Bajó el alerta por el volcán y hay alivio en Caviahue
Se redujo la posibilidad de una erupción inminente del Copahue y los habitantes de la villa pueden regresar a sus hogares
CAVIAHUE, Neuquén.- Tras permanecer ocho días evacuados preventivamente en las localidades neuquinas de Loncopué y Las Lajas, los 575 habitantes de Caviahue regresarán hoy a sus hogares, luego de que ayer disminuyera el nivel de alerta ante la posible erupción del volcán Copahue y se redujera la restricción de acceso a su cráter a un radio de 4 kilómetros.
El comité de crisis provincial situó en amarillo la alerta tras las reuniones de expertos argentinos con sus pares chilenos en el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (Ovdas), en Temuco, el organismo que, en los hechos, monitorea los riesgos volcánicos a uno y otro lado de la cordillera.
La región trasandina de Bio Bio también bajó, pero a naranja, el nivel de riesgo del Copahue, situado a tan sólo 8 km en línea recta a la villa de Caviahue.
El vulcanólogo rionegrino Alberto Caselli, la persona más demandada durante la última semana aquí, informó que la sismicidad dentro del volcán mostraba "una tendencia decreciente en el número de eventos, del tipo híbrido, que indican fracturamiento seguido de movimiento de fluidos" dentro del volcán. Sin embargo, explicó que "continúa el lento ascenso del cuerpo magmático en las capas someras del volcán", lo que podría reiniciar en semanas o meses el proceso eruptivo del Copahue. Junto con el Domuyo y el Lanín son de los pocos volcanes activos en territorio argentino.
Ayer, los pobladores de Caviahue -la villa turística estrenada en 1986 en el corazón de la cordillera y cuya geografía sirve como lugar de aclimatación para las campañas antárticas-, respiraron aliviados. Descomprimieron con aplausos las tensiones acumuladas en la última semana, en la que no sólo debieron abandonar sus hogares y clausurar sus comercios, también interrumpir el dictado de clases para los casi 200 alumnos primarios y secundarios de la villa. También ayer se sumó una luz de esperanza por la temporada de esquí, que se iniciará el 15 de este mes, dado que el turismo es la principal fuente de ingresos para la villa.
Riesgo latente
Pero el riesgo ante el comportamiento impredecible del Copahue continúa latente. Y por ello la provincia de Neuquén suscribió acuerdos cooperación con Chile para que sea el Ovdas en lo inmediato el organismo que monitoree la evolución del volcán. En el nivel nacional se consensuó, además, la instalación de un centro de observación vulcanológica permanente para Caviahue, según informó a LA NACION el ministro de Coordinación de Neuquén Gabriel Gastaminza.
El director de Defensa Civil de Copahue, quien trabaja estrechamente con el vulcanólogo Caselli, que ayer continuaba con el muestreo del agua y de las partículas en el aire, brindó detalles de las nuevas medidas: "El Ovdas prestará parte del equipamiento necesario [tres sismógrafos] para poder brindar un alerta temprana y predecir el comportamiento del volcán, algo que hoy no podemos hacer . Además, se instalarán otros tres sismógrafos argentinos, pero será el Ovdas quien monitoreará en lo inmediato las mediciones, que hoy supervisa el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Impres), con sede en San Juan", dijo Arias.
Según informaron distintas fuentes a LA NACION, además de los acuerdos de cooperación también se decidió que el vulcanólogo Caselli dirija el centro de observación para Caviahue, que se radicará en el viejo aeropuerto, hoy en desuso. Para ello la provincia debería adquirir toda una serie de equipamiento complejo como otros sismógrafos, GPS, medidores de gases y de partículas en el aire, en lo cual ya está trabajando Neuquén, dijo Arias.
En tanto, los vecinos que regresaron ayer por escasas horas a Caviahue para alistar sus casas para hoy, lograron ver, después de 8 días, el cráter del volcán. La boca del Copahue había permanecido invisible por las fuertes tormentas blancas desde que se desató la crisis, lo que generaba más incertidumbre y temor entre la población. Especialmente, cuando su vertiente, o su cauce natural en el caso de que despidiera lava, se encuentra a cuatro kilómetros de una de las sillas del centro de esquí y otros cuatro de la villa.
Ayer, fumarolas irregulares de vapor blanco teñían un cielo diáfano, que el viento luego se encargaba de disipar. "Que no se ponga más nervioso nuestro amigo", pidió el intendente de Caviahue por radio. Y advirtió que la actual situación del volcán es "apenas una foto que rápidamente puede cambiar".