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El Gobierno avanza con las obras destinadas a una puesta de valor integral de la Casa Rosada iniciadas durante la gestión anterior. Si bien hubo algunos cambios respecto al llamado Master Plan Casa Rosada Siglo XXI, se continuó con la renovación de instalaciones eléctricas, la recuperación de oficinas, la colocación de nuevos ascensores y offices o cafeterías. Las empresas se contrataron a través de licitaciones públicas y hasta el momento se desembolsaron $347.659.375 Los trabajos concluirían en marzo del 2022 y se dejará para el final la fachada. Aún no está definido con que tono de rosado se la pintará.
El subsecretario de Planificación General de la Secretaría General de la Presidencia, Julián Massolo, informó que hasta ahora se ejecutó más del 87 por ciento del Master Plan iniciado en el 2017. Cuando asumió Alberto Fernández, se habían concretado el 30 por ciento de las licitaciones de obra pública que estaban en el proyecto, agregó. Al ingresar por primera vez a la sede gubernamental el mandatario se encontró con un edificio en plena obra y ordenó revisar contratos y licitaciones en curso, los cuales se terminaron de ejecutar casi en tu totalidad.
“Se buscó un estilo austero de intervención, con instalaciones más funcionales”, dijo Massolo. El objetivo principal era “modernizar” sin alterar el patrimonio histórico y cultural, señaló en relación al inmueble de casi 150 años de antigüedad. El icónico edificio sufrió falta de conservación durante sucesivas décadas, pero ciertos sectores también habían sido reformados a partir del 2007.
“Ahora estamos a full. Queríamos terminar las plantas, los offices, la accesibilidad. Intervenimos 2.200 metros cuadrados del edificio.”, señaló una alta fuente durante una recorrida por el Palacio de Gobierno. Llaman la atención los largos pasillos recién pintados de blanco, despojados de adornos y de cuadros. El edificio posee 26.000 metros cuadrados y cuatro plantas.
La Secretaría General de la Presidencia informó que para la obra se destinaron $320.423.969,82. Además, se gastaron $18.700.000,00 en la colocación de ascensores y $8.535.406 para la provisión de un nuevo equipamiento gastronómico y mobiliario. Estos dos últimos puntos no estaban incluidos en el Master Plan.
Al sumar las tres cifras se deduce que se gastaron $347.659.375. De acuerdo a la ley de obra pública este monto se calcula en base a las llamadas redeterminaciones sobre los certificados de obra, que a su vez se actualizan sobre índices establecidos de mano de obra y materiales. Cuanto más cerca del contrato original es la certificación de un trabajo, más bajo es su valor, detallaron. De ahí el apuro por concluir la remodelación. “Las tareas continuaron durante la pandemia gracias a protocolos estrictos. El último contrato concluye el 28 de febrero. Ahí podremos dar la cifra exacta de lo gastado”, anunció Massolo.
La Casa Rosada es Monumento Histórico Nacional desde 1942. La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos tiene superintendencia sobre el inmueble. Es la encargada de analizar y luego aprobar las intervenciones que se realizan en el edificio. A su vez, la dirección de obra del Master Plan está a cargo de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Nacional de Buenos Aires, FADU.
Nuevos ascensores
Al ingresar al inmueble lo primero que llama la atención es la desaparición del obrador tapado por una lona negra que desde el 2018 estuvo en el patio de Balcarce 50. En ese sitio el Gobierno de Macri tenía previsto instalar un núcleo de ascensores que conectara el subsuelo y el Museo del Bicentenario con la terraza donde colocarían un roof top con pérgola y huerta. Sin embargo, durante las excavaciones se sorprendieron al encontrar restos arqueológicos del Palacio de los Virreyes. De todos modos, en ese plan estaba contemplado seguir con la instalación de elevadores, pero a menor profundidad para no afectar los restos de los primitivos muros a los que la gente podría tener acceso a través un túnel.
La actual gestión dio marcha atrás con este proyecto. “Consideramos que rompía con la fisonomía del sitio y pusimos ascensores en otro lugar”, explicó Massolo en relación al estilo ecléctico del inmueble donde se mezcla lo francés, con lo italiano y lo clásico. Pero además, según fuentes de la Rosada, de instalarse en ese sitio se hubieran estropeado las cañerías que pasan debajo del edificio. El agujero del obrador fue tapado y el patio se reconstruyó tal como era originalmente.
La Casa Rosada fue inaugurada en 1898 y tuvo sucesivas reformas a lo largo de su historia. Por sus pasillos circulan casi 1000 personas por día y luego de la pandemia todo parece estar volviendo lentamente a la normalidad. Además de ser sede del Poder Ejecutivo Nacional, alberga a la Jefatura de Gabinete de Ministros, a tres Secretarías dependientes directamente de la Presidencia y al Ministerio del Interior.
