Casi todas las provincias tendrán que ajustar sus calendarios para cumplir con los 190 días de clases
Un relevamiento a nivel nacional verificó que solo dos de las 24 jurisdicciones cumplían con lo acordado en el Consejo Federal de Educación en diciembre pasado
- 5 minutos de lectura'
Con el objetivo de recuperar algo del aprendizaje perdido en las escuelas argentinas como consecuencia de las restricciones a la presencialidad que impuso la pandemia, el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, anunció a fines del año pasado que el calendario escolar para este ciclo lectivo iba a tener 190 días de clases obligatorios; diez más del piso mínimo fijado por ley —con mucha irregularidad en su cumplimiento año tras año— hace ya casi dos décadas.
Sin embargo, a pocos días de empezar las clases, un relevamiento a nivel nacional verificó que solo dos de las 24 jurisdicciones cumplían con lo acordado en el Consejo Federal de Educación (CFE) en diciembre pasado. El informe Calendarios Escolares 2022, del Observatorio Argentinos por la Educación, relevó los días de clase programados oficialmente por los ministerios provinciales, no su cumplimiento efectivo, y comprobó que solamente la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Neuquén diseñaron agendas que prevén 190 días de clase. En las otras 22 provincias no se cumplía con este compromiso.
En respuesta a esta situación, fuentes del Ministerio de Educación explicaron a LA NACION que, luego del anuncio de ayer en el Museo del Bicentenario, donde Perczyk dio detalles de cómo será el protocolo de regreso a las aulas, se suscribieron dos resoluciones —votadas por unanimidad— donde se establece que “las jurisdicciones educativas ajustarán sus respectivos calendarios escolares para el ciclo lectivo 2022, teniendo en cuenta el feriado nacional correspondiente al Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, que se llevará a cabo en mayo de este año, con el fin de cumplir con el mínimo de 190 días de clases acordados también por resolución del CFE”.
De acuerdo con lo relevado por el observatorio, esta medida permitiría corregir, por ejemplo, el escenario de la Provincia de Buenos Aires, que hasta el momento tenía 189 días de clases, mientras que el promedio general es de 184 días. Sin embargo, hay otras jurisdicciones que apenas alcanzan los 180 días completos, y “si además se descuentan las jornadas institucionales”, hay provincias como Chaco (177), San Luis (179) y Tierra del Fuego (179) que no alcanzan el piso mínimo de 180 días.
Las cifras del informe, con autoría de Jorge Fasce, Gabriela Catri, Martín Nistal y Víctor Volman, del Observatorio de Argentinos por la Educación, surgen de contabilizar la cantidad de días de clase previstos de acuerdo al inicio y finalización del ciclo lectivo en cada provincia. De ese total se restaron los feriados nacionales y provinciales y el receso invernal y, en un segundo plano, las jornadas pedagógicas, excepto cuando se aclara, según advierten los autores, que las clases se desarrollarán con normalidad durante esos días.
Aulas abiertas
“La cantidad de días de clase como indicador educativo tiene sus límites. Poco nos dice sobre qué sucede en las aulas si no lo cruzamos con indicadores que den cuenta de la calidad del trabajo educativo y sus condiciones materiales en cada jurisdicción —plantea Gustavo Romero, profesor y formador de docentes—. Más allá de esto, el acuerdo unánime de todas las jurisdicciones para garantizar los 190 días de clase en el Consejo Federal de Educación nos pone un piso común por encima de lo que exige la ley, en un aspecto ineludible para el aprendizaje, que es la presencialidad escolar”.
Para Jorge Fasce, docente y especialista en gestión educativa, es preocupante que, a pesar de la existencia de la resolución del Consejo Federal de Educación, se haya observado que un total de 22 provincias no iban a llegar a la cantidad de días acordados. Como contrapartida, el relevamiento también muestra una mejora con respecto de años previos: en 2021 habían sido diez las provincias que no alcanzaban el piso mínimo de 180 días establecidos por la ley 25.864; y en 2020 habían sido 14. Mientras que para este año son apenas tres, siempre restando feriados nacionales y provinciales, receso invernal y jornadas institucionales, según indica el informe.
A su vez, el año pasado, el promedio de días de clase fue de 180, mientras que 2020 eran 178 los días previstos, de haberse cumplido con la presencialidad y las aulas abiertas. En este ciclo escolar, que en la mayoría de las jurisdicciones comienza el próximo 2 de marzo, hay 184 días en promedio.
Con respecto a las provincias que no publicaron sus calendarios, María Cristina Gómez, directora de la Red de Educadores Innovadores, advirtió: “Un calendario implica planificación para la toma de decisiones. Es importante en el nivel micro de cada unidad escolar, donde se proyectan las actividades, los recursos, los períodos de evaluación; y constituye un instrumento eficaz para la mejora de los procesos de aprendizaje de mediana escala. La improvisación y falta de transparencia siguen siendo una constante. No tener calendario implica sumar un obstáculo y estar un poco más lejos de alcanzar cualquier objetivo de mejora”, sentenció Gómez.
Al cierre del relevamiento, los autores del informe no encontraron calendarios escolares 2022 publicados en un total de ocho provincias: Chaco, Chubut, La Rioja, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán. “En estos casos —según notificaron desde el Observatorio— se recurrió al calendario publicado por el Ministerio de Educación de la Nación, con fechas de inicio y finalización de clases y receso invernal, y a las referencias de sitios de sindicatos y prensa”.
Otras noticias de Educación
Más leídas de Sociedad
Denuncia. Un centro de salud mental clave para más de 8000 pacientes, en riesgo por la subasta de inmuebles nacionales
Histórico. Por primera vez, dos mujeres llegaron a la comisión directiva de uno de los clubes más tradicionales de la ciudad
"Avance de un frente frío". Alerta meteorológica por tormentas y vientos intensos en 14 provincias
“Una vergüenza total”. Quejas, enojo y hasta 10 horas de espera, la odisea de miles de turistas chilenos para cruzar a Mendoza