Autos de lujo robados fueron hallados en una casa usurpada
La Policía de la Ciudad detuvo a cuatro sospechosos y recuperó 18 vehículos deportivos que habían sido sustraídos
Cuando los detectives policiales y los funcionarios judiciales irrumpieron en la casa nunca imaginaron que iban a encontrarse con seis autos de lujo. Habían llegado al domicilio, sobre la calle Yerbal, en Caballito, por una denuncia de usurpación. El descubrimiento en abril pasado de esos vehículos, que tenían adulterada la chapa patente, puso a los investigadores sobre una nueva pista que, ocho meses después, derivó en el desbaratamiento de una banda que robaba y revendía rodados de alta gama.
Durante los allanamientos, tanto en los procedimientos realizados en abril pasado como en los operativos concretados en los últimos días, la Policía de la Ciudad y el Ministerio Público porteño secuestraron 17 autos de lujo y un cuatriciclo que habían sido robados a mano armada.
En el allanamiento de abril pasado en Caballito, la Policía de la Ciudad decomisó autos de las marcas Audi, BMW, Mercedes Benz y Mini-Cooper, entre otros, según informaron fuentes de la investigación. Después del allanamiento y antes de que sus integrantes fueran identificados, la banda se mudó a zona norte y alquiló una casona en San Isidro donde escondían los vehículos robados.
"Felicito a la Justicia y a la Policía de la Ciudad que trabajaron en conjunto para enfrentar a estas mafias, a estas bandas delictivas que tanto daño nos hacen. En este caso dimos con una organización que lo que hacía era robar a mano armada vehículos de alta gama, para después venderlos", sostuvo el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli. El funcionario está a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad desde la renuncia de Martín Ocampo después de la frustrada revancha por la final de la Copa Libertadores entre River y Boca.
Como se consignó, todo comenzó en abril pasado por una denuncia de usurpación de un domicilio en Yerbal al 1600, en Caballito. La investigación recayó en el fiscal penal, contravencional y de faltas porteño Carlos Rolero Santurian, que contó con la colaboración de detectives de la División Sustracción de Automotores de la Policía de la Ciudad. "A partir del allanamiento en la vivienda de Caballito se comenzó a investigar y se logró identificar una serie de líneas telefónicas que fueron intervenidas", afirmó una fuente judicial.
A partir de las escuchas telefónicas, los investigadores policiales y judiciales determinaron cómo operaba la banda delictiva.
"Todos los robos eran a mano armada y con mucha violencia. Después de apoderarse de los vehículos, los delincuentes los dejaban 48 horas estacionados en alguna calle para determinar si tenían instalados rastreadores satelitales", explicó un jefe policial que participó de la investigación.
Táctica de enfriamiento
Después de las 48 de "enfriamiento" o de hacerlo "dormir" -tal como dicen los delincuentes-, el automóvil robado era llevado a la casa usurpada de Caballito donde le cambiaban la chapa patente por otra que habían sustraído a un vehículo de la misma marca y mismo modelo, pero que no tenía el pedido de secuestro. "La banda tenía una máquina que les permitía borrar la numeración de los cristales y después le ponían otra identificación", agregaron los informantes.
La banda también utilizaba un taller en la zona de San Martín para hacer modificaciones en los vehículos robados. "Después promocionaban en internet las ventas de los autos. En las publicaciones, generalmente durante los fines de semana, promocionaban un auto que en el mercado tenía un valor de $800.000 pesos a $650.000. Explicaban que lo vendían a un precio más barato porque necesitaban el dinero con urgencia. Así aprovechan que durante el fin de semana los registros automotores estaban cerrados. El lunes siguiente, cuando las dos partes se tenían que encontrar para hacer la transferencia, los vendedores no podían ser ubicados", afirmó una fuente policial.
Si bien la Policía de la Ciudad secuestró 17 automóviles y un cuatriciclo, los investigadores del caso suponen que la banda logró desprenderse de numerosos vehículos robados. Según fuentes policiales y judiciales, en las últimas horas hubo una serie de allanamientos en los cuales se detuvo a cuatro sospechosos, entre ellos a un padre y a su hijo, que serían los líderes de la organización. "En los allanamientos se secuestró documentación de interés para la causa que demostraría la existencia de ramificaciones de la banda", se explicó en un comunicado de prensa.
La investigación no terminó. Los investigadores ahora intentan identificar a las personas estafadas por la banda y que compraron los autos creyendo que eran legales.
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