Carolina Robino, directora de BBC Mundo: "Las audiencias tienen mucho interés en comprender cuáles son las opciones para salir de esta crisis"
Carolina Robino es la directora editorial de BBC Mundo, el servicio de noticias de la BBC en Español, uno de los 40 lenguajes del área noticiosa global de la cadena británica que cuenta con más de 2000 periodistas en todo el mundo. De origen chileno y con más de una década de experiencia liderando diferentes equipos, tiene más de 20 años de trabajo en la plataforma digital, primero como periodista multimedia, luego como editora de video, y posteriormente como editora general y directora.
En una entrevista con LA NACION para la serie "Coronavirus y medios", la profesional graduada en la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1990, rescata varios aspectos positivos que deja la pandemia de coronavirus a nivel del trabajo periodístico, cuenta cómo fue lanzar el rediseño del sitio de BBC Mundo en pleno confinamiento y explica por qué para su medio es tan importante la cobertura de temas de ciencia y salud.
- ¿Qué medidas adoptaron en la Redacción de la BBC frente a la crisis sanitaria?
- Cuando Reino Unido decretó la cuarentena, BBC Mundo siguió la línea de la BBC de maximizar el teletrabajo, dejando en la oficina a un grupo pequeño de periodistas y editores destinados a garantizar la publicación del material producido. Y así seguimos. Obviamente, la gente que va a la redacción cumple con las reglas de distanciamiento social, sentándose a suficiente distancia y el edificio ha sido adaptado de acuerdo a las normas sanitarias. Fue un esfuerzo de coordinación enorme e intenso, pero para mi sorpresa nos adaptamos con bastante facilidad. Llevamos desde marzo trabajando así, haciendo las reuniones editoriales por Zoom y comunicándonos a distancia. Como le pasó a muchos medios, hubo un momento en que tuvimos que cambiar también la agenda, dando prioridad absoluta a lo que ocurría con el coronavirus. Pero esa etapa ya terminó. Lo interesante ahora es ver cómo seguimos y qué efectos positivos y negativos puede tener esta transformación a mediano y largo plazo.
- ¿Cuáles son los contenidos diferenciales de la marca a los que apostaron y que conectan mejor con las audiencias?
- BBC Mundo lleva años apostando a condensar en la página web y sus plataformas la misión de la BBC, que es informar, educar y entretener. Lo que la BBC hace en sus numerosísimos programas, canales, estaciones de radio, etc., BBC Mundo intenta hacerlo en un solo sitio. Y con mucho énfasis en explicar el mundo en que vivimos. Nos interesa la información con contexto, entregarle a las audiencias las causas, las consecuencias, los puntos de vista que conforman una historia. En el caso del coronavirus, en una primera etapa hicimos énfasis en explicar la enfermedad, cómo se contagia y cómo protegerse, con mucho cuidado de no causar falsa alarma ni crear falsas esperanzas. Lo importante para nosotros es que la gente pueda confiar en lo que publicamos. Obviamente, es algo que cuidamos siempre, pero ante una crisis de salud de esta magnitud la información se puede convertir en un asunto de vida o muerte. La responsabilidad es enorme. Luego, a medida que la pandemia fue provocando el cierre de países y alterando nuestras vidas, dejando de ser un tema exclusivamente médico para convertirse también en una historia política, económica y social, comenzamos a analizar otros factores e iniciamos una serie de análisis, entrevistas, testimonios que han tenido gran repercusión en el público. También le hemos dado bastante espacio a cubrir los países y las estrategias que han sido relativamente exitosos en la lucha contra el virus. Creo que las audiencias tienen mucho interés en comprender cuáles son las opciones para salir de esta crisis.
- ¿Por qué el Reino Unido está en el top 3 de los países con mayor cantidad de fallecidos?
- Creo que esa pregunta la debería contestar un experto, pero claramente hay muchos factores, entre ellos, la reacción tardía de las autoridades que en un comienzo no reconocieron la gravedad de la enfermedad, la baja cantidad de test que decidieron hacer, el alto número de viajeros que entran y salen de Londres y otros aeropuertos del país, la alta densidad de población de la capital, y el hecho de que la tasa de contagio creció tan rápido que los hospitales no dieron abasto para tratar a los enfermos. Las escenas que vimos de los servicios de urgencia colapsados son de una tristeza apabullante.
