Buses eléctricos: empezarán a circular a fines de año en la ciudad
Se trata de una prueba piloto que se iniciará en cuatro líneas; doce meses después, habrá una evaluación
Los buses eléctricos empezarán a transitar por la ciudad a fines de año. Aunque se tratará de una prueba piloto, será la primera vez que vehículos impulsados por combustible limpio se pongan al servicio de los pasajeros. Después de 12 meses de circulación, se evaluarán sus prestaciones y se trazarán nuevos objetivos para la renovación de toda la flota del área metropolitana.
La iniciativa, que comenzará a aplicarse con ocho unidades en cuatro líneas de colectivos, no alcanzará para cumplir con el compromiso asumido por la Ciudad en 2015 en el Primer Foro de Alcaldes Latinoamericanos C40 donde se firmó un acuerdo para el recambio de todos los vehículos de transporte automotor antes de 2020. Pero será un paso importante para colocar el tema en agenda.
Los primeros buses estarán en circulación en las líneas 12, 34, 39 y 59 en noviembre y serán provistos por empresas extranjeras que los cederán en comodato. Tendrán diferentes tecnologías de carga: rápida (de hasta 40 minutos para el 100% de la batería) o lenta (de entre dos y cinco horas); también será variable la autonomía, ya que habrá unidades con capacidad para recorrer hasta 70 kilómetros sin recargar la batería y otras, hasta 220 kilómetros.
En el proyecto participan los gobiernos nacional y porteño, que brindarán diferentes incentivos y facilidades. La Ciudad realizará las obras para la instalación de las estaciones de carga colocadas en las cabeceras de las cuatro líneas. Cada una demandará una inversión de $1.850.000 (el costo total será de $7.400.000).
Los buses podrán ingresar en el régimen nacional de subsidios SUBE durante un año y las empresas no deberán abonar el arancel de importación del 35% del valor de la unidad.
"La Argentina era uno de los países más atrasados del mundo en políticas de movilidad eléctrica, pero estamos avanzando en todo un universo de temas que no estaban contemplados", dijo el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich. "Es un proceso que no se dará de un día para el otro, pero la movilidad limpia es una necesidad y el área metropolitana, donde mejor comenzar a aplicarla", agregó.
En toda el AMBA circulan unos 18.000 colectivos, una de las flotas más grandes de la región. A todos ellos apuntarán los resultados de la prueba piloto tras la evaluación que realizarán los gobiernos junto al Banco de Desarrollo para Latinoamérica (CAF). Entre las conclusiones se conocerá, por ejemplo, la vida útil de las baterías y la autonomía real que tendrán.
En la ciudad de Buenos Aires el objetivo final es la renovación de todas las unidades (unas 10.000) para 2035, como parte del Plan de Movilidad Limpia. "En los últimos años aparecieron las cámaras en los colectivos y en el subte, además del sistema predictivo para conocer el comportamiento del transporte. Ahora viene la etapa de la motorización y su relación con el medio ambiente y los pasajeros", sumó el secretario de Transporte y Tránsito porteño, Juan José Méndez.
Hace dos años que el Gobierno nacional trabaja con distintos ministerios para promover la movilidad limpia, pero la puesta en marcha de la prueba piloto empezó a gestarse en noviembre pasado cuando se lanzó una convocatoria pública a empresas de colectivos que estuviesen interesadas en sumarse a esta tecnología, que será la del futuro cercano. Mendoza y Rosario son dos de las ciudades donde ya existen buses eléctricos, aunque para la experiencia porteña se tomaron los ejemplos de Londres, París y Barcelona.
Costos y autonomía
500.000 dólares
Es el costo de los buses con tecnología de recarga lenta. Los de carga rápida cuestan 300.000 dólarers, habrá cuatro de cada uno
220 kilómetros
Es la autonomía máxima que tendrán cuatro de los buses incorporados a la red de transporte. La otra mitad tendrá 70 kilómetros de autonomía