Cannabis medicinal: en 18 meses habría producción nacional mientras siguen los reclamos

CORDOBA.- A un año y medio de la reglamentación de la ley para poner en marcha el "Programa nacional para el estudio y la investigación del uso medicinal de la planta de cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales" y a dos meses de la que fija las condiciones para la producción en invernaderos destinada a aceite medicinal, siguen los reclamos de diferentes organizaciones por la exclusión del autocultivo y la judicialización de casos tanto para poder hacer ese procedimiento, como para poder importar aceites para tratar enfermedades que no son la epilepsia refractaria, que es la única para la que está autorizado el ingreso.

La Anmat es la que lleva el Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis (Recann) y por el momento sólo están autorizados al consumo de cannabis medicinal pacientes con epilepsia refractaria que cuentan con prescripción médica. Hasta tanto empiece la producción en la Argentina –podría haber aceite disponible en 18 meses- el aceite se importa y lo paga quien lo trae. Desde las organizaciones canábicas coinciden en que las limitaciones terminan fortaleciendo el mercado negro.

Diego Sarasola, director del Programa Nacional, explicó a LA NACION que la instrumentación funciona "despacio y firme; hay algunos aspectos que avanzaron más que otros" e insiste en que la ley promueve la investigación, la producción nacional y la capacitación médica. Define como "revolucionario" el ensayo clínico con chicos con epilepsia refractaria realizado en el Hospital Garrahan. Allí se evaluó la eficacia y seguridad del aceite donado por un laboratorio de Canadá. El trabajo –que ya tiene los primeros resultados- es dirigido por el neurólogo Roberto Caraballo y es el primero en Latinoamérica referido a uso de cannabis medicinal en pediatría como parte del tratamiento en pacientes con encefalopatías epilépticas.

Está a punto de comenzar otro estudio para adultos en el hospital El Cruce de Florencio Varela a cargo de Silvia Kochen, investigadora y directora de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos (ENyS), dependiente de Conicet. En ese contexto, Sarasola reconoce que los mayores avances se registran en la capacitación médica: "Las facultades no nos forman en esta área; hay que trabajar con objetividad, eliminar los sesgos; estamos llegando a todo el país y también tenemos participación activa en congresos internacionales".

El funcionario admite que la importación de aceite "lleva tiempo" y que los productos que se venden en el mercado informal no tienen garantías de calidad y, en muchos casos, no respetan las concentraciones de cannabinoides que se requieren. "La ley promueve la producción nacional, en empresas estatales o mixtas, como la constituida en Jujuy , pero recién se está en la etapa de prueba piloto; lleva mucho tiempo. Los aceites deben tener la misma estabilidad de un fármaco", describe.

El Ministerio de Seguridad –que es la autoridad competente- autorizó en febrero el primer centro para elaborar cannabis medicinal en Jujuy.. La empresa Cannabis Avatara Sociedad del Estado está presidida por Gastón Morales, hijo del gobernador Gerardo Morales. Para la producción a cielo abierto en la finca El Pongo (cerca de Perico) la estatal se asoció con Green Leaf Farms International, radicada en Estados Unidos, que se dedica a la industria desde hace 8 años. Esa firma aportará los fondos necesarios para las etapas de producción, fabricación y distribución. Calculan que antes de dos años podrían estar haciendo los aceites.

Sarasola apunta que hay reuniones con el Inta y con investigadores para "protocolizar el camino" de la producción en tanto "hay varios proyectos en evaluación". Mientras, los interesados deben anotarse en el Recan tanto para importar como para ingresar como casos de probable investigación. "Hay obras sociales que pagan el aceite que se trae de afuera; el Estado no", señala el funcionario y sostiene que con el tiempo se pueden llegar a agregar otras enfermedades a tratarse. "Hay que mirar la evidencia médica; hay niveles de resultados que están muy discutidos incluso no está claro el perfil de eventos adversos. Hay que tener en claro que lo natural no es inocuo", dice.

