“Buscan enterrar la discusión”: fuertes cuestionamientos a la postergación del debate de una ley ambiental clave
Se trata del proyecto para proteger a los humedales, una iniciativa crucial para mitigar los efectos del cambio climático; mañana hay reunión de comisiones en la Cámara de Diputados
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Hay más dudas que certezas y nadie sabe exactamente qué podría pasar. La hipótesis de máxima es que se pongan de acuerdo los presentes y que se llegue a un dictamen. La de mínima: que ni siquiera se reúnan. Esa es la suerte que podría correr la postergadísima ley de humedales, la norma que debería proteger el uso de la tierra de esos ecosistemas que representan el 20% del territorio nacional y que podrían cumplir un rol fundamental como servicio ambiental, en la mitigación del impacto del cambio climático en la Argentina, como las inundaciones, las olas de calor, y los incendios forestales.
Mañana, a las 11, debería continuar el plenario de las comisiones de Medio Ambiente, Presupuesto y Agricultura de la Cámara de Diputados, que se suspendió el 22 de septiembre pasado, con el objetivo de sumar al debate las voces de las provincias y de los especialistas. Sin embargo, más de un mes después, el tema no volvió a debatirse dentro de las comisiones y es más, algunas hoy pusieron en duda su participación, al argumentar que la convocatoria al plenario no se ajusta al reglamento. El propio ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié reclamó hace una semana que se retome el debate pronto: “La ley de humedales es fundamental, nos va a garantizar vivir en un mundo sostenible, sobre todo a las próximas generaciones, pero está atravesada por intereses. Y es un problema que tenemos en el hemisferio sur y principalmente en los países en desarrollo”.
En este contexto, se volvieron a encender las críticas de los ambientalistas, que ven con preocupación que los consensos logrados sobre el tema otra vez retrocedan y el debate quede nuevamente en la nada.
“La dilatación de la ley es una estrategia organizada por gobernadores provinciales que plantearon su desacuerdo sobre el texto original, pero sin ánimo de introducir esas modificaciones en el proyecto. La idea es enterrar la discusión y ni siquiera hacer que ingrese la iniciativa parlamentaria”, afirma Bruno Rodríguez, referente de Jóvenes por el Clima Argentina, que viajó a Egipto para ser parte de la COP27, la conferencia de las partes, convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que los países debaten sus planes de acción frente al cambio climático, que comenzará el domingo próximo. “Las organizaciones de la sociedad civil no estamos planteando una postura intransigente, o bregando por un determinado proyecto sino que simplemente les pedimos a los legisladores que se dignen a hacer su trabajo. Que se sienten a debatir la mejor ley. Es fundamental que no se postergue más. No queremos que no se convoque a votar, sino a debatir. Es una actitud antidemocrática hacer caso sumiso a los sectores que vienen boicoteando la ley desde hace décadas sin escuchar al ambientalismo. El llamado es a que se sienten en sus bancas y hagan su trabajo”, reclamó.
“¿Ley de humedales? Una vez más la política y el sistema económico muestra que no está a la altura del desafío que estamos enfrentando en el siglo XXI. No estamos a la altura de la crisis global en la que estamos inmersos. Esto es lo que demuestra el no debate. Esta es una reivindicación histórica, no del socioambientalismo, sino de la biodiversidad en la Tierra por lo que significan estos ecosistemas. La importancia crucial que tienen”, apunta Máximo Mazzoco, referente de Eco House, otra de las organizaciones que vienen reclamando la ley y que también está presente en la COP27. “Tiene que salir ya. Después, la lucha será porque la ley se cumpla. Pero los humedales tienen que tener ya un marco regulatorio. Sin embargo, mientras acá se debate cómo llegar a los objetivos, en el plano teórico, en el práctico, otra vez no se trata. Es lamentable. Evidentemente las presiones y los lobbies hacia un estilo de vida insostenible son más fuertes que los de la transición hacia la evolución”, apunta.
“Esta es la historia de siempre. Este debe ser el proyecto más debatido de la historia, desde hace diez años. Deben haber habido más de 100 reuniones y sesiones sin llegar a nada. Una vergüenza. Lo que está ocurriendo en el plenario es la histórica forma de boicotear un proyecto. En este caso, con cualquier excusa”, apunta el abogado ambientalista Enrique Viale.
La reunión
El 22 de septiembre, mientras el humo por los incendios en el Delta del Paraná cubría las ciudades del litoral del país, y con una enorme movilización de organizaciones frente al Congreso ocurrió algo que parecía difícil: se reunió el plenario de las tres comisiones y se comenzó a debatir, bajo la presión social, la postergada iniciativa. La reunión duró varias horas. De hecho, distintos legisladores lograron presentar algunos de los diez proyectos de ley. El objetivo era discutir los diferentes abordajes y así legislar sobre uno de los ecosistemas naturales más extensos de la Argentina. No era sencillo. Primero, tenían que ponerse de acuerdo hasta en la definición de qué es un humedal. También, encontrar un punto de equilibrio entre la producción y la sostenibilidad. Estuvieron presentes los intendentes y jefes comunales integrantes del Foro de la ribera del Delta del Paraná, en un clima que colaboraba para plantear el carácter de urgente del debate. En esa misma semana, sus ciudades habían estado cubiertas por el humo de los incendios. En medio del encuentro se propuso pasar a un cuarto intermedio para sumar las voces de las provincias y de otros especialistas.
