Con 187.000 seguidores en su cuenta Instagram (@lic.ceciliace), la sexóloga Cecilia Ce se convirtió en la nueva referente del tema, sobre todo entre los jóvenes. Además, Ce (no es su apellido real) viene de sacar el libro Sexo ATR - A todo ritmo (Planeta), una guía muy visual sobre las principales dudas acerca de la sexualidad que llegan a su consulta. Se editó en octubre y ya va por la tercera edición.
Cecilia, que es psicóloga y se especializó en sexología clínica en la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), recibe a LA NACION en su consultorio del barrio de Palermo, dispuesta a hablar de todo con palabras simples.
-¿Qué tiene este libro de diferente de otros sobre el tema?
-Mi idea fue hacer una guía de lo que yo considero que es información fundamental y que sentía que no estaba en un mismo lugar. Hasta que no hice mi especialización, a mí no me enseñaron cuestiones básicas de sexualidad. Es una guía que reúne información de base para un encuentro sexual, solo o con alguien. De conocimiento del propio cuerpo.
-¿Pensás que los hombres y las mujeres no conocemos nuestro propio cuerpo?
-No lo conocemos. Parte de esa información tendría que estar en el secundario. Nuestra generación seguro no la tuvo, esperemos que en el futuro sí la tengan. En el libro hay cosas más prácticas, de cómo moverse, que no se van a dar en una clase de educación sexual en una escuela. Es más parecido a un coaching.
-¿Cuál es la pregunta que más te hacen los hombres?
-Por lo general, el hombre tiene muchas dudas sobre lo que es el desempeño. Yo cuestiono el machismo y veo todo con esa lupa. El hombre se pregunta por el rendimiento, por el tamaño. La pregunta del millón es el tema de la eyaculación precoz. Es lo que más se consulta.
-¿Y cuándo es eyaculación precoz?
-Yo diagnostico muy poca eyaculación precoz. De manual, es: en penetración vaginal, dentro de los 30 segundos o el minuto. Eso va a darte la pauta de la gravedad. O eyaculación antes de la penetración.
-¿Y en cuanto a rendimiento, qué te preguntan?
-"Qué hago si voy a un encuentro y no se me para al instante" o "cómo le explico que no se me para".
-¿Y vos qué les decís?
-Trabajo mucho el tema de la exigencia. Si no conocés a la otra persona, ¿cómo pretendés sentirte cómodo para tener un encuentro sexual? La exigencia está. El hombre tiene esta idea de que tiene que aprovechar cada oportunidad y que tiene que estar siempre listo y siempre dispuesto. Yo cuestiono ese modelo sexual.
-¿Es lo que la sociedad fue construyendo?
-Sí. Me consultan pibes de 20 por ese tema. Y les pasa que dentro de su círculo de amigos todos responden a este discurso. Hasta que uno viene a consulta, lo trabaja y cuando vuelve y dice "a mí no se me para siempre", los integrantes del grupo empiezan a blanquear que les pasa lo mismo, que a veces les cuesta.
-¿Y qué le pasa a la mujer ante esta situación?
-Piensa que no le gusta al hombre. Y el hombre piensa que la mujer no lo va a querer ver más. Cada uno responde a su inseguridad. Siempre uno responde desde la autoestima. Le pasa a la mayoría de la gente. Es loco, porque los dos están con el mismo discurso, en vez de relajar y admitir que están nerviosos. Se piensa además que el cuerpo responde a la calentura, que si no se te paró o se te lubricó es porque no te calentaste. Y no es así. Por ahí estás caliente, pero el cuerpo no te responde porque estás nervioso, o porque tomaste una medicación, o porque tenés un problema orgánico.
-También desdramatizás completamente el tamaño del pene.
-Es que es ilógico. Cuando hablás con una mujer te dice "me duele". El hombre está sufriendo porque no tiene un pene de 20 centímetros cuando con un pene así va a doler en el coito. El pene promedio es de entre 12 y 14 centímetros erecto. El micropene, que sí es una cuestión médica, es como un meñique.
-¿Alguna mujer te trae el tema de que su pareja tiene el pene chico?
-No, la queja tiene que ver con el tamaño grande, porque duele y es más difícil. Es más limitante.
Falta de orgasmo
-¿Y cuál es la pregunta que más te hacen las mujeres?
-Lo que tiene que ver con el placer. No disfrutar, no tener orgasmos. Y mucho dolor en el coito, también.
-¿Hay muchas mujeres que no llegan al orgasmo con su pareja?
-Sí.
-¿Y cuál es el motivo?
-Un montón. Nada es unicausal. Algunas pueden llegar al orgasmo solas, pero no con alguien. Básicamente, lo que hago es ir a la hipótesis más sencilla. Lo primero es descartar cuestiones de estimulación. ¿Tu pareja te estimula adecuadamente? Lo más probable es que no haya estimulación del clítoris.
