Carnívoro y venenoso: el hallazgo de una extraña especie de gusano sorprende en el parque Lanín
Se trata del primer avistaje de una planaria gigante en ese área protegida de la provincia de Neuquén
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SAN CARLOS DE BARILOCHE.– En la zona de Lago Queñi, un brigadista del Parque Nacional Lanín, en la provincia de Neuquén, encontró una rara especie de gusano chato llamada planaria gigante. Se trata del primer hallazgo realizado en ese área protegida de esta especie que habita en bosques y selvas.
Conocida vulgarmente como “lengua de vaca”, la planaria gigante (Polycladus gayi) es una especie poco común que se caracteriza por presentar un cuerpo plano de gran tamaño –unos 15 centímetros– y una llamativa coloración: dorso negro con ribetes laterales amarillo-anaranjados. Estos organismos, típicos de los bosques valdivianos de la Cordillera, habitan lugares húmedos y con escasa luminosidad, como los suelos de bosques y selvas densos. Viven entre la hojarasca, debajo de troncos y piedras, y se alimentan mayormente durante la noche.
En ese sentido, desde el Parque Nacional Lanín destacan el trabajo que se viene realizando en el marco del Proyecto Huemul. Para conseguir la recolonización natural del huemul en el área protegida, se realizan monitoreos, control de fauna exótica y acciones de manejo que mejoren las condiciones para la especie, que no se registra en el área desde la década de 1990.
Desde hace más de un año, los responsables del Proyecto Huemul buscan restablecer el ecosistema del huemul. El hallazgo de la planaria gigante resulta una buena prueba del éxito del proyecto: a la planaria gigante se la considera bioindicadora de sitios bien conservados debido a que es una especie más sensible a la humedad del ambiente que la mayoría de los organismos del suelo.
“La biota del suelo es un componente esencial para la salud de los ecosistemas, por lo que estos organismos son una herramienta adicional para el monitoreo de los ecosistemas”, sumaron desde el parque Lanín.
Los gusanos chatos o planos pertenecen al orden Tricladida (con tres ramas en el tubo digestivo) y se reconocen tres subórdenes: las planarias marinas, las planarias acuáticas y las planarias terrestres o dulceacuícolas. Entre estas últimas hay unas 822 especies. Si bien viven principalmente en la región tropical, la mayor riqueza de especies está en el hemisferio sur.
Un predador tope
Los lugares en los que habitan las planarias gigantes son húmedos y con escasa luminosidad. “Pese a que han colonizado la Tierra hace millones de años, carecen de mecanismos para la regulación interna de su contenido de agua, que porcentualmente representa casi un 83% del peso corporal. Esto implica que requieren elevada humedad ambiental, pudiendo sobrevivir al desecamiento si la pérdida de agua es menor del 45% del peso del cuerpo”, indica la bióloga Liliana Semenas, investigadora del Conicet y docente en la Universidad Nacional del Comahue.
Agrega que las planarias gigantes son carnívoras y, en sus microambientes, “predadoras tope”: se alimentan de otros invertebrados como caracoles, lombrices y babosas. De hecho, pueden capturar presas mucho más grandes que ellas, utilizando una gran variedad de técnicas, como secreción de sustancias venenosas y mucosas, acorralamiento con presión corporal y emisión de líquidos que vierten desde el tubo digestivo sobre la superficie de la presa viva. Para el humano, son inofensivos.
La poco común planaria gigante de la selva valdiviana fue descripta en 1847 a partir de ejemplares provenientes de Valdivia, en Chile, que le fueron enviados al zoólogo francés Charles Émile Blanchard, quien la denominó Polycladus gayi. En Chile se han dado la mayoría de los registros de la especie, sobre todo en las regiones del Bío Bío, Araucanía, Los Lagos y Los Ríos.
En tanto, en la Argentina se realizaron previamente avistajes de la especie en la Cascada Los Cántaros y en cercanías del Lago Frías, ambos lugares en la zona de Puerto Blest, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi.