El Campo Argentino de Polo dejará de ser un predio donde sólo se concentre la más selecta y exclusiva actividad del polo de la Argentina. Aunque en la agenda anual del predio de Palermo también aparecen recitales, acciones promocionales de marcas y otras actividades, el nuevo contrato de concesión que se firmó hace pocos días irá más allá porque reformulará el funcionamiento del lugar y derribará los muros sobre la avenida del Libertador para que un sector se convierta en un espacio público.
El inmueble pertenece al Estado Nacional y se encuentra en jurisdicción del Ministerio de Defensa, pero desde 1928 es utilizado por la Asociación Argentina de Polo (AAP) para organizar los torneos del calendario y el Campeonato Argentino Abierto de Polo que el domingo comenzó a disputar la edición 2019 . El contrato de concesión se había vencido hace cinco años y desde ese entonces la negociación estaba abierta para encontrar un acuerdo. El convenio final se firmó hace pocos días con la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y entre sus puntos más salientes incluye la apertura de 2000 metros cuadrados que se integrarán a la vida urbana de la zona y la conexión de la avenida del Libertador con la calle Arguibel, entre otras reformas.
La nueva concesión estará vigente hasta 2029 con la condición que siga funcionando en el predio, con una superficie total de 168.115 m2, la Dirección de Remonta y Veterinaria del Ejército Argentino. También que se cumplan, en el plazo de tres años, las reformas planteadas en el contrato con AABE que buscó redefinir la naturaleza del uso del espacio y su relación con el entorno. Si esto no ocurre el acuerdo podría declararse nulo y de ser así la AAP debería desalojar el lugar diez días después de suspender el acuerdo.
Hasta 2016 la AAP pagaba un canon mensual de $250.000 que pasaron a ser $ 500.000 cuando comenzó el proceso de renegociación del contrato. En ese entonces se especuló que las tierras nacionales podría pasar a manos privadas por el interés de un grupo inmobiliario de Estados Unidos que pretendía construir cuatro torres de viviendas en la cancha número 2 en un espacio de 300 metros de largo y 180 de ancho, además de un estacionamiento y locales comerciales debajo de la tribuna de la cancha número 1.
La propuesta inmobiliaria nunca tuvo apoyo oficial, pero el interés estadounidense alcanzó para preocupar al mundo del polo y a los vecinos del barrio. Finalmente se extendió el contrato con la AAP aunque con una revisión en el canon mensual que fue fijado en $2.156.000 de acuerdo a la valuación del predio que realizó el Tribunal de Tasaciones de la Nación. El 70% los fondos se destinarán al Ministerio de Defensa y la cifra podrá ser revisada en caso que el 8% de la facturación anual de la entidad supere el canon fijo; en ese caso la AAP deberá abonar la diferencia.
Para conocer más detalles de la propuesta de integración urbanística que destinará 2000 m2 al espacio de uso público LA NACION se comunicó con la AAP, pero voceros de la entidad se excusaron en brindar mayor información a la suministrada por AABE. De acuerdo a las nuevas condiciones de uso del predio la AAP tendrá seis meses para presentar una descripción del proyecto de obras e inversiones.
Los lineamientos generales del master plan ya fueron definidos. La reformulación del espacio deberá tener un ingreso controlado por la AAP por la calle Arguibel que se una con Del Libertador; la construcción de los bajo tribuna Dorrego y Central con la posibilidad de instalar locales comerciales vinculados a la actividad principal; la integración al público del espacio en Avenida Del Libertador (sin locales); el mejoramiento de las áreas de servicios deportivos y de atención de animales; y la construcción de un museo temático relativo al polo.
Las nuevas actividades y la explotación de los locales comerciales ubicados bajo las tribunas Dorrego y Central, que estarán al alcance de las personas que utilicen la conexión peatonal entre Del Libertador y Arguibel, podrían aumentar los ingresos del concesionario que fue habilitado, según el contrato, a instalar paseos, oficinas, stands o carteles publicitarios.
Hasta el momento la realización del Abierto de Palermo es la principal fuente de ingreso de la AAP. Durante el torneo se disputan partidos en las dos canchas que necesitan al menos un día de recuperación por el daño que sufren. El 50% de los ingresos del campeonato son por la venta de entrada y el otro 50% por el sponsoreo. Durante el resto del año las canchas se usan para definiciones de torneos de ligas del interior, cesiones que se hacen gratis.
La apertura de un sector del Campo Argentino de Polo tiene un enorme valor simbólico por el peso de su historia. La Asociación Argentina de Polo se creó en 1922, pero fue en 1927 que, junto con la Comisión del Caballo de Guerra del Ejército, proyectó la construcción de las dos canchas inauguradas en 1928. En el mismo predio ya existía una en la que los oficiales del Regimiento de Granaderos a Caballo practicaban la actividad.
El predio de Palermo es considerado la Catedral del Polo porque concentra la más selecta actividad del polo en cuanto a torneos y jugadores y por primera vez tendrá una apertura para integrar a las personas que no viven en contacto con el polo. Además de lo que ocurre en el Campo Argentino en todo el país hay otras 1200 canchas, 426 clubes y 100.000 caballos. Además, son 4000 jugadores registrados en la AAP, unas 15.000 personas realizan la actividad y al menos 150.000 tienen alguna relación comercial con el deporte.
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