-En tu libro está el testimonio de un estudiante de Medicina que dice que no le encuentra el clítoris a la novia. ¿Pasa mucho eso? ¿Que el hombre no sabe dónde está?
-Sí, pasa mucho. Hay mujeres que no saben dónde está. Me han escrito mujeres diciendo "¿Puede ser que yo no tenga clítoris?". Por eso el libro es tan visual. La mujer tiene que aprender a mover sus músculos internos para poder estimularlo. Porque las mujeres por ahí van al encuentro sexual y no se mueven. Por eso, empoderate y ocupate de eso.
-¿Las mujeres lesbianas llegan más fácil al orgasmo en pareja?
-No, no necesariamente.
-¿Es más complicado escribir un libro sobre sexo ahora con la visibilización del colectivo LGBTI y la puesta en jaque del sexo binario?
-No sé si más difícil. Requiere de un conocimiento que yo considero que todavía no tenemos. La realidad es que de la sexualidad de las personas trans no sabemos nada. Sabés que tenés que contemplarlo, pero tampoco tenés la información actualizada de cómo se vive esa sexualidad. Alguien que rechaza su genitalidad. ¿Cómo voy a hablarle yo de cómo masturbarse?
-¿Por qué hacés tanto hincapié en el cuidado? ¿Aumentaron los casos de enfermedades de transmisión sexual?
-Sí. La gente nunca se cuidó, solo un 40% usa preservativo, siendo optimistas. Hay HPV a lo pavote, clamidia, sífilis, HIV. Y la idea es fomentar una sexualidad con disfrute. Cualquier enfermedad genera un trauma, genera riesgo. El cuidado va de la mano necesariamente con tu derecho y libertad sexual.
-¿Admitís que hay menos placer en el hombre cuando se pone un preservativo?
-No, no lo voy a admitir nunca. Yo recomiendo los que no son de latex, es otra sensibilidad, pero son un poco más caros. La única situación para no usarlo, es con pareja estable, después de hacerse un examen de HIV y si no tenés relaciones por fuera sin cuidarte.
Abuso y consentimiento
-¿Te llegan muchos casos de abuso?
-Sí, muchísimos, en la infancia y en la adultez. Las cifras oficiales indican que una mujer de cada cinco y un hombre de cada diez sufrieron abuso sexual, y creo que nos quedamos cortos.
-Hoy se habla mucho del abuso sexual de la mujer dentro de una situación que al comienzo era aceptada y luego se transforma en abuso. ¿Te llegan estos casos?
-Sí. Lo que está sucediendo es que la mujer se está dando cuenta de todas las veces que fue abusada, que no se dio cuenta porque la sociedad lo tenía naturalizado. Por eso en el libro hay un capítulo sobre el consentimiento.
-¿El consentimiento tiene que ser verbal o puede ser corporal?
-Hablo de los dos. Tenés que mirar qué le pasa al otro, si te corre, si te rechaza. Hay situaciones en que la mujer dice que no y el hombre sigue, es tremendo. Si la persona no dice nada, le tenés que preguntar. Hay microsituaciones de abuso. No ponerte preservativo o sacártelo en medio de la relación es abuso. Dentro de la pareja hay situaciones abusivas en que la mujer no disfruta la relación sexual con su pareja y por miedo a herirlo no le dice nada.
-¿Todavía hay mujeres que fingen el orgasmo?
-Sí, y algunos hombres también. Para no herir al hombre, por desconocimiento, porque no sabe qué le pasa, entonces lo finge para que se termine la relación sexual. Todos esos motivos son un bajón. Yo trabajo la posibilidad de poner en palabras que no tienen orgasmos, sin culpa y sin vergüenza. El nivel de culpa que tiene la gente con eso es tremendo.
-Trabajaste muchos años en salud pública el tema adicciones y hacés mucho hincapié en el consumo de drogas legales e ilegales como causantes de la falta de sexo.
-Vino una pareja que hacía un año que no tenía relaciones sexuales. Y cuando abrí el tema del consumo me dijeron que fumaban porro todas las noches. Tenemos una sociedad que es re consumista de drogas. Y todas te impactan, los antidepresivos, los tranquilizantes, los anticonceptivos. El porro está instalado como que es buenísimo para tener sexo y todo lo contrario. La cocaína genera impotencia, psicopatía, afecta todo.
-¿Cómo viven los jóvenes la sexualidad?
-Creo que la gente de veinte tiene más libertad en lo que es la identidad y la orientación sexual. La tienen clarísima. No catalogan entre heterosexual y homosexual.
-¿Para vos esas denominaciones están bien?
-Yo particularmente, no creo en ellas. Entiendo que hay una necesidad de rotular de las minorías para visibilizar, pero creo que el camino es no rotular.
-Ahora también están los asexuales que se reivindican como tales. ¿Puede existir una persona sin deseo sexual o tiene un problema?
-La realidad es que existen. Hay un montón de personas que se identifican así. Tienen un problema si se angustian por eso.
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