Barcelona, Madrid y Milán, las más elegidas por los argentinos para vivir afuera
Más de un millón de ciudadanos residen en el exterior, según datos de la Cancillería; pocos piensan en regresar
"Terminé acá por casualidad", dice Melisa Ugalde, que vive en Barcelona, España. Hace un año, renunció a su trabajo en Buenos Aires para viajar por Europa; cuando estaba por volver, decidió probar suerte en Barcelona y enviar su currículum a algunas empresas. Tener la ciudadanía italiana facilitó la búsqueda laboral; enseguida encontró un trabajo que mejoraba las condiciones de su anterior empleo. "Tengo 23 días de vacaciones y puedo viajar mucho porque acá es todo cerca", destaca.
Como Melisa, hay casi un millón de argentinos que viven fuera del país, según datos de la Cancillería. Barcelona, Roma, Madrid y Milán son las ciudades más elegidas. Muchos argentinos son hijos, nietos o bisnietos de inmigrantes europeos y eso posibilita la obtención del pasaporte con la nacionalidad de sus familiares y facilita la mudanza a aquellas ciudades.
Los datos provistos por la Cancillería se limitan a 2016, no es posible comparar las cifras oficiales con años anteriores. Sin embargo, un estudio de Alicia Maguid y Marcela Cerruti, sociólogas del Conicet, provee información detallada sobre los argentinos en España, que es más elegida por quienes emigran. El estudio refleja que entre 2000 y 2004, por la crisis económica de 2001, el número de argentinos en España se triplicó, hasta alcanzar 226.548. En los años posteriores, hubo un incremento más gradual, pero constante, hasta 2009, cuando se registró el pico: 290.000 personas. Las autoras sugieren que "los efectos de la crisis empiezan a notarse (en 2009) y el número de argentinos residentes en España comienza a descender". El estudio aporta datos hasta 2015, con un registro de 250.000 argentinos en España. La tendencia decreciente es corroborada con las cifras de la Cancillería, que registran unos 240.000 argentinos, entre los consulados de Madrid y de Barcelona (y las zonas que cada uno abarca), en 2016.
Magdalena Grandval tiene 38 años y hace 11 que vive en España. Ahora reside en Lanzarote, en las islas Canarias. Cuando partió, se encontraba en un momento de "revolución personal", cuenta. Sintió una gran necesidad de vivir de otra manera, conocer otro tipo de gente y viajar. Trabajó haciendo de todo un poco, según las circunstancias y necesidades. Cree que no volverá a la Argentina; le gusta su forma de vida en España. "No tengo que ser rica, ni cool ni pertenecer a nada para disfrutar y acceder a muchas cosas; siendo una persona simple y trabajadora, sin ningún tipo de ayuda, puedo permitirme lo que desee", dice.
En su último viaje a la Argentina presenció una "típica pelea entre un bondi y un tachero" que le confirmó que no quería vivir en un lugar así. Mientras su mamá ni escuchó el altercado, ella respiró profundo para calmar su angustia.
Hay argentinos desparramados por todo el mundo y se fueron por motivos diversos. Algunos buscaron un estilo de vida. Otros, por sus profesiones o por el trabajo de otros miembros de la familia. Algunos huyeron de una realidad económica o una presión social que los agobiaba, también de la inseguridad. Otros sólo quisieron lanzarse a vivir una aventura y terminaron quedándose afuera por años.
Aunque hay muchos que piensan en volver, otros están instalados y no ven un futuro en la Argentina. Un dato curioso es que del total de argentinos que residen fuera del país, sólo el uno por ciento, unas 10.000 personas, votó en las elecciones presidenciales en 2015.
"Me casé con un italiano y me fui a vivir a Milán", dice Claudia. Es cordobesa, pero hace 30 años que elige Milán. Se separó de su marido, pero nunca pensó en volver. "Sí, con mucha alegría, a visitar parientes y amigos", agrega, pero su lugar es Milán. Aunque es una ciudad cara, ella es una apasionada del arte y disfruta vivir en un centro de arte y diseño. Por la crisis económica, se las rebusca con clases de español, hace arreglos florales, talleres creativos para niños y volvió a estudiar.
Miami es otro de los destinos preferidos. La Cancillería informa que allí residen más de 80.000 argentinos. Esta cifra abarca un área que incluye Florida, Puerto Rico, Bahamas y las islas Vírgenes norteamericanas. Mariano y Constanza Medina decidieron irse a vivir a Miami hace más de cuatro años. "Nos fuimos para hacer una experiencia familiar en el exterior," dice Constanza. Mariano buscó, dentro de la empresa multinacional en la que trabajaba, una posición afuera, y surgió Miami. Cuentan que "la vuelta es un tema recurrente entre ellos". Aunque piensan que van a volver al país, están muy contentos allá. Consideran que es una experiencia enriquecedora y que las oportunidades son muchísimas. "Así como irnos de la Argentina fue una decisión, volver tiene que ser otra", dice Constanza. Los Medina pertenecen al 1% que votó en las últimas elecciones y anticipan que volverán a votar en octubre.
También existe un número de argentinos aventureros que viajan por el mundo y no se puede precisar cuántos son. Magdalena Bibiloni es una de estas viajeras. Se fue hace seis años. Su gira empezó en España, pero le gusta vivir siete u ocho meses en un lugar y luego cambiar. Ahora está en México y en dos meses se va a Canadá. Cuenta que partió en rechazo a un sistema de trabajo de nueve horas diarias, a tiempos perdidos en transportes, al ruido, a los bocinazos y a tanto asfalto. A su vez, tenía 30 años, sus amigas se empezaban a casar y ella sentía el matrimonio como algo muy ajeno. Es abogada y siempre le quedó pendiente estudiar sociología o antropología. "Aprender in situ, con los ojos y con un corazón abierto al encuentro", dice, y recalca que viajar es sinónimo de encuentro.
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