Bariloche propone rafting sin límites de edad ni coraje
Una travesía increíble por el río Manso
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Se equivocan quienes llegan a esta ciudad y dejan de lado las excursiones de rafting porque piensan que son aptas para unas pocas personas: jóvenes, de músculos esculpidos y acostumbrados a la práctica de deportes durante el año. No es así.
Un matrimonio de bioquímicos, ambos de 42 años; sus hijos estudiantes de 14 y 16; una pareja de argentinos que vive en Nueva York, él empleado en una mesa de dinero, ella estudiante; una contadora de 27 años, y una licenciada en Ciencias de la Educación, de 29, formaron, por ejemplo, la tripulación del gomón abordado por LA NACION para disfrutar una travesía por el trayecto inferior del río Manso.
Ninguno de los ocho -todos argentinos- había practicado anteriormente este deporte de aventura preferido por la mayoría de los turistas que visitan la comarca andina, incluso por los príncipes de Holanda: la argentina Máxima Zorreguieta y su marido, el príncipe Guillermo, también desafiaron hace pocos días este torrentoso curso de agua proveniente del deshielo del Tronador.
Varios de los ocho tenían, además, serias dudas de salir airosos. Pero lo lograron gracias al empeño y, claro, a las fieles instrucciones del guía Lucio, de la agencia Aguas Blancas.
En la segunda balsa, el grupo resultaba tan heterogéneo como el primero. Había incluso niños de 10 años. En efecto, las agencias de viajes imponen como límite los seis años para participar del aquí llamado "nivel familiar" de rafting.
A 500 metros sobre el mar
El viaje comienza en el lago Steffen, situado a 500 metros sobre el nivel del mar y, por lo tanto, el espejo más bajo de todo el parque nacional Nahuel Huapi. Para llegar hasta allí deben recorrerse en sentido sur 60 kilómetros de asfalto por la ruta 258 -que une Bariloche con El Bolsón- y otros 10 km de tierra bordeando cerros y cruzando bosques.
En la orilla del Steffen los tripulantes -en traje de baño y cubiertos apenas por una remera- se colocan los chalecos salvavidas y los cascos. Suben luego al gomón y... a remar. Los primeros cinco minutos, que transcurren en las aguas quietas del lago, rumbo al nacimiento del Manso inferior, serán suficientes para aprender las reglas básicas: la posición del cuerpo en la balsa y el manejo de los remos.
Por supuesto que hay inconvenientes, pero nunca insuperables. Los 40 minutos iniciales de travesía por el río sólo demandan avanzar, pues, en ese tramo, la corriente es aún lenta. Y las instrucciones también resultan sencillas de entender. Al grito de "adelante" o "atrás" o "stop", Lucio -como todos los otros guías- orienta a su equipo para dar tracción a la balsa. El oficia de timón de cola.
Algo más difícil es alcanzar una remada coordinada: los remos se chocan y entorpecen el avance. Algunos navegantes intercambian posiciones hasta equilibrar las fuerzas y el ritmo.
Un "izquierda atrás, derecha adelante" alcanza para que -remando un lateral en un sentido y el otro en el contrario- el gomón gire 360 grados y se escuchen los primeros alaridos por el vértigo. Pero es nada más que un juego, o un simulacro, realizado en el sector de aguas calmas para practicar cómo mover la balsa en los rápidos.
Aproximadamente, 40 minutos transcurren así, en un paisaje bendito de bosques de coihues y truchas que saltan a los costados del gomón. En ese tiempo, además, el guía enseña cómo nadar en caso de caída al agua y cómo rescatar a un compañero que ha caído. Metros más adelante instruye a los tripulantes para atracar la embarcación en un remanso porque llegó la hora de comer.
Luego de un almuerzo con picada, sándwiches, tartas y frutas, comienza la etapa en la que más adrenalina producirán los participantes de la travesía ¿Por qué? Porque atravesarán siete rápidos que -aunque pertenecen a la clase dos en una escala de seis con la que se mide el nivel del rafting- para los novatos adquieren una dimensión sobremagnificada.
Pero nadie se queja y, entre salto y salto, hay festejos y se escuchan risas. Los excursionistas vinieron en busca de aventura y ahí la tienen.
El agua del Manso los ha mojado y empieza a acumularse en el fondo del gomón. Pero todos reaccionan y hacen de cuenta que nada ha pasado cuando Lucio pide: "Levanten los remos y sonrían al fotógrafo".
Dónde consultar
Aguas Blancas: Morales 564, teléfono (02944) 432799. El valor es de 85 pesos.
Tom Wesley: Mitre 382, teléfono (02944) 435040. El precio es de 85 pesos.
Andes Patagónicos : Mitre 125, local 5, teléfono (02944) 426809, por un valor de 95 pesos.
Huala Turismo: San Martín 66, (02944) 522438.
Rafting aventura: Morales 362, teléfono (02944) 432928, por un valor de 90 pesos.
Centros de informes sobre turismo aventura : 20 de Junio 728 (02944) 428995.
Todas las excursiones incluyen traslados, recorrido y comidas.
lanacionarMás leídas de Sociedad
Las noticias, en 2 minutos. Milei dijo que Victoria Villarruel no tiene injerencia en el Gobierno; envían al Congreso el proyecto para eliminar las PASO
Cómo comprarlos. Un restaurante lanzó una promoción para comer panqueques a $10
En Mendoza. Geólogos de la Universidad de La Plata denunciaron amenazas por parte de militantes de La Libertad Avanza