En el sector de Paseo Colón, al lado del montacargas, se hizo un encofrado de hormigón demoliendo oficinas para colocar dos ascensores especiales para proteger del coronavirus. Funcionan con un panel táctil e incluyen cortinas de aire para desalojar microbios.
Las reformas alcanzaron al subsuelo
Otro de los elevadores, el Carpani, inhabilitado desde hacía años, fue suprimido. En cambio, continúa funcionando el montacargas por donde suben y bajan alimentos y materiales de construcción. También funciona el ascensor privado del presidente que llega hasta el subsuelo por donde se sale a Plaza Colón. Forma parte del eje presidencial y antes iba hasta la terraza donde estaba el helipuerto. En ese sector se va a instalar una Unidad Médica Presidencial que facilitará la salida del mandatario ante una emergencia. Ahora, esa unidad está en el primer piso. A su vez, los antiguos portones de madera frente a la plaza serán restaurados y las rejas que envuelven el edifico serán reforzadas. Fueron vandalizadas durante el velorio de Diego Armando Maradona en noviembre del 2020.
También en el subsuelo, donde se ubican además los granaderos, se pintó y se construyó una sala especial para los comandos de todos los servicios: sistema anti incendios, eléctrico, de presurización del agua y los nuevos termotanques. “Esto era un covacha, todo oscuro acá abajo. Tenías que bajar a buscar a un cerrajero por una urgencia y era imposible encontrarlo”, se lamentó un conocedor de la Casa Rosada.
A pocos metros de ese lugar se pondrá en valor el llamado Salón Azul (pintado de blanco por la anterior gestión) y se instalará una nueva cocina que reemplazará a la del segundo piso. Se dieron de baja las kitchenette y calentadores que había en varios despachos y se compró un nuevo equipamiento gastronómico y mobiliario para tres sectores de cafeterías.
Respecto al office que puso en la galería abierta del primer piso la gestión de Macri, se lo va a desmantelar por romper la fisonomía de ese emblemático espacio, dijeron. Además, a partir de ahora, planificarán la comida con un mes de anticipo. “Hoy tenemos un menú igual para todos los trabajadores. El presidente come lo mismo que todos”, reveló la fuente. “Alberto no cambió nada, solo tapizó los sillones y volvió a colgar los cuadros de los próceres”, explicó en relación al despacho del Presidente. Hay 200 cuadros en Casa Rosada, todos pertenecen al Museo del Bicentenario.
Respecto a la histórica Biblioteca de Presidencia, se están restaurando y clasificando volúmenes para luego trasladarlos a la planta baja, su sitio original. Consta de 4.000 libros y hay varios en mal estado, sobre todo los tomos más grandes.
Por otro lado, durante el gobierno de Macri, entre otras obras, se renovaron las oficinas del segundo piso y se construyeron baños que hoy ocupan un total de 600 metros cuadrados. Antes había 64 baños distribuidos en oficinas que traían problemas como pérdidas de agua y humedades. Ahora hay uno que es unisex en planta baja. El primer segundo piso cuentan con uno cada uno, pero separado por género. El material que predomina en los baños es el mármol.
Mientras que pasillos y despachos se pintaron de blanco para brindar luminosidad, los patios exteriores y los balcones seguirán siendo rosados. El Patio de las Palmeras y la galería del primer piso no se intervendrán. En el Patio del Aljibe está el centro de operaciones de la obra. Lo último que se hará será renovar este lugar, lo cual incluirá la restauración del icónico aljibe.
En la terraza se intervinieron 8.000 metros cuadrados. Quedó pintada, impermeabilizada y se hizo una limpieza debido que se utilizaba como depósito. También se colocaron equipos de aire acondicionado. El grupo escultórico del italiano Carlos Bianchi que la corona también será puesto en valor.
Una vez concluidos los trabajos en el interior se pintará la fachada. Aún no hubo definición entre los expertos respecto a cual será el tono de rosa que deberá lucir el edificio creado a partir de la unión de los antiguos edificios del Correo y de la Casa de Gobierno de acuerdo a la remodelación proyectada por Francisco Tamburini en 1884. Según un cateo en una de las columnas internas, la construcción tuvo a lo largo de su historia hasta 13 tonos diferentes. No sólo rosados sino también grises y hasta naranja. “La única certeza es que la Casa Rosada no siempre fue rosada”, dice el museólogo Pablo Chiesa.
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