Cannabis: buscan difundir sus usos en una polémica megaexposición
Además del terapéutico, más de 70 productores mostrarán, del 4 al 6 del mes próximo, las aplicaciones de la planta en la gastronomía, la construcción y la industria textil
Gastronomía, cosmética, ropa, decoración, papelería y hasta la construcción son las aplicaciones industriales en las que, además del uso medicinal, se va abriendo paso el cannabis y el mes próximo se exhibirán en una exposición en la Rural apta para menores. Con una entrada de $700 y la oferta de un "combo familiar" por $1800 para un día, los organizadores de la Expo Cannabis ya la promocionan con carteles en la vía pública como "la primera gran exposición" en el país "para descubrir y sorprenderse con todo lo que [la planta] tiene para dar".
La aprobación de la ley de uso medicinal del cannabis habilitó en 2017 su investigación médica y científica, que convive con la prohibición del autocultivo y la limitación del uso recreativo a los adultos, en privado y sin poner en riesgo a otros. En este delicado equilibrio, empezaron a abrir locales de venta de productos para autocultivo y se ofrecen en ferias, dietéticas y sitios online aceites o productos con la promesa de alivio o curación sin un control formal.
"El principal objetivo es informar a la población los enormes beneficios del cannabis para los que lo usan, pero también para los que no lo usan", dice Sebastián Basalo, director de la revista THC y uno de los organizadores de la exposición del 4 al 6 del mes próximo. "Hay un boom del autocultivo, con adultos mayores que producen el aceite y que reactivó una industria de productos que se necesitan para cultivar", agrega.
En los últimos tres años, según Basalo, se abrieron más de 200 tiendas -los grow shop- especializadas en cultivo y materiales para producir el aceite medicinal, pero que tienen problemas para registrarse como comercio porque no hay un rubro claro. "Así que ver cómo familias pudieron salir adelante con esta industria es lo que nos movilizó a hacer esta exposición. De una cultura cannábica, pasamos a hablar de una industria", afirma.
El atractivo monetario de la explotación industrial de la fibra de una variedad de la planta y que va desde materiales para la construcción o insumos de ferretería hasta alimento para aves, ropa y uso gourmet, alcanzó en 2017 ingresos por unos US$27.000 millones solo en Estados Unidos, según señalan desde la organización de la exposición.
Ponen como ejemplo, artículos más conocidos, como el hilo de cáñamo que se usa en plomería para reparar las canillas o las semillas de cannabis (cañamones) de uso para la cría de pájaros, además de otros de uso personal como cosméticos, remeras, anteojos, pañales, bijouterie, zapatillas, además de gastronómico, con bebidas y comidas, y hasta patinetas o ladrillos de construcción, lo que aún no llegó al país. Más de 70 expositores que contrataron un espacio en la muestra exhibirán varios de esos productos, además de los laboratorios con sus productos de uso medicinal, según se anticipó.
Pablo Cunto produce la primera cerveza de cannabis que se vende en el país: Hemp IPA. Lo hace por tandas, cuando cuenta con un aceite que se elabora en España con sustancias orgánicas vegetales llamadas terpenos que le dan a la cerveza el mismo aroma y el sabor del cannabis, pero sin los cannabinoides con propiedades médicas (cannabidiol o CBD) o psicoactivas (tetrahidrocannabinol o THC). "Hace cuatro o cinco años empecé con las pruebas con flores o esencias y lograba esas cualidades organolépticas del cannabis, pero también quedaban trazas de los cannabinoides. El producto tenía éxito por el aroma y el sabor, pero no la podía comercializar", cuenta. Fue con el maestro cervecero Hernán Castellani que logró dar con la solución: los terpenos, que se extraen por destilación de otras plantas y comparten el sabor y el aroma del cannabis. "Pero al no ser ilegales para el consumo, pero sí para la importación porque para la Anmat entran en la categoría de aceite para vapear, no podemos contar con la cantidad que necesitamos para una producción sostenida", agrega el dueño de Crystal Grow Shop en Lomas de Zamora. Por eso, la fabricación se limita a dos barriles de 50 litros por bar.
