Sorprendidos, preocupados, con vientos cálidos y una jornada que permitió salir de las bases. Así vivió la Antártida su jornada más calurosa de la que se tenga registro cuando el termómetro marcó -la tarde de este jueves- los 18.3°c en la zona donde está instalada la base Esperanza de la Argentina.
Con esta marca, se superó en casi un grado el récord anterior que se había dado el 24 de marzo del 2015 cuando la temperatura trepó hasta los 17.5, también en ese mismo asentamiento científico y militar.
Sergio Montoya, suboficial ayudante de la Fuerza Aérea y meteorólogo, fue el encargo de informar el récord. En diálogo con LA NACION, contó: "El pronóstico en la previa ya nos había dicho que había masas de aire muy cerca que iban a ser descendentes y podían producir. Se esperaba una máxima de 10 grados, como mucho. Se esperaban temperaturas altas, pero no tan extremas. Varios factores apostaron para que se diera esta temperatura a pesar de estar en una zona de glaciar y más alta. Es sorprendente tener estas temperaturas".
Este militar de 50 años, que cumple funciones para el Servicio Meteorológico Nacional, llegó a la Base Esperanza el 4 de diciembre del año pasado y permanecerá hasta diciembre. "Trabajamos trihorario donde tomamos todos los datos: temperatura, humedad, viento, nubosidad, fenómenos, presión atmosférica. Somos dos meteorólogos que hibernamos por 12 meses. