Caso Schoklender: las claves de un crimen que conmocionó al país hace 30 años
Sergio y Pablo fueron condenados porque la Justicia los consideró autores del parricidio; cómo fue la secuencia de hechos que llevo a la cárcel al ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo y a su hermano; mirá el especial multimedia
De lejos parece un auto más como todos los estacionados sobre la avenida Coronel Díaz. Pero algo lo hace diferente al resto. El portero de un edificio cercano nota algo extraño: un líquido oscuro gotea del baúl del Dodge Polara. Se acerca, mira detenidamente y no tiene dudas: lo que chorrea es un delgado hilo de sangre. Horas después la policía descubre que proviene de los cuerpos de Mauricio Schoklender y su esposa Cristina Silvia, envueltos en bolsas de plástico y telas y con las cabezas destrozadas.
El macabro hallazgo tuvo lugar el 30 de mayo de 1981. La apertura de ese baúl significó, a la vez, el destape de un mundo familiar lleno de intrigas y puntos oscuros que, hasta hoy, no quedan del todo claros.
Que la madre era alcohólica y abusaba de sus hijos; que la noche del doble homicidio hubo una discusión por cuestiones de dinero; que fue un ajuste de cuentas. Muchas hipótesis intentaron explicar lo sucedido el 29 de mayo, pero lo concreto es que para la Justicia los autores del doble homicidio fueron Pablo y Sergio, hijos del matrimonio.
Los hermanos purgaron su pena y hoy, 30 años después, están en libertad. En la actualidad, Sergio Schoklender es nuevamente el centro de la escena mediática, esta vez por acusaciones de lavado de dinero a través de la fundación de las Madres de Plaza de Mayo de la cual era apoderado.
La compleja trama familiar, el asesinato, la huida, la detención y la condena forman parte de la cadena de hechos que se sucedieron a partir de aquella noche oscura de mayo.
La familia.
La noche del crimen. La noche del 29 de mayo de 1981 la familia salió a festejar por adelantado el cumpleaños de Sergio, que era el 30. Cenaron en un restaurante de la Costanera y brindaron con champagne a las doce. Luego volvieron a la casa y a partir de allí los hechos se vuelven difusos.
La reconstrucción de aquella noche estableció que Mauricio se durmió temprano; Valeria salió con su novio -un hombre bastante más grande que ella-; Pablo y Sergio salieron a dar una vuelta y Cristina se fue minutos más tarde.
Según la investigación el primero en volver habría sido Pablo, luego su madre y después su hermano mayor. En algún momento de esa noche, Cristina y Mauricio fueron asesinados a golpes con una barra de hierro. Mauricio fue, además, estrangulado.
Recién a las dos de la mañana Valeria volvió a la casa.
El hallazgo.
Las hipótesis. Sobre la autoría y el móvil del crimen hubo varias conjeturas. Una de ellas sostenía que Pablo fue el primero en volver esa noche a la casa y al regresar se recostó en el sofá del living. Según la versión su madre lo provocó para tener relaciones sexuales y Pablo reaccionó golpeándola en la cabeza con una barra de hierro lo que le provocó la muerte. Los ruidos despertaron a Mauricio que se abalanzó sobre su hijo y éste, para sacárselo de encima, también lo golpeó con violencia.
La otra hipótesis también pone a Pablo en la escena del crimen, pero sostiene que la discusión con su madre fue por cuestiones de dinero. Al parecer, Pablo quería ir a vivir a Brasil y le exigió su parte de la herencia.
En ambos casos, Sergio habría ayudado a su hermano a deshacerse de los cuerpos.
También se dijo que los dos hermanos planearon el crimen de Cristina y de Mauricio y, juntos, habrían cometido el doble asesinato.
Sergio y Pablo confesaron los homicidios, pero luego los negaron y sostuvieron que se trató de un ajuste de cuentas. Esa fue la hipótesis de la defensa de los hermanos Schoklender. El abogado defensor, Jorge Goodbar, dijo que en el doble crimen estaban involucrados sectores militares. Es que Pittsburgh y Cardiff, la empresa donde trabajaba Mauricio, representaba en el país a los principales grupos empresarios europeos de la industria bélica. En el juicio, la Justicia rechazó ese argumento.
La huida.
Las detenciones. Luego de separarse de su hermano, Sergio compró un caballo y se fue hacia el norte por la costa. A 20 kilómetros de Mar del Plata pidió alojamiento en una casa. Uno de los hombres que vivían allí lo reconoció. Sergio escapó, pero la policía lo encontró en la ruta haciendo dedo.
Por su parte, Pablo comenzó una odisea que lo llevó primero a Rosario y luego a Tucumán. Allí compró un caballo. Según relata La Semana el plan era irse a Bolivia. En la localidad de Ranchillos fue detenido. En principio se dijo que confesó el crimen a la policía. Pero luego, el juez Juan Carlos Fontenla aseguró que allí no se le había tomado declaración.
Las condenas
La vida en libertad. Pablo estuvo en prisión hasta 2001, cuando obtuvo los primeros permisos para salir. Sergio logró ese beneficio mucho antes, en 1995.
El hermano mayor se recibió de psicólogo y abogado en prisión. También escribió un libro llamado "Esta es mi verdad" en el que cuenta que el crimen de sus padres fue un ajuste de cuentas y que ellos eran inocentes.
Una vez en libertad se contactó con las Madres de Plaza de Mayo y se convirtió en apoderado de la organización. Escribió otro libro: "Infierno y resurrección", que reivindica los derechos humanos de los presos.
Como abogado defendió, entre otros, a los hermanos Da Bouza, que asesinaron a su padre en 1998 y fueron condenados a prisión.
Pablo tuvo un perfil menos público, aunque también escribió un libro: "Yo, Pablo Schoklender", con su versión de los hechos que luego sirvió para el guión de una película.
El misterio de la hermana.
La película. El libro "Yo, Pablo Schoklender", escrito por el propio Pablo y Emilio Petcoff, fue la inspiración para el guión de la película "Pasajeros de una pesadilla", dirigida por Fernando Ayala en 1984 en la que actuó Federico Luppi.