“Cada elección se pone peor”. El escurridizo votante que cada vez les cuesta más cautivar a los políticos
Los adolescentes de 16 y 17 años habilitados para emitir su primer sufragio representan el 3,3% del padrón nacional; cuestionan que los candidatos no cumplen luego sus promesas y que no hablan de los principales problemas que los aquejan
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Son 1.163.477 y aún es un misterio si irán a votar. Los políticos se esfuerzan por conquistarlos y, en los últimos días, fueron foco de varias campañas que buscan incentivarlos para que asistan al cuarto oscuro el próximo domingo. Es que los adolescentes de 16 y 17 años que podrán sufragar por primera vez en esta elección representan casi el equivalente a una provincia –Entre Ríos– o el 3,3% del padrón y son un público difícil de cautivar.
Es martes y en la escuela parroquial Nuestra Señora de los Milagros del Barrio 21-24, en la ciudad de Buenos Aires, los alumnos de último año tuvieron un taller sobre votación. “No entiendo mucho la política y estoy podrido, cada elección se pone peor, es lo mismo de siempre”, dice Gabriel. “En la campaña todos se ponen las pilas, pero cuando asumen desaparecen o no hacen lo que dijeron que iban a hacer”, agrega Marcos Cañete, y cierra: “Que robe uno nuevo”.
Cuando se cumplen diez años de la ley implementación de la ley 26.774 que permitió sufragar desde los 16 años, este segmento podría ser una de las claves de las próximas elecciones, si bien el voto solo es obligatorio a partir de los 18.
“No iría a votar porque nunca me interesó mucho la política y me tocó bastante lejos el lugar de votación. Aunque cada voto cuenta, no quiero votar”, considera Juan Basset, de 17 años, que vive en Pilar, provincia de Buenos Aires, aunque opina: “Creo que si las personas votan conscientemente pueden mejorar el país de una buena manera, pero si votamos por beneficios personales el país va a seguir empeorando”.
Ramiro tiene la misma edad, pero domicilio en la Capital. “Es la única manera de que tu opinión se pueda ver reflejada a un nivel jerárquico, muy importante a nivel país. Por otro lado, pienso que si la mayoría de gente vota al contrincante del que odian y no reflejan realmente sus ideas, los que gobiernan nunca son los que el pueblo apoya, sino son los rivales de los odiados”, considera.
“Falta muy poco y aún no tengo pensado a quién votar. Creo que todos ya estamos cansados de que quienes nos gobiernan no cumplan su palabra y es algo que me trae muchas dudas. Siento que el voto es muy necesario, porque es el medio por el cual los ciudadanos pueden hacerse oír y un derecho por el cual lucharon mucho tiempo”, considera Ángela Roa, de Quilmes.
Un equipo dirigido por Miriam Kriger como parte del programa de investigación sobre subjetividades políticas juveniles en contextos nacionales contemporáneos del CIS-IDES, dependiente del Conicet, detecta una mirada positiva sobre el voto joven y aporta una precisión: una diferenciación valorativa entre “la política” y “los políticos”.
“No hay entre los jóvenes un real rechazo a ‘la política’, sino más bien a ‘los políticos’. Abrumadoramente los chicos creen que los políticos son malos y la política, no; eso es alentador”, describe Kriger. “La opción ‘Creo en la política, pero no en los políticos’ [de las encuestas] viene en aumento. Fue un 66% en 2015, 69% en 2019 y un 70,8% en 2023″, precisa. Este año, un 69,8% de los jóvenes encuestados consideró que la política es positiva, pero suele usarse mal, mientras que un 14,1% la calificó como negativa, pero necesaria.
Distribución
El voto de los chicos de 16 y 17 años se distribuye de manera similar en todas las provincias, entre 2,5% y 3,5% del padrón. Misiones y San Juan, ambas con un 3,9%, son las dos excepciones, con mayor participación de este segmento en el total. En el primer caso, se incorporan para estas elecciones 38.186 adolescentes; en el segundo, 23.771.
Su peso en el padrón se incrementó respecto del 2021, en línea con la tendencia general, dado que desde la primera implementación de la ley 26.774 las juventudes aumentaron progresivamente su participación en los comicios electorales, según consigna un informe sobre voto joven del Ministerio del Interior de la Nación. En los comicios legislativos de ese año, eran 861.149 los menores que podían votar, un 2,5% del padrón electoral. Según consigna el mismo informe, en esta franja etaria la participación efectiva es alrededor de 20 puntos porcentuales menor que la participación promedio a nivel nacional.
En medio del creciente ausentismo y un voto en blanco que preocupa, lo que se observó en las 18 elecciones provinciales en lo que va del año, no solo los candidatos buscaron en los últimos días alentar a la ciudadanía a que asista a los comicios. En conmemoración de los 40 años ininterrumpidos de democracia, la Universidad de Buenos Aires (UBA) lanzó la campaña “Yo voto”, en la que uno de los flyers decía: “Yo voto por bronca y sin ganas, pero voto”. Unicef y Amnistía Internacional utilizaron el eslogan “Nuestro voto cuenta”, con el objetivo de que los adolescentes asistan a las urnas el próximo domingo.
“El voto joven es importante, primero, por su volumen. Un 20% van a ser menores de 25 años, lo que se llama la Generación Z, dos de cada 10 personas que van a votar son de esta generación. La gran incógnita es cuál va a ser la participación. ¿Van a ir a votar frustrados y enojados como están o no van a ir?”, señala Ana Iparraguirre, politóloga y directora de la consultora Dynamis, que califica a este voto como “suelto y desanclado”.
