Existen distintas vías para residir de forma legal o conseguir la ciudadanía; saber idiomas y tener experiencia en oficios o profesiones que escasean allí es clave
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“Acá trabajo se consigue, lo que recomiendo es que la gente venga con la idea de reinventarse. Otra cosa interesante es que en Canadá no te hacen sentir que estás viejo; es más, los currículums no dicen cuántos años tenés porque está mal visto que no contraten a alguien por su edad”, cuenta Esteban Pachuk, un diseñador gráfico argentino que tiene 37 años.
Él decidió cambiar su vida por completo y se fue hace 11 meses a Canadá a estudiar programación. “Vine a Montreal con mi esposa y nuestro hijo, que acaba de cumplir 3 años. Yo como estudiante puedo trabajar part time pero mi esposa tiene permiso para trabajar jornada completa. Lo que recomiendo es que investiguen un poco antes de venir qué profesiones u oficios se necesitan y cuáles son los requisitos. El sistema migratorio canadiense es complicado”, aconseja.
El caso de Maximiliano Bossio, de 29 años, es completamente diferente. Él vivía en Colonia Caroya, al norte de la provincia de Córdoba, y trabajaba en la empresa de su padre como tornero. “Me enteré del programa Trabajador Calificado en Quebec y decidí aplicar. Tuve varias entrevistas con mi empleador y un traductor, porque no hablaba francés. Finalmente ingresé y llegué a este país con un contrato laboral. Vivimos acá desde hace una año y medio. Vine con Cintia, mi esposa, que estaba embarazada. Hoy somos tres porque mi hija, Nina, nació acá y ya cumplió un año”, cuenta.
Según explica Maximiliano su proceso de contratación duró aproximadamente un año porque lo realizó en plena pandemia. “En este país faltan trabajadores especializados, por eso suelen abrirse nuevos programas y búsquedas laborales. Es más, creo que la empresa donde trabajo quiere traer más trabajadores extranjeros porque en Canadá no hay torneros o el personal que se requiere en esta empresa metalúrgica”, señala.
El joven cordobés cuenta que en el programa de Quebec al que aplicó no exige conocimiento de inglés o francés ya que han flexibilizado los requisitos debido a la imperiosa necesidad de trabajadores especializados en esta área. De todas maneras, no es así en todos los casos: todo dependerá de la especialidad o profesión.
Vías para migrar y profesiones más demandadas
Desde el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC) explicaron a LA NACION que cualquier persona puede emigrar a Canadá siempre que cumpla con los requisitos. Hay una serie de vías que los solicitantes de residencia permanente pueden considerar para emigrar a Canadá. Los ciudadanos extranjeros deben consultar la herramienta Come to Canada, que está disponible en su sitio web.
Desde principios de la pandemia, el IRCC ha priorizado las solicitudes de trabajadores en ocupaciones esenciales en agricultura y atención médica, donde la mano de obra es más necesaria en Canadá para proteger la salud de los canadienses y garantizar un suministro de alimentos suficiente. Al mismo tiempo el IRCC aclara que hay una variedad de situaciones que hacen que un ciudadano extranjero sea elegible para un permiso de trabajo.
¿Es fácil el proceso? “Muchas personas creen que sólo deben tomar un avión, llegar a Canadá como migrante y van a conseguir trabajo. No pueden venir a probar suerte. Tienen que estudiar un poco las vías que existen para migrar de forma legal”, aconseja Pachuk.
Para permanecer legalmente en Canadá existen varias opciones entre ellas el “Express Entry”, que es para emigrar como trabajador calificado; o “El patrocinio de la familia”, donde se consigue la residencia a través de un familiar que ya es ciudadano canadiense. Otra opción es la de “Candidatos provinciales”, es decir, que cada provincia de Canadá tiene sus propios programas de inmigración y requisitos.
El Programa de Inmigración del Atlántico es un camino hacia la residencia permanente en Canadá para trabajadores extranjeros calificados y graduados internacionales de una institución canadiense que desean trabajar y vivir en una de las cuatro provincias atlánticas: Nuevo Brunswick, Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo o Terranova y Labrador. El programa ayuda a los empleadores a contratar candidatos calificados para trabajos que no han podido cubrir localmente.
Quebec también cuenta con un programa de trabajadores calificados.
Pero estas son solo algunas de las posibilidades: existen otras que pueden consultar en Web del Gobierno de Canadá.
“Yo vine con la visa de estudio. No es garantía que me den la ciudadanía, pero es una vía segura y directa y no tiene tantos requisitos. En este caso el principal problema es el dinero. Es necesario venir con 30.000 dólares canadienses o CAD (1 CAD equivale a US$ 0,76), pero ese monto cubre solo el primer año de la carrera y dinero que te pide Canadá que traigas como estudiante”, cuenta Pachuk. Luego él deberá pagar el resto de la carrera que puede demandar entre 8000 y 15000 CAD anuales, según la carrera y la provincia donde se estudie.
El plan de Esteban, cuando termine la carrera, es trabajar un año, aprender francés avanzado y postularse para la residencia permanente. “Mi esposa puede hacer lo mismo, pero ella está trabajando porque necesita dos años de experiencia. Además, está estudiando francés para poder sacar la residencia permanente. Recién ahí estás en la etapa de poder aplicar para la residencia. No es como algunas personas lo imaginan”, detalla.
