Cannabis medicinal: en medio de quejas por demoras en el registro, el Gobierno dice que el sistema está saturado por la alta demanda
Activistas, ONG y pacientes reclaman por el retraso en los permisos; el Ministerio de Salud afirma que está revisando los criterios de acceso al Reprocann
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Activistas civiles y ONG reclamaron por el “congelamiento” del registro de pacientes, trámites que podrían demorarse hasta seis meses y una supuesta iniciativa para restringir las patologías que hoy permiten acceder al cannabis de uso medicinal. Los cambios en la dinámica del Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis (Reprocann) llevó a diferentes organizaciones a denunciar trabas en la concesión de permisos para la tenencia y cultivo de marihuana y las demoras en la renovación de los 300.000 usuarios y cultivadores que hoy acceden por la vía legal.
La reacción se desencadenó luego de la reunión que mantuvieron referentes del sector con funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación para discutir el funcionamiento del programa y, a partir de las declaraciones del vocero presidencial, Manuel Adorni, que señaló la semana pasada que el Gobierno está auditando 90.000 permisos que el programa habría concedido de forma irregular durante la presidencia de Alberto Fernández.
Desde la cartera de Salud, a cargo de Mario Russo, sostuvieron que están trabajando además en una resolución que revise los criterios de acceso al registro y los pedidos de nuevas inscripciones, pero aseguraron que el programa no se frenó y va a continuar.
“Desde diciembre el Reprocann está congelado. Hay alrededor de 70.000 personas que realizaron el trámite, gestionaron la prescripción médica y completaron todos los requisitos, pero siguen a la espera de la aprobación cuando antes no demoraba más de tres o cuatro semanas”, dijo a LA NACION, Valeria Salech, presidenta de Mamá Cultiva Argentina, la ONG que, junto a otras asociaciones, impulsó la ley de cannabis medicinal. La norma autorizó en 2017 que pacientes con indicación médica puedan acceder a la sustancia y creó el Reprocann, un registro gratuito que es un requisito obligatorio para obtener la autorización.
Desde la organización sostuvieron que la situación se extiende también para quienes se les venció y necesitan renovarlo. “Enviamos la semana pasada una carta al ministerio exigiendo que resuelva las solicitudes pendientes. En la reunión habían informado que de cada 1000 solicitudes que reciben están en condiciones de gestionar no más de 40. Están achicando el registro”, denunció Salech.
Y agregó: “La situación menoscaba el derecho a la salud y genera una preocupación de muchos de tener que volver a la clandestinidad”.
Alta demanda
En la actualidad el cannabis se rige por la ley penal 23.737 que prohíbe su uso, salvo excepciones, la 27.350 que lo autoriza para pacientes con receta médica y para la investigación científica de la planta y la 27.669 que le da un marco regulatorio a la producción y comercialización para uso medicinal y el cáñamo industrial. El Reprocann se inauguró durante la presidencia Mauricio Macri, que en su primera reglamentación permitió el acceso a pacientes con epilepsia refractaria. En la gestión de Alberto Fernández se amplió para pacientes de todas las patologías, según lo determinase un médico inscripto en el registro, y se extendieron los permisos, que antes se concedían por un año, a tres.
Desde las asociaciones manifestaron a su vez la preocupación de que la nueva gestión retrotraiga la situación a un listado fijo y acotado de las patologías que pueden ser alcanzadas por el permiso.
“Desafiar el quehacer médico”
“La modificación propuesta por el Ministerio de Salud en la última reunión del consejo consultivo del programa de cannabis restringe las patologías a partir de las cuales, los profesionales de la salud pueden indicar el uso de cannabis medicinal, proponiendo un listado de patologías que desconoce el alcance real del uso del cannabis medicinal en la medicina actual”, expresaron los representantes de la Sociedad Argentina de Endocannabinologia y Terapéutica Cannábica (SAET) en un comunicado.
Y agregaron: “La medicina cannábica viene a desafiar el quehacer médico convencional siendo los mismos pacientes quienes concurren en busca de acompañamiento y validación del uso de la planta para paliar sus dolencias. Con el avance de la legislación, se avanzó enormemente en la capacitación, investigación y uso del cannabis para gran cantidad de patologías, algunas con mayor evidencia científica que otras, todas con claras mejoras en la calidad de vida de quienes usan la planta en sus diferentes formatos.