Reclamos

La tucumana Mónica Rodríguez, vicepresidenta de la Asociación Manuel Belgrano y mamá de un nene de 12 años que padece una enfermedad del espectro autista, dice que cultiva "cuando puedo ya que hay muchos allanamientos; sino lo compro a productores que conozco ya que no todos los aceites son los mismos". Es parte del grupo que recurrirá a un amparo judicial para cultivar. "Se está vendiendo lo que se les ocurra en el mercado negro; necesitamos que alguien se apiade de nosotros y amplíen no sólo el número de enfermedades, sino que autoricen el autocultivo".

Las organizaciones que desde hace año promueven el uso terapeútico del cannabis y que impulsaron la discusión de la ley en el Congreso reclaman "libertad y amnistía" para los detenidos por autocultivo; regulación del aceite para "todos" los usos; reconocimiento a los pequeños y medianos productores; respeto a las normas internacionales de la ONU que legitiman al cáñamo como cultivo agrícola y reconocimiento del "valor del cannabis en prácticas tradicionales o fitoterapeúticas". También piden un "plan de reducción de riesgos y de daños" que incluya a establecimientos educativos, sociales y de salud pública y capacitación permanente de los equipos de terapeutas y una mayor partida presupuestaria para investigaciones del área.

La ley nacional "invita" a las provincias a adherir a la norma a los efectos de incorporarse al programa. Se sumaron, aunque con diferencias en los alcances de cobertura del uso del cannabis medicinal, todas las jurisdicciones, salvo Córdoba y San Luis . Quienes se anotan en el registro del Anmat para importar se quejan de la "excesiva burocracia" que conlleva el trámite y del tiempo que implica. "Es todo ilegal regalar, donar, consumir. Estamos constantemente contra las cuerdas, es triste que nos traten de delincuentes cuando estamos desesperados", define Rodríguez.

Guido Giacosa, es el abogado de una mamá salteña de un nene de siete años que padece neurofibromatosis 1 (produce proliferación de tumores sobre el tejido nervioso). Un fallo de primera instancia la autorizó al autocultivo el año pasado, pero ahora lo revocó la Cámara Federal de Apelaciones por considerar, entre otros aspectos, que los derivados artesanales no garantizan la salubridad. "La familia no puede conseguir el aceite a través del Anmat, no sólo porque el nene no tiene epilepsia sino porque requiere de una rotación de cepas; en el mejor de los casos lo que podría traer no le sirve", indica el abogado que irá con un recurso extraordinario a la Corte Suprema de Justicia.

"La decisión de la Cámara nos dejó en una situación desesperante –agrega-. El nene sufre de dolores muy fuertes y era tratado con analgésicos muy potentes con efectos secundarios complicados. Su mamá fue explorando alternativas y encontró que la rotación de cepas lo ayuda; pudo volver al colegio, tener una vida mejor".

La cordobesa Brenda Chignoli cultiva para ella y para su hijo que padece Enfermedad de Crohn (inflamación crónica del intestino). Cuenta que en 2011 fue la "primera" en empezar a hacer contactos en el Congreso para que se autorizara el uso del cannabis médico. "Después de la ley hay más allanamientos a los cultivadores; seguimos siendo criminalizados mientras una empresa extranjera avanza en el mega proyecto. Hay discriminación de patologías y no se tiene en cuenta que la mayoría de los pacientes se apoyan en cultivadores pequeños y medianos; somos los que ‘salvamos las papas’ porque damos soluciones que el Estado no ofrece".

Valeria Salech, de Mamá Cultiva,ratifica que en 2016 fueron a pedir un marco legal para una actividad que ya hacíamos, como es el cultivo de cannabis para fines terapeútico. "Es letra muerta, no tiene presupuesto, no se hizo nada en dos años para darnos unas respuesta. Seguimos siendo perseguidas y cada vez más legitimada por la sociedad que entiende nuestra necesidad; incluso los profesionales de la salud nos acompañan. Esperar a que se produzca en Jujuy es como esperar a los Reyes de Magos; que la noticia la haya dado Seguridad muestra que estamos muy mal porque este es un tema de salud, de una vida mejor".

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