Cuestión de números
“Con un solo salario vivimos bien”, dice con total seguridad Bossio, cuando llega el momento de hablar sobre el costo de vida en el país del norte. Según sus rápidas cuentas, su familia gasta aproximadamente 2000 CAD al mes. “Mi sueldo es de 4000 CAD, pero después de impuestos me quedan solo 2700. En alquiler pagamos 1200 CAD, pero la verdad es que estamos en una zona cara, hay provincias que tienen menos impuestos y otros costos. En comida gastamos 500 CAD, en internet 80 CAD y en el celular 100. Los gastos del auto, entre combustible y seguros, son de 200 CAD. La educación es pública y la universidad es privada, pero para los residentes o ciudadanos es casi gratuita”, explica.
Como la hija de Bossio no recibe ayuda mensual y su esposa no trabaja, les devolvieron más de 5000 CAD de impuestos que habían pagado. Según explica, lo ideal es que los dos miembros de la pareja trabajen y todo está dado para eso ya que la guardería para niños es prácticamente gratuita. “Con un solo sueldo se puede vivir, pero sin mucho lujo”, agrega.
Razones para migrar
Pachuk vivía con su esposa Johanna Zanone, de 39 años, y su hijo André, de 3, en Villa Ortúzar, en la ciudad de Buenos Aires. Según cuenta, no tenían un mal pasar. “Mi esposa es arquitecta y yo diseñador gráfico. Teníamos nuestro PH y un auto. ¿Por qué me fui de la Argentina? Creo que muchos de los que lean esta nota adivinarán la respuesta. Económicamente nuestro país no tiene solución, y si la tiene, ni mi hijo ni yo vamos a verla. No soy ni kichnerista ni macrista y creo que ambos son igual de malos. Ninguno de los dos tiene la salida. Sentía que estábamos en el medio del océano, a la deriva. Creo que, aunque seas buen nadador, ahogarte es solo cuestión de tiempo”, dice con sinceridad.
Él cuenta que necesitaba hacer, en su PH, una habitación para su hijo, pero ahorrar para construirla era cada vez más difícil. Su esposa y él tenían sus respectivos trabajos, pero además habían empezado un emprendimiento juntos para ofrecer servicios hacia el exterior. “Cuando nos empezó a ir bien era cada vez más complicado poder cobrar ese dinero en dólares. En la Argentina todo es complicado. Todos esos fueron motivos para irnos, que se sumaron a las cuestiones sociales y a la inseguridad. Vivir sin sentir que todo va a explotar en cualquier momento es una bendición”, dice aliviado.
Aunque es optimista sobre su perspectiva, el diseñador gráfico aclara que no es fácil empezar de cero en otro país. “Cuando migrás es difícil pelearla de igual a igual. Hay que pagar derecho de piso, aunque tengas un posgrado. Por eso decidí reinventarme y empezar programación, que es una carrera muy demandada. Mi esposa se anotó en un plan del gobierno de Quebec, en el que te enseñan francés a tiempo completo y te pagan por tomar el curso. Cuando termine, buscará empleo. Acá vivimos una vida más modesta, sin comodidades, pero con expectativa de vivir mejor, en el futuro”, asegura.
Según cuenta, su hijo André, con sus tres años, ya habla español, inglés y está aprendiendo francés. “Va a salir del colegio trilingüe de forma natural. Es imposible lograr eso en la Argentina. Además, todo funciona, es un lugar tranquilo y ofrece muchas oportunidades. Reinventarse es muy bueno porque podés hacer cosas que nunca te hubieras imaginado hacer. Tengo un amigo periodista, por ejemplo, que acá está estudiando gastronomía”, cuenta.
Lejos de los afectos
A Bossio le cuesta encontrar aspectos negativos de la vida en Canadá. “Estar lejos de la familia creo que es lo más difícil. Pero este lugar es increíble. Al poco tiempo de llegar tuvimos a nuestra hija. La salud pública nos cubrió todo el parto, sin pagar un solo dólar. Lo más duro es el invierno, pero realmente la ciudad está muy bien preparada y la ropa es tan buena que no sentís el frío”, destaca.
Este cordobés, que tiene contrato en una empresa por tres años, sueña con poner su propio emprendimiento e ir a vivir a una ciudad más pequeña, donde la vida es aún más tranquila y el costo de vida menor. “Muchas personas quieren venir a las grandes ciudades como Vancouver, Toronto o Montreal. Yo les recomendaría que vayan a una más pequeña. En mi caso vine a Quebec porque aquí está la empresa donde trabajo”, explica.
Lo mejor de vivir en ese país lo responde rápido. “Es un país seguro, con estabilidad económica. Acá te dan facilidades para comprar vivienda y ofrece una gran calidad de vida. Siempre digo es que el país ideal para la familia. En la Argentina no estábamos mal, pero veíamos que la economía estaba cada vez peor y aunque teníamos un terreno, construir nuestra casa se hacía cada vez más difícil”, sostiene.
Antes de finalizar, Bossio quiere destacar que la ciudad que eligió tiene muchos espacios verdes que seguramente su hija aproveche en poco tiempo: “Tenemos, casi en la puerta de casa, un parque hermoso, piletas gratuitas, canchas de fútbol y de básquet. Y si tenés hijos el gobierno te da 500 CAD mensuales para ellos hasta que cumplen sus 18 años”.
Links útiles
- Bolsa del trabajo del gobierno Canadiense: https://www.jobbank.gc.ca/home
- Búsquedas laborales en Quebec: https://www.quebecentete.com/es/trabajar/
- Diferentes programas y opciones para migrar: https://www.canada.ca/en/immigration-refugees-citizenship/services/immigrate-canada.html
- Políticas de migración: https://www.canada.ca/en/employment-social-development/campaigns/foreign-worker-rights/temporary-immigration-policies-temporary-foreign-worker-program-spanish.html
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