Chat al rojo vivo: increparon a un vecino por poner música fuerte y les contestó de la peor manera
El hecho se conoció a través de un hilo de Twitter; la furia de los habitantes del edificio y los escatológicos mensajes en un grupo de WhatsApp
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Así como ocurrió en un edificio del barrio porteño de Villa Devoto, ocurre en miles de otros tantos en todo el país. Lo que comenzó como un reclamo a través del grupo de vecinos de WhatsApp terminó con insultos, un llamado desesperado sin respuesta y una noche fatídica para todos. Mientras que varias personas debaten y consultan sobre si es posible echar a alguien de un departamento, el resto se identifica con un hilo de Twitter que se volvió viral casi al instante.
A las 2:25 de la madrugada llegó el primer mensaje. “Hola, buenas noches. Disculpen, se que es tarde pero quería saber mas o menos hasta qué hora iban a estar con la música heavy metal. No sé si el chico está en este grupo”, indicó una vecina. Efectivamente, el responsable estaba en el chat y lejos de responder de manera calma, agredió a la autora del mensaje e incluso le invitó una cerveza. “Fumate Pantera al mango, amiga. Aprendé de música”, arremetió él.
Su respuesta despertó la bronca de otros vecinos, quienes le reclamaron que “era lunes y la gente trabaja”, además de tildarlo de desubicado. “Me encantaría dormir pero no se puede con esa música horrenda”, añadió otra vecina. Esa frase desencadenó una serie de insultos y mensajes escatológicos del protagonista quien, además, redobló la apuesta: subió el volumen y aseguró que seguiría así “hasta las 5AM”. Como si esto fuera poco, se bajó los pantalones y mandó una foto al grupo con un texto desafiante: “¿Sabés las veces que me encontraron con falopa? Pantera 5AM y al que le pinte, lo espero... 4D”.
La amenaza de una denuncia y otros insultos más cerraron la cadena de mensajes. Al día siguiente, Matías Delle Coste compartió parte del chat en su cuenta de Twitter y en pocos segundos logró recorrer todo el país con su crónica. Consultado por LA NACIÓN, contó que durante la noche intentaron dar con la madre del vecino pero no hubo respuesta. Con quien sí pudieron comunicarse fue con la oficina donde trabaja el protagonista. Allí les explicaron que el joven en cuestión sufre de depresión y está medicado.
“Tuvo algunos inconvenientes menores. Después pidió disculpas y el consorcio se las aceptó con la condición de que tenga un buen comportamiento”, completó Delle Coste. En cuanto al arrepentimiento del joven, fue a través de un mensaje por WhatsApp en el cual aclaró “no estar en un buen momento” y admitió haberse comportado como “un fu...ing lunático”.
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