En tanto, los problemas que los preocupan parecerían ser los mismos que priman en todo el electorado. “Sé que muchos candidatos nos prometen mejoras en esta crisis económica, pero la seguridad es algo que se esta pasando por alto”, señala Roa.
“Lo que me preocupa hoy es que no sé si voy a poder pagar el alquiler o la facultad o el colectivo, y también el día de mañana cuando me reciba conseguir trabajo fácilmente. Siento que los candidatos hablan de los problemas del país, pero que tienen planes económicos que no los entiendo y que no pueden ser aplicables”, contesta Mirko, de Santiago del Estero.
En tanto, Basset se proyecta viviendo en otro país: “Me preocupa mucho la inestabilidad económica que hay, cómo cambian los precios de un día para el otro y la inseguridad. Espero no vivir acá cuando sea adulto, tendría que mejorar la seguridad, que se pueda tomar el colectivo a la noche sin tener miedo. Y también no tener esta inestabilidad económica. Si cambiasen esas cosas, me quedaría, porque me gusta mucho este país”.
“Hay una crisis de representatividad muy importante. Siento que todas las opciones de los precandidatos son casi lo mismo. Javier Milei es el único realmente diferente, para bien y para mal”, aporta Ramiro, aunque se sincera: “Milei tampoco me cierra tanto por su inestabilidad. Me da miedo tener a Milei hablando en cadena nacional”.
Tik Tok y la búsqueda de autenticidad
De acuerdo con múltiples encuestas, el candidato presidencial libertario pareciera ser el único dirigente que logra captar el intéres o la mayor intención de voto de este electorado.
“La politización de los jóvenes tomó rumbos complejos de comprender, como la emergencia de juventudes de ultraderecha. Después de la pandemia, vemos una radicalización del campo de la derecha y este fenómeno tiene como característica una impronta muy juvenil. Es un activismo que antes de la pandemia era ya virtual y mediático, y en la pandemia pasó al mundo real cuando los demás pasaron a las redes. Hasta la pandemia, esos movimientos eran marginales. Antes, había juventud de los partidos. Un signo de estas derechas es que son juveniles, se presentan con ese atributo”, analiza Kriger.
Por su parte, Iparraguirre destaca el valor de la autenticidad. “El que mejor logra conectar con esa audiencia es Milei porque da la percepción de ser auténtico, de decir lo que realmente piensa. Muchos lo interpretan como el único candidato que muestra autenticidad”, dice.
Y agrega: “Hay una dificultad de esta dirigencia política para conectar con este voto que es de otra generación. Están en otro lugar y hablan otro lenguaje. Hay un intento por ir a buscarlos y hablarles en los lugares en donde están, que no son lugares nativos para la mayoría de estos dirigentes. La gran dificultad es la falta de autenticidad, porque los dirigentes no son nativos de estas herramientas”.
En las campañas, lo tienen claro. En busca de conectar con la juventud se volcaron a TikTok para mostrar el costado más “genuino” de los candidatos. Sin embargo, un 34% de los jóvenes de 18 a 30 años encuestados para el monitor nacional de la consultora Taquion contestaron que les da vergüenza que los políticos se suban a los “trends” de esa red social. Estas personas suman más que cualquier sentimiento positivo y, al agregar las reacciones negativas, son más de la mitad del total. A menos de dos de cada diez les despierta interés, confianza o alegría la campaña que bautizaron como “campaña del cringe”.
“Se pasó de los atributos ideológicos a los personales, y es mucho más valioso filmarte y mostrar donde vivís o vos manejando tu auto, es mucho más valioso mostrarlo que decirlo. Lo que vale es esa intimidad de lo real para conocer cómo es la persona”, describen desde el equipo de prensa de Patricia Bullrich, precandidata de Juntos por el Cambio. Añaden que, para ser parte de la realidad, la conversación no tiene que pasar solo por temas políticos. Señalan también que es importante no solo la presencia en TikTok, donde cuenta con 206.800 seguidores, sino en entrevistas por Youtube, y adelantan que lanzarán un proyecto propio en esa red social.
“El principal concepto que hemos trabajado y el corazón de la manera en la que nos presentamos ante los jóvenes es construir sobre lo genuino, pero es un desafío muy grande poder vincularse y hablar con ese público por la cantidad de estímulos que reciben todo el tiempo”, reconocen desde el entorno de Horacio Rodríguez Larreta, el otro precandidato de esa coalición. Buscan “estar en los canales en donde están” y “hablar de los temas que son la principal preocupación: inflación, vivienda, educación y universidades”. Además de la presencia en TikTok, donde alcanza los 524.100 seguidores, destacan por ejemplo haber participado en Caja Negra, el ciclo de entrevistas de Julio Leiva, de Filo News, que se emite por Youtube. “Lo que vemos es que cuando hay interacción genuina la respuesta es muy buena”, concluyen.
Desde el equipo de Sergio Massa, precandidato de Unión por la Patria, señalaron que buscaron llegar a este segmento fundamentalmente por TikTok y especificaron que sumaron un equipo de jóvenes que “generan contenidos específicos” para jóvenes con temas que los interpelen como la gratuidad de la universidad, el monotributo tech y el programa de becas a programadores.
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