Carlos Delgado, Jefe de programas de TV en español de la Deutsche Welle: "La realidad hay que mostrarla tal y como es"
Carlos Delgado tiene 53 años y es el jefe de la programación en español de la señal de televisión alemana de alcance global Deutsche Welle. Con sedes en Berlín (TV) y Bonn (radio y digital), la DW es un servicio de radiodifusión internacional financiado por el gobierno de ese país con focos periodísticos en Alemania, la Unión Europea y el mundo.
En diálogo con LA NACION para la serie "Coronavirus y medios", el periodista asegura que no persigue una "cobertura sensacionalista sino lo más austera y clara posible sin obviar, eso sí, los aspectos más encarnizados de la pandemia", dice que el mayor aprendizaje para los medios en la pandemia es la "diversificación" y sostiene que en las sedes centrales del medio "se impuso el uso de mascarillas, se instalaron paredes divisorias en los lugares de trabajo y se introdujeron en tiempo récord las condiciones técnicas para que los periodistas pudieran elaborar contenidos desde casa".
- ¿Cuáles son los focos editoriales de la DW en la cobertura periodística de la pandemia de covid-19?
- La pandemia del coronavirus es sin duda una crisis sin precedentes de la cual se dice que marcará un antes y un después. Como sucede en otras crisis de dimensiones globales lo que más inquieta a la población es la incertidumbre: ¿corre peligro mi vida y la de mi familia?, ¿cómo debo comportarme?, ¿puedo confiar en mi gobierno?, ¿cómo manejan la crisis otros países?, ¿qué debo creer?, etc. Desde DW queremos dar respuestas claras y ofrecer información veraz y contrastada a una audiencia global sin descuidar, eso sí, los desarrollos locales. En el caso del programa en español a mi cargo también observamos de cerca el desarrollo de la pandemia y sus efectos en todos los países latinoamericanos.
Nuestra tarea no es destacar el rol de Angela Merkel en esta crisis sino informar y analizar objetivamente su gestión y la de su gobierno, incluidos sus desaciertos
- ¿Qué contenidos producidos por su equipo lo impactaron más?
- Obviamente los reportajes sobre el terreno. Aquellos que reflejan de manera más directa el drama de esta pandemia: los testimonios de afectados, de equipos médicos, pero también de trabajadores o empresarios que han perdido su medio de subsistencia. Sobrecogedor fue uno de nuestros reportajes sobre la situación en Manaos, en donde las funerarias no daban abasto y muchas familias no tenían más opción que enterrar a sus seres queridos en una especie de fosa común. Pero también han calado hondo las historias positivas, las olas de solidaridad vividas por ejemplo en un barrio obrero de Bogotá, en donde durante el confinamiento los vecinos sin alimentos colgaban un pañuelo rojo en las ventanas para que las llamadas "ollas populares" les pasaran comida.
- ¿Tuvieron casos positivos en la sede central? ¿Qué cambios introdujeron en sus rutinas de producción desde el inicio de la crisis sanitaria
- Tuvimos algunos casos de empleados en nuestras dos sedes en Bonn y Berlín que contrajeron el virus -si dentro o fuera no sabemos-, pero afortunadamente se recuperaron todos pronto. En cualquier caso, las medidas de protección implementadas en DW son muy estrictas. Por una parte, redujimos al comienzo la producción de programas de televisión manteniendo, eso sí, gran parte de los informativos de actualidad, reforzando además el área de redes sociales que requiere menos presencia física en oficina. Se impuso el uso de mascarillas, se instalaron paredes divisorias en los lugares de trabajo, etc. Introdujimos en tiempo récord las condiciones técnicas para que muchos de nuestros periodistas pudieran elaborar contenidos desde casa, pudiendo así retomar entre tanto la práctica totalidad de las producciones de televisión.
El aprendizaje más importante de esta crisis sanitaria para los medios de comunicación se resume, desde mi punto de vista, en una palabra: diversificación. La producción de programas de TV requiere de la presencia de muchas personas en redacciones y estudios
- ¿Por qué se destaca el rol cumplió la canciller Angela Merkel en la contención política y social de la pandemia?
- En realidad, no es nuestra tarea destacar el rol de Angela Merkel en esta crisis sino la de informar y analizar objetivamente su gestión y la de su gobierno, incluidos sus desaciertos. Me consta que, especialmente en Argentina, se hablaba del "milagro alemán" por la baja cantidad de contagios y muertes, en términos relativos, por Covid-19, pero creo que se mitificó algo la imagen de Merkel. De hecho, también en Alemania fueron muchas las voces que criticaron al Gobierno por reaccionar tarde al avance de la pandemia. Y al igual que en otros países también hubo en Alemania momentos de descoordinación.
- ¿Cuál fue el impacto de la crisis sanitaria tanto en audiencia como en el negocio?
- Desde hace años registramos un aumento significativo de nuestra audiencia en todo el mundo y la actual pandemia ha reforzado aún más esta tendencia. Sobre todo en momentos de crisis es cuando la gente busca con más urgencia información fundada y creíble. Vemos con gran satisfacción que el público nos considera una fuente de información fiable. La demanda de contenidos de DW sobre Covid-19 ha sido notable desde el comienzo de la pandemia. Elaboramos un programa diario "Especial coronavirus" que en América Latina, la región hoy por hoy más sacudida por la pandemia, registra una gran número de usuarios. Es un formato que en cualquier caso seguiremos produciendo.
