Buscan inversores para rescatar un tesoro hundido en la costa uruguaya
El equipo de expedicionarios no puede continuar sus tareas de rescate por falta de presupuesto
MONTEVIDEO.- Casi 250 años después de que un barco que llevaba contrabando de oro hacia España se hundió en aguas del Río de la Plata, un equipo de rescate que ya encontró parte de la nave y que, junto a armas de guerra, recuperó miles de monedas y de lingotes de oro, ahora busca socios inversores que le permitan continuar con la tarea.
El domingo 11 del actual, la empresa que dirige Rúben Collado publicó un aviso en LA NACION mediante el que ofreció participación de lo que pudiera hallarse en el galeón.
La expedición ya tiene un socio, que es el Estado uruguayo, el que se queda con la mitad de lo que se recupere del botín que trasladaba el navío.
Pero el gobierno no aporta recursos, que es lo que precisa el equipo de rescate.
Collado, a cargo del proyecto, explicó a LA NACION que su equipo está abocado al rescate del contrabando que llevaba el galeón Nuestra Señora de la Luz en 1752, cuando naufragó en aguas del Río de la Plata.
El valor de ese contrabando fue estimado en 120 millones de dólares.
El buque transportaba un valioso tesoro en monedas y lingotes de oro y, también, una valiosísima partida amonedada y de lingotes de oro de contrabando provenientes de la Casa de la Moneda de Chile.
El destino, según los rastreos históricos de este equipo, era el puerto de Cádiz. El rey de España era quien recibiría el valioso embarque.
En 1992, la empresa de Collado rescató más de 3000 monedas de oro, lingotes y retortas de oro, finas alhajas, petacas de oro, monedas de plata, cañones, anclas y otros utensilios de a bordo.
De acuerdo con los permisos obtenidos por el gobierno de Uruguay, al Estado le corresponde un 50 por ciento de todo lo rescatado.
Una larga búsqueda
El rescate ocupó la tapa de los diarios y acaparó horas en la televisión local a principios de los noventa, porque la de Collado y su equipo fue la única expedición exitosa que rescató un valioso tesoro que había naufragado en el Río de la Plata y en toda América del Sur en los últimos años.
"Nuestra expedición se encuentra actualmente operando y con los permisos en vigor; en los años subsiguientes a 1992 continuamos con los trabajos de rescate y con los estudios históricos", relató Collado.
Recordó que, "a partir del año 2000, el barco fue ubicado a 200 metros de la costa de la playa Carrasco, Montevideo, a dos cuadras del Hotel Carrasco".
Actualmente, la nave está tapada de arena que ha sedimentado el río a lo largo de estos casi 250 años, según pudieron comprobarlo los estudios realizados hasta el momento.
Durante los últimos meses, la expedición informó que "se han rescatado materiales que dan la prueba de que se ha llegado al casco del barco", que hasta la fecha no se había podido ubicar.
Ahora, con entusiasmo, Collado cuenta al respecto: "Como detalle más fidedigno de nuestra afirmación tenemos los testimonios de los buzos del equipo que relatan la experiencia de haber tocado el casco del barco, lo que está certificado ante escribano público".
El empresario dijo que lo que buscan ahora es "el contrabando que confesó que llevaba el capitán de la nave, que correspondería a más de 53.000 monedas de oro".
Cuenta que, además, el barco trasladaba 400 kilogramos de oro en lingotes y que, como valor agregado, también permanecen en él todos los objetos de uso de a bordo que encierran un gran valor histórico y cultural, llegada la posibilidad de ofrecerlos en subasta en el mercado mundial de coleccionistas.
"El contrabando de más de 53.000 monedas de oro que llevaba el barco tiene un valor aproximado de 120.000.000 de dólares", dijo Collado.
Rédito
Lo que ofrece la expedición son paquetes de inversión de 30 puntos y, "debido a la altura de los hallazgos", cada punto vale 50.000 dólares, mientras que un medio punto cuesta 35.000 dólares.
El objetivo es rescatar 154 millones de dólares y al Estado uruguayo le corresponderá el 50 por ciento, por lo que a los inversionistas y expedicionarios les quedará la otra mitad, unos 77 millones de dólares.
El empresario afirma que la compra de puntos se certifica ante escribano público y se deja constancia de los montos de participación, a qué porcentaje corresponde la inversión, los derechos que adquiere el inversor, la forma de control de los trabajos de la expedición, la división de los valores que se rescaten y los tiempos aproximados, entre otros aspectos.
Además, Collado aclara que en el Uruguay no existe impuesto a la renta personal, por lo que los ingresos no se ven afectados por este tributo, ya que el permiso está a nombre de una persona física.