Consultados por LA NACION, desde el Ministerio de Salud negaron que se esté trabajando en un listado que restrinja las patologías y refirieron que están auditando todo el registro y elaborando el nuevo marco normativo de los criterios de acceso. El programa lo dirige actualmente el área de Calidad en Salud del ministerio, a cargo del secretario Leonardo Busso, que mantuvo una reunión con las organizaciones en la que les informó que cuentan con un personal médico acotado para tratar todos los casos que llegan y que “la alta demanda de inscripciones saturó el sistema”. En ese sentido sostuvieron que están evaluando la implementación de filtros para priorizar los permisos de las patologías más urgentes.
“El registro va a continuar y se mantiene el diálogo con las ONG y las instituciones que integran el consejo consultivo con las que nos reunimos para presentarles las líneas de trabajo”, señalaron desde el Ministerio de Salud. En la reunión participaron también representantes de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) y de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
Sin cambios en la norma
Más allá de los reclamos, hasta el momento no hubo un cambio oficial en la normativa del programa. Los requisitos para acceder se mantienen: pasar por una consulta de médico del Reprocann que indique el uso de cannabis como tratamiento, completar un consentimiento informado, una declaración jurada e inscribirse en la plataforma Mi Argentina.
En la inscripción el usuario se puede registrar como autocultivador, cultivador solidario –un particular que cultiva para abastecer a otro– o como asociación civil cultivadora que también produce para abastecer a terceros sin un fin de lucro.
“La norma no cambió, pero en la nueva gestión la operatividad que se daba a través de la web Mi Argentina demora la inscripción de las personas y las asociaciones civiles que buscan inscribirse en el registro”, dijo Piero Liebman, abogado especializado en regulaciones sobre cannabis y uno de los directores de la ONG WePlant. Según Liebman se estima que, hasta que se regularice el organismo, un trámite para inscribir nuevos pacientes o renovar los permisos va a demorar seis meses.
“El sistema está colapsado porque no se adaptó al aumento de la demanda de personas que buscan acceder al cannabis por la vía legal. Hay más inscriptos como consumidores que organizaciones aprobadas para abastecerlos. Solo 51 ONG están autorizadas a producirlo y cada una tiene habilitación para proveer hasta 150 pacientes lo que no permite absorber la necesidad de los más de 300.000 registrados”, indicó Liebman.
El especialista señaló que el Ministerio de Salud como autoridad de aplicación del Reprocann es quien monitorea y realiza chequeos a la hora de incorporar una asociación civil productora. “El abastecimiento nunca está dado por productores industriales de cannabis. Lo más parecido a los productores son los cultivadores solidarios que cultivan en su casa para su entorno cercano, o las asociaciones civiles y ONG que cultivan para terceros como actividad sin fin de lucro”, refirió.
En cuanto a la industria cannábica consideró que la demora en la operación del programa está generando una retracción de las inversiones en subproductos derivados de la planta, como aceites e indumentaria de cáñamo.
“Hubo una retracción generalizada en la industria que no creo que sea definitiva porque no hubo modificaciones en la normativa y no pareciera que la postura del Gobierno esté en contra del cannabis. Una vez que el Reprocann se reactive en pleno debería reactivarse todo el desarrollo que se venía dando”.
En primera persona
Gastón es un paciente de 38 años que accedió al programa luego de que se le indicase tratamiento con aceite de cannabis para el bruxismo de sueño y vigilia crónico. “Me dieron el permiso de Reprocann en febrero de 2023. Tardé tres semanas en gestionarlo y que me lo aprueben. Me lo dieron por un año y como se vencía en febrero de 2024 fui a hacer el trámite en enero, pero me informaron que están tardando entre tres y cuatro meses en aprobarlo”, dijo el paciente, a quien el organismo le había autorizado el cultivo de hasta nueve plantas en su hogar. El especialista médico justificó la renovación por la “buena respuesta al tratamiento con cannabis”, pero desde el 28 de enero que en el sitio Mi Argentina su solicitud aparece como “pendiente de evaluación”.
“Sigo esperando que lo aprueben. Van por el trámite 250.000 y yo tengo el 255.000, aunque me dijeron que las aprobaciones no van por orden. Lo que más me preocupa es que tengo plantas en el balcón que están en etapa de florecimiento, que en su momento las tenía de manera legal por el permiso, y ahora quedé sin cobertura legal porque venció”.
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