Asís recupera la basílica destruida por un sismo
El terremoto devastó en 1997 la famosa iglesia del siglo XIII
ASIS, Italia.- Dos años después del terremoto que asoló el norte de Italia causando graves destrozos en la basílica de San Francisco, famosa en el mundo entero, hoy la iglesia volverá a abrir sus puertas al público.
La basílica de la ciudad de Asís era originalmente una espléndida estructura, en cuya cripta reposan los restos de San Francisco, y donde lucían algunos de los mejores frescos de la Europa medieval, hasta que el temblor hizo que las pinturas cayeran al piso en medio de nubes de polvo y escombros.
Pero hoy, 47 frailes franciscanos reabrirán su basílica reparada, reforzada y reacondicionada, con una ceremonia de consagración del altar que reemplaza al destruido por el fuerte sismo de 1997.
Una gran delegación, presidida por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano, coronará uno de los mayores y más complejos proyectos de restauración de la historia.
Volver a la vida
Han sido necesarios casi 800 días de intenso trabajo para salvar la estructura de la basílica del siglo XIII y devolver la vida a los excepcionales frescos de Giotto y Cimabue, dos pintores señeros del arte italiano.
Los frescos cayeron sobre el piso y se perdió gran parte del fresco de Giotto cuando se buscaban los cadáveres de un fraile, un novicio y dos expertos.
Varios funcionarios eclesiásticos y regionales se hallaban dentro de esta iglesia el 26 de septiembre de 1997 inspeccionando los daños causados por un terremoto ocurrido esa mañana, cuando se produjo el segundo sismo, de magnitud 5,5.
Los dos terremotos provocaron diez muertos en poblados de estas colinas de Umbría, dejaron sin hogar a miles de habitantes y produjeron grandes grietas en invalorables construcciones que datan de la Edad Media y del Renacimiento.
Pero ninguna tan irreemplazable como la basílica de San Francisco de Asís, cuya construcción había sido iniciada por seguidores del religioso meses antes de su muerte.
Lluvia de escombros
La lluvia de polvo y escombros fue provocada por el colapso de dos bóvedas del cielorraso de la basílica, de 85 metros de altura.
"Si el terremoto se hubiera prolongado unos seis segundos más, se habría caído toda la bóveda", afirmó el profesor Sergio Fusetti, director del proyecto de restauración, que costó US$ 38 millones.
La estructura fue reforzada con una red flexible de material más fuerte que el acero, se levantaron 1320 toneladas de escombros, se rellenaron grietas y se inyectaron morteros especiales para proteger las pinturas aún intactas, y grupos de expertos trabajaron durante dos años para identificar y numerar los fragmentos de los frescos.
La recomposición de los frescos tomará dos años más.