Sin embargo, en todas esas semanas no se avanzó y cuando el presidente de la comisión de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Leonardo Grosso (Frente de Todos), convocó a reanudar la sesión pautada para mañana, la respuesta de las otras comisiones, la de Presupuesto y de Agricultura fue difusa. Desde la Cámara de Diputados se informó que la reunión fue convocada oficialmente. Y el presidente de la Comisión de Agricultura, Ricardo Buryaile (Pro), le envió una carta a Grosso, solicitando que se suspendiera el plenario por cuestiones de reglamento y pidiendo que se citara a otro encuentro informativo “para la convocatoria a especialistas y recibir a las voces de las provincias involucradas”, pidió vía Twitter. A su vez, los presidentes del interbloque de Juntos por el Cambio enviaron otro escrito a Cecilia Moreau, presidenta de la Cámara de Diputados que no se avance con la convocatoria, que ya había caducado.
En este entorno, mañana todo podría pasar. Algunas voces insistían en que no se requiere que haya quórum para reunirse, ya se dio cuando comenzó el plenario. Algunos se entusiasman y hacen cuentas para ver si se logran los votos necesarios para llegar a un dictamen de comisiones entre los presentes. Otros, más pesimistas creen ver en esta puja la reedición de la zozobra del proyecto de regular el uso y la protección de los humedales. Difícilmente se logre un acuerdo que baje al recinto antes de fin de mes, cuando finalizan las sesiones ordinarias y comienza el Mundial.
“Los humedales son ecosistemas sumamente importantes por la biodiversidad que contienen, y por la estabilidad que le aportan al sistema climático. Su capacidad de retener agua es esencial para evitar inundaciones y otros problemas asociados a excesivas lluvias. Tener una ley que los proteja es esencial no solo por la protección de la biodiversidad sino por la seguridad climática, esto significa, tener más chances de estar a salvo de los impactos climáticos”, apunta Enrique Maurtua Konstantinidis, especialista en cambio climático.
Los expertos explican que en los próximos años el cambio climático nos va a impactar fuerte. Más inundaciones, más sequías, más calor. “La Argentina cuenta con ecosistemas que brindan servicios ambientales que serán fundamentales para transitar mejor la crisis climática. Los humedales, entre ellos”, explica Lucas Ruiz, miembro argentino del Panel Intergubernamental de Cambio Climático. Los humedales son ecosistemas que actúan como esponjas que trabajan como reservorios de agua en las cuencas de los grandes ríos: absorben el agua excedente, dan espacio a la reproducción de especies nativas y reservan agua para los momentos de sequía. Pero en los últimos 40 años, y sobre todo en la última década, esas tierras sufrieron un intenso proceso de deforestación, mientras se produjo un avance de la frontera agropecuaria. Al retroceder los humedales, cambia la flora y la fauna y muchas especies, como los carpinchos, se quedaron sin hogar. Además, cuando llueve ya no está la “esponja” de los humedales y se producen las inundaciones. De allí se pasa a la sequía, sin estadios intermedios. Esa sequía proporciona un ambiente favorable para los incendios.
Los intendentes, movilizados
Los incendios de hace un mes que se registraron en la zona del Delta del Paraná movilizaron a los intendentes de ciudades afectadas hacia el Congreso. Tal fue el caso del intendente de Rosario, Pablo Javkin y el de Villa Constitución, Jorge Berti, una de las ciudades afectadas por el humo y uno de los que se manifestó en el Obelisco hace un mes para pedir el tratamiento de la ley. “La sensación nuestra es que hay un alto grado de hipocresía con esto. En lugar de avanzar, se retrocede. En los puntos en los que hace un mes todos estaban de acuerdo, ahora no están más. Acá hay otros intereses que no se ponen sobre la mesa. Por eso el debate no avanza. Esta gente debería venir a sesionar en nuestras ciudades cuando estamos dentro del humo. El cambio climático vino para quedarse”, afirma, indignado Berti.
Enrique Estévez es el diputado socialista de Santa Fe que llevó las cenizas que cubrían su provincia al recinto y pidió que se estableciera el plenario. Además, es autor de uno de los proyectos de ley. Hoy estaba esperanzado de que mañana el debate realmente se concretara, más allá de la opinión de los otros diputados. “Tenemos que ver cómo avanzamos en algo concreto para que antes de fin de año tengamos media sanción. Al momento de la interrupción anterior, en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio estaban modificando sus proyectos para lograr un consenso más amplio. No hay que retroceder. No hay excusas en la situación de crisis que estamos para no avanzar. Tendremos que llegar a los acuerdos. Es un deber moral dar tratamiento a esta ley por la importancia que tiene. No puede quedar cajoneado o en la nada”, indica. Cuando se le pregunta si hay voluntad política para definir el tema, Estévez redobla la apuesta: “Si no la hay, que quede expuesto en una votación”, pide.
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