A medida que la pandemia fue provocando el cierre de países y alterando nuestras vidas, dejando de ser un tema exclusivamente médico para convertirse también en una historia política, económica y social, comenzamos a analizar otros factores e iniciamos una serie de análisis, entrevistas, testimonios que han tenido gran repercusión
- ¿Qué aspecto positivo puede rescatar tanto desde el punto de vista periodístico como de la ciudadanía en esta pandemia?
- Desde el punto de vista periodístico, creo que la pandemia le devolvió a los grandes medios cierto prestigio y confiabilidad. Lo vimos en el aumento enorme de audiencias necesitadas de encontrar información veraz y confiable. Hubo momentos en que BBC Mundo triplicó su audiencia diaria, y eso es un orgullo, pero también una gran responsabilidad. También me parece fantástico el enorme espacio que ganaron en los medios los científicos, los médicos, las enfermeras, los filósofos, los economistas, que se convirtieron en voces más relevantes que las de los políticos. Era un balance que se necesitaba y ojalá permanezca. Como ciudadanía, o humanidad si queremos, nos enfrentamos y seguimos enfrentando a algo que es parte de la vida, la incertidumbre que de alguna manera habíamos ocultado bajo la enorme parafernalia de control que hemos construido. Yo creo que ese el mayor y más profundo cambio que nos ha traído, y lo pongo como algo positivo porque nos puede conectar con asuntos esenciales y con esa frase tan manida como fundamental de vivir el presente porque es lo único que existe. A nivel más práctico, hemos visto actos de una generosidad conmovedora, y nos ha recordado el papel que el personal médico y los profesores juegan en nuestras vidas. Y lo poco que los valoramos, al menos en América Latina, donde los sueldos en los hospitales y las escuelas públicas no reflejan el aporte que hacen.
- ¿Cómo fue la experiencia de lanzar un rediseño del sitio de BBC Mundo en medio de la cobertura del covid-19?
- Mucho más fácil de lo que imaginamos. El diseño estaba listo antes de la llegada del coronavirus. Es un diseño estándar para todos los sitios de Servicio Mundial de la BBC destinado a hacer más fácil la lectura en móviles. Si les dijera que el cambio concreto se hizo en un abrir y cerrar los ojos, quizás no me lo creerían, pero fue así.
Tenemos que conectarnos más con la calle, con los números, con los hechos y tomar más distancia de los políticos para poder cumplir con ese papel fundamental del periodismo que es fiscalizarlos
- ¿Por qué BBC Mundo apuesta de manera tan profunda a las temáticas vinculadas a la salud y la vida cotidiana en general?
- Porque creemos que aquella idea de que el periodismo es importante porque le entrega a la ciudadanía herramientas para tomar mejores decisiones no debe limitarse a los temas geopolíticos. La democracia es mucho más que los procesos electorales y las decisiones de los gobiernos. Como sociedades no somos solo seres políticos, somos también seres curiosos, seres con ansias de aprender y mejorar. Somo tantas cosas. La salud es quizás el bien más preciado que tenemos y al que más aspiramos. Decimos salud, dinero y amor, y aunque se puede diferir en el orden, e incluso en si son las tres cosas básicas, dudo que ante una posible elección alguien sacaría la salud de la ecuación. Es, o debería ser, un derecho humano. Y es, además, un tema fascinante, lleno de avances, de historias humanas, de complejidades, de dolores, de esperanzas, de información interesantísima que nos puede ayudar a vivir mejor. Para BBC Mundo es importante darle a esos temas el lugar que se merecen, y catapultarlos desde los medios especializados a los masivos.
- ¿Qué cosas cree van a permanecer y qué cosas van a cambiar en nuestro trabajo de periodistas post coronavirus?