Prendas
Tito Khabie, creador de Kya Pure y artista plástico, importará al país la primera tela de cáñamo para fabricar remeras. Luego, seguirá con carteras. "La textura puede ser desde tipo arpillera hasta algo más procesado como el algodón o más cerrado en la trama, como la gabardina o el canvas. Se usaba para las velas de los barcos ingleses porque ese algodón dura cuatro veces más que el de otra fibra", explica. Y completa: "Al prohibirse en el mundo la marihuana, también desaparecieron las plantaciones de cáñamo de uso industrial, aunque se trata de una producción menos contaminante y más ecológica, además que se puede obtener cualquier tipo de tela".
La exposición tendrá un espacio de contacto con las empresas reservado para hacer negocios, además de la muestra de arte y las conferencias de profesionales de la salud y talleres sobre uso terapéutico, autocultivo, preparación de cremas, alimentos, aceites, regulación y tecnologías.
El uso medicinal del cannabis será la estrella de la Expo Cannabis. En un área funcionarán "puntos de encuentro" para que los visitantes conversen con médicos, representantes de organizaciones no gubernamentales y, también, del Ministerio Público de la Defensa.
"La idea es que sea un megaevento donde podamos acceder a información de calidad, sobre todo cuando se trata de la salud. Hay mucha desinformación. Y en este escenario de regulación no regulada, es cuando más se necesita que quienes más seriamente están trabajando en el uso y la producción personal del aceite orienten y acompañen a quienes quieren cultivar", explica Celeste Romero, coordinadora de asistencia e investigación médica del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (Cecca) y docente del posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata. "Lo más adecuado, en este contexto, sería llegar a una regulación mixta: que el acceso al cannabis medicinal sea por la compra del producto de laboratorios autorizados o la autoproducción regulada por el Estado", opina Romero.
El neurólogo Alejandro Andersson es uno de los conferencistas invitados a la exposición. "El cannabis medicinal es una realidad. Es usar los derivados de la planta de la marihuana y que demostró utilidad en más de 40 patologías avaladas por más de 10.000 estudios publicados. Pero hay que difundirlo y los médicos tenemos que estudiar para eso", dice.
"Es un remedio y como fármaco hay que conocer la fórmula y tener un margen de seguridad de que no tiene contaminantes, como metales pesados, bacterias o pesticidas. Ese control existe cuando lo produce un laboratorio, pero también se podría implementar perfectamente en el cannabis medicinal artesanal. Es muy importante que la ley acepte el autocultivo y el cultivo solidarios, porque es la forma de ingresar en ese universo y controlar a todos para que generen un producto de calidad y con un margen de seguridad para los pacientes. La demanda es fortísima. Es un tsunami, imparable", sentencia.
Para Romero, "lo más seguro" para los pacientes es consultar a uno de los muchos médicos formados en qué plantas tienen el contenido adecuado de CBD, además de cómo hay que cultivarlas de manera orgánica para no poner en riesgo la salud.
"Como médica, me da más tranquilidad que una persona que no puede acceder por el costo al producto que se importa a través de la Anmat, cultive la planta de forma consciente y el laboratorio de una universidad analice el contenido del aceite, que compre un producto sin etiqueta ni controles en el mercado negro. Entiendo que esto es muy polémico, hasta para mí, como médica, lo es -admite-. Pero también siento la responsabilidad de acompañar a conciencia a los pacientes y sus familiares. Muchos llegan a la consulta sobredosificados. Y en esto es infinitamente importante la presencia de las universidades".
Una fuente de esas plantas son los bancos de semillas de cannabis para uso recreativo, que en el país no están autorizados. En los últimos años, empezaron a ofrecer variedades con alto contenido de CBD.