Cautela sin miedo entre los que viajaron cerca de la zona cero
En Recife, centro de la epidemia, los argentinos toman las precauciones indicadas
RECIFE-. Cautos pero sin pánico.Así se definen los turistas argentinos que por estos días visitan el norteño estado de Pernambuco, centro en Brasil de la epidemia del virus zika que tiene en vilo a todo el continente.
"Trajimos bastante repelente por las dudas, pero por ahora no lo usamos porque acá en la playa donde estamos parando no vimos nada de mosquitos; tal vez cuando vayamos a otros lugares", contó el entrerriano Leandro Heredia, 30, quien había llegado a Recife un par de días atrás con su novia, Evelyn Herling, 35, y se hospedaban en la zona playera de Boa Viagem.
Ella apuntó que no tienen miedo y se mantienen informados desde que decidieron emprender este viaje a último momento, para conocer el nordeste brasileño y disfrutar del Carnaval en Recife. "Creo que en Entre Ríos, con las inundaciones que trajeron dengue, víboras, alacranes y hasta yacarés, corremos más peligros que acá", agregó mientras tomaba una caipirinha frente al mar turquesa.
A unos 15 km de allí, en el centro de la colonial Olinda, la familia Stefanetti -Marcelo, Nancy, ambos de 45, y sus hijos Gabriel, 21, y Facundo, 9-, de Mataderos, recorría las calles adoquinadas con un guía local que les contaba la historia de las numerosas iglesias. Habían programado sus vacaciones hacía seis meses, mucho antes de que estallara la epidemia, pero de ninguna manera se plantearon cancelar su venida a Brasil.
"Hay que tomar precauciones, como en todos lados -señaló Nancy, quien enseguida sacó un spray de repelente naranja de su cartera-. Pero acá la estamos pasando bárbaro; los brasileños son muy atentos y hospitalarios."
Gracias a un vuelo directo entre Buenos Aires y Recife inaugurado el año pasado, el turismo argentino en esta zona de Brasil ha visto un notable incremento. La mayoría de los visitantes argentinos llegan a Recife y se van inmediatamente a las playas del sur de Pernambuco, como Porto de Galinhas, Praia dos Carneiros y Tamandaré. Sin embargo, muchos cada vez más optan por pasar unos días en la capital estatal y la vecina Olinda, sobre todo si es época de Carnaval.
"Ya vendremos otra vez para el Carnaval, ahora nos estamos quedando en Porto de Galinhas y como está al lado del mar no hay casi mosquitos, así que no estamos preocupados. De todas formas, siempre andamos con el repelente y el protector solar", contó el contador rosarino Gustavo Dorigoni.