Como sucede en otras crisis de dimensiones globales lo que más inquieta a la población es la incertidumbre: ¿corre peligro mi vida y la de mi familia?, ¿cómo debo comportarme?, ¿puedo confiar en mi gobierno?, ¿cómo manejan la crisis otros países?, ¿qué debo creer?, etc. Desde DW queremos dar respuestas claras
- ¿Cómo manejaron en la organización la publicación de los costados más negativos de la noticia como el número de muertos y sus historias?
- Al comienzo de la pandemia los baremos para determinar su peligrosidad eran confusos y las cifras eran lo más demandado: número de contagios, decesos, cantidad de tests, dinámica de propagación, estadísticas de todo tipo. Para nosotros fue y sigue siendo importante ordenar ese magma de datos y dejar que reconocidos expertos internacionales los analicen y valoren. Pero enseguida empezamos también a mostrar el impacto de la pandemia en la vida diaria, en el seno de la familia, los hospitales, las empresas, etc. En cualquier caso, no perseguimos una cobertura sensacionalista sino lo más austera y clara posible sin obviar, eso sí, los aspectos más encarnizados de la pandemia. La realidad hay que mostrarla tal y como es.
- ¿Qué cosas permanecerán y qué cosas cambiarán para los medios en la nueva normalidad que se avecina?
- El aprendizaje más importante de esta crisis sanitaria para los medios de comunicación se resume, desde mi punto de vista, en una palabra: diversificación. La producción de programas de TV requiere de la presencia de muchas personas en redacciones y estudios. La amenaza del Covid-19 nos ha obligado a reforzar vías alternativas de producción y divulgación de nuestros contenidos que no requieren de presencia física. Impulsar el home office es uno de los proyectos técnicos y logísticos más urgentes, pero también complejos para una emisora tan grande. Pero, al igual que una pandemia puede poner en jaque la producción televisiva, una plataforma de redes sociales puede, por ejemplo, quedar censurada por una dictadura. En situaciones así es imprescindible poder cambiar rápidamente de plataforma. Fortalecer y desarrollar todas las vías de distribución es estratégicamente vital.
- ¿De qué manera está mostrando la DW la segunda crisis derivada de la pandemia: la economía?
- De la misma manera que abordamos el drama social y sanitario. No hay duda de que vivimos tiempos muy difíciles y las consecuencias a mediano y largo plazo de esta pandemia aún no se divisan con claridad. Por una parte, mostramos cómo se está gestionando la crisis económica en Alemania y Europa. Hemos dado una amplia cobertura a los esfuerzos de la Unión Europea para reparar los daños económicos y sociales provocados por la pandemia en los países más afectados del bloque. Por otro lado, en la cobertura de DW Español, por ejemplo, seguimos también muy de cerca la situación en los países latinoamericanos. La pandemia ha llegado a esta región algo más tarde que en Europa, pero los efectos son igual de devastadores, o más. Pero también aquí no solo queremos mostrar el lado dramático de la pandemia, sino también el esperanzador y creativo que surge siempre que las sociedades se enfrentan a una grave crisis.
- ¿Qué contenidos de otros medios sobre el covid-19 puede destacar con ejemplos?
- Me ha llamado la atención un formato de la televisión pública alemana muy popular en el país. Se trata del podcast de uno de los virólogos más reconocidos del país, Christian Drosten. Desde febrero el investigador y médico aborda periódicamente para un gran público los diferentes aspectos científicos en torno al nuevo virus, llegando a alcanzar hasta 41 millones de usuarios.
En el día a día intentamos acomodarnos lo mejor que podemos a esa tremenda situación que se ha dado en llamar la "nueva normalidad"
- ¿Por qué la DW apuesta a los contenidos de cultura y salud como base de su estrategia?
- Deutsche Welle es un canal de información y noticias que abarca un amplio espectro temático en diferentes canales de televisión, páginas online y formatos de redes sociales. La cultura y la salud son una parte de la oferta junto a la actualidad política, la economía, el medio ambiente, ciencia y tecnología, deporte, etc. Obviamente la crisis del coronavirus domina la cobertura en muchos de estos formatos y canales debido a que nos enfrentamos a una situación verdaderamente extraordinaria. También aquí reside uno de los puntos fuertes de DW y es que somos capaces de implementar rápidamente una cobertura de trasfondo con expertos y análisis en todos los idiomas en los que emitimos para poner al día a nuestro público.
- ¿Cómo vive la situación a nivel personal, familiar y profesional?
- Afortunadamente hasta ahora no hay casos de contagios entre las personas más próximas a mí. Pero el riesgo siempre es latente, por lo que mi familia y yo hacemos todo lo posible por seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias. En Alemania es obligatorio el uso de mascarilla en comercios, transporte público y demás lugares con alta concentración de personas. También es obligatorio en DW, especialmente en lugares de tránsito del canal. En el día a día intentamos acomodarnos lo mejor que podemos a esa tremenda situación que se ha dado en llamar la "nueva normalidad".
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