- Creo que nos va a tocar reaprender bastante. Me parece que la sobreinformación y el ruido que provoca esta noticia tiene a las audiencias un poco agotadas. ¿Quién tiene tiempo para leer, ver, escuchar todo lo que los medios ofrecen? Tengo la certeza de que en BBC Mundo permanecerán las grandes historias originales y los temas de salud y ciencia seguirán teniendo enorme relevancia, pero me gustaría agregar a ese trío de informar (explicar), educar y entretener que mencioné antes, el reflexionar. Durante esta crisis hemos visto una gran hambre del público por ideas interesantes, por personajes que cuestionan, por ideas inspiradoras. Creo que de alguna manera tenemos que servir de vaso comunicante de lo que muchas veces no llamamos noticia porque no está en las agendas oficiales. También hay varios desafíos para los que no tengo respuesta. Por ejemplo: obviamente, vamos a viajar menos, y eso tiene la ventaja de que vamos a contribuir menos al cambio climático, y permitir a las empresas ahorrar, pero cómo vamos a cubrir desde el terreno. Es cierto que con el teléfono, Skype, Zoom y otras plataformas se pueden hacer maravillas, pero hay cosas que solo se aprehenden estando presente. ¿Y cómo hacemos mejor nuestra labor de fiscalizar a las autoridades? Creo que pasamos por un tiempo en que las opiniones valen más que los datos, y que somos nosotros -los periodistas- los que tenemos la responsabilidad de volver a darles el valor que deberían tener. Datos, hechos. Cuando empezó el estallido social en Chile, algunos colegas me decían que los había agarrado por sorpresa, que no lo habían visto venir. Pero las cifras de la desigualdad y el sentimiento de descontento eran evidentes. Tenemos que conectarnos más con la calle, con los números, con los hechos y tomar más distancia de los políticos para poder cumplir con ese papel fundamental del periodismo que es fiscalizarlos.
Como sociedades no somos solo seres políticos, somos también seres curiosos, seres con ansias de aprender y mejorar
- ¿Qué historias la impactaron más en la cobertura de BBC Mundo?
- ¡Uf! Muchas. Voy a elegir una entrevista que le hicimos a una anciana italiana cuando ese país era el epicentro de la pandemia. Llevábamos días diciendo que la tercera edad era la más afectada, y de repente nos dimos cuenta de que no habíamos entrevistado a ningún anciano. Una colaboradora en Milán habló con esta mujer, Lucia Macchi. Iba a ser parte de una serie de testimonios, pero me pareció tan buena que decidí publicarla sola. Se titulaba Coronavirus en Italia: "¡Y piense cuán frágiles somos que un virus nos puso a todos de rodillas!" y condensaba sin ambición académica pero con gran maestría, el impacto personal y social del virus. También hay dos videos que se me quedaron grabados: el del interior de una unidad de cuidados intensivos, donde los médicos contaban cosas en las que nunca había pensado: el calor terrible que les provocan los trajes con que se tenían que proteger del contagio y el enorme esfuerzo físico que se necesita para poner a un paciente inconsciente porque boca abajo para que pueda respirar mejor. Y uno que publicamos hace muy poco de un venezolano buscándose la vida en Bogotá, un gran personaje contando con optimismo y hasta humor, el gran drama que está viviendo.
El teletrabajo tiene ventajas, sin duda, pero se pierden muchas cosas, y me aterra que se convierta en norma. Personalmente, estoy como todos, me imagino: unos días bien y otros menos
- ¿Cómo vive la situación a nivel personal y laboral?
- Laboralmente, esta ha sido una oportunidad, impuesta, pero oportunidad al fin y al cabo para repensar por qué hacemos las cosas de una manera. El cambio de rutinas nos sacó del piloto automático, y eso es fantástico. Cosas que nos llevaban 8 horas ahora nos llevan 5 minutos. ¡Cuánta duplicación teníamos! Pero aunque nos hemos adaptado bien, echo de menos la dinámica de la redacción, la espontaneidad y la creatividad que genera, la improvisación, la adrenalina de discutir y tomar decisiones en conjunto. La tecnología ha sido de gran ayuda, pero es agotadora. Estoy harta de verme en Zoom y de que cualquier conversación que antes llevaba dos minutos, ahora sea todo un trámite. El teletrabajo tiene ventajas, sin duda, pero se pierden muchas cosas, y me aterra que se convierta en norma. Personalmente, estoy como todos, me imagino: unos días bien y otros menos. Gracias por preguntar.
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