de los aspectos que tuvieron en cuenta los jurados para elegir a los finalistas y al campeón. "El nivel fue muy parejo y todo se vio muy bueno. Lo más importante para puntuar es que coincidan los puntos de cocción con los que se les pidieron; además, si tienen salsas para acompañar, también puede sumar", contaba Germán Sitz, de La Carnicería, uno de los evaluadores de los competidores.
Atrás quedaba la pareja de Santiago del Estero, que ya había recibido la puntuación y esperaba saber si tenían un lugar en la final. "Cada provincia tiene su forma de asar y cada jurado, su gusto para comerlo. En Santiago lo hacemos despacio, sin apurarlo, para sacarlo jugoso, aunque la gente se va haciendo grande y lo quiere más seco", explicaba Hugo Plotino, bajo un sol abrasador, mientras juntaba sus cuchillos, salsas y todos los accesorios que usó en la prueba.
La pareja porteña no pudo llegar a la final, aunque, según dijeron, no sintieron la presión de jugar de local. Tampoco estuvieron ahí los santafesinos, que defendían el título que habían ganado el año pasado. "Venimos a disfrutar. Asar carne y comerla, no hay otro plan mejor", contaba Maximiliano Gervino, de Rafaela, mientras mechaba una colita de cuadril con ajo, perejil, pimiento y algo de limón.
Además de la competencia oficial en la nueva sede del campeonato hubo lugar para un patio de comidas por donde pasaron más de 100.000 personas, según la información provista por BA Capital Gastronómica, que consumieron 6000 kilos de carne y 400 empanadas, entre otros productos. También se realizaron actividades de destreza criolla y hubo shows de grupos folclóricos. El cierre estuvo a cargo de Los Nocheros, en una actividad totalmente gratuita.
Una vez más las propuestas gastronómicas porteñas giraron en torno a la carne, como ocurrió hace pocas semanas con el concurso que coronó a La Cabrera como la mejor parrilla de Buenos Aires. En la nueva sede, a pocos metros del Mercado de Hacienda, se escribió otra historia ligada al objetivo del gobierno de instalar a la ciudad como referente gastronómico de la región. No es casualidad que el asado dejó la avenida 9 de Julio, donde se disputaron los dos campeonatos anteriores, y llegó hasta Mataderos. Quizás, uno de los barrios más identificados con la carne. Existe un proyecto para instalar allí un parque temático cuando el mercado se traslade al partido de La Matanza.
Una fiesta gastronómica
6000 kilos de carne
Se consumieron durante todo el campeonato y en los puestos de comida que formaban parte del patio gastronómico
20.000 kilos de leña
Usaron los puesteros del patio gastronómico para asarla carne que consumieronlos concurrentes al festival
400 empanadas
Además de choripanes y otros sándwiches, las empanadas circularon a buen ritmo entre los concurrentes