Celestial o terrestre, el fenómeno alteró el barrio
Un escenario similar al de una película
Los vecinos no lo podían creer: unos decían que una bola de fuego había caído del cielo, mientras que otros aseguraban que había una luz rara desde el vienes que se iba acercando a la Tierra. Entre la confusión, una foto de lo que parecía ser un meteorito pasaba de celular en celular. ¿El autor? Un chico del barrio que afirmaba haber retratado el fenómeno desde el patio de su casa. Todo era falso. Por la tarde, el joven fue detenido por falso testimonio.
Parecía que la población entera del barrio 9 de Abril, ubicado en la localidad de Monte Grande, se hubiera reunido para saber qué había sucedido en este lugar que, de la noche a la mañana, se convirtió en una escena de película, con peritos de la Conae buscando radiación e investigando este hecho misterioso que provocó un furor mediático nunca visto por esta zona. Cada uno tenía su propia historia, pero casi todos coincidían en la versión de que un meteorito había caído a la Tierra.
Tres automóviles permanecían volcados sobre los escombros de las dos casas que quedaron completamente destrozadas por la explosión, que se sintió en lugares tan lejos como Ezeiza y Temperley. Había vidrios, madera y chapas retorcidas desparramados por la calle que daban a entender la magnitud del fuerte estallido.
Reynaldo Rojas, que vive con su esposa e hija a una cuadra de donde se produjo el siniestro, contó a La Nacion que cuando se produjo el estallido, en plena madrugada, "de repente se hizo de día", y que, como otros vecinos, se levantó de la cama con el temblor. Mientras relataba su historia señalaba con el dedo rajaduras en las paredes y una puerta arrancada de su marco.
"No tengo palabras. Pensé que tenía algo que ver con la alta tensión de los cables. De repente se puso de día y se iluminó todo", dijo Estela, dueña de una carnicería ubicada frente a las casas destruidas. "Pensé que estaban todos muertos. Asistí a la señora y a su marido, y luego salieron los chicos", contó.
Alrededor de las 11 comenzaron las tareas de remoción en la que colaboraron varias dotaciones de bomberos de la Policía Federal, la Brigada de Explosivos y peritos científicos de la Conae.
El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, informó que la explosión afectó 15 viviendas en las inmediaciones con vidrios rotos, paredes quebradas y techos volados. Desde atrás de las casas damnificadas se podía apreciar un agujero negro en el medio de las ruinas. A causa de la explosión se cayeron cables que se prendieron fuego y dejaron varios árboles completamente pelados.
"De repente escuchamos un estallido y se reventaron todos los vidrios", dijo Leonardo Recalde a la Nacion. "Mi nena de 15 días dormía al lado de la ventana y todos los vidrios rotos se cayeron encima de ella. Por suerte, no sufrió ninguna herida", relató. Los vecinos no daban crédito a lo ocurrido y no había quien no comentara el fenómeno con amigos y familiares. Cuando se pensaba que el circo mediático ya no se podía volver más fantasioso, se presentó el director de Aurora, Pablo Warmkraut, quien investiga la presencia de ovnis. Fue un día como ningún otro en el barrio 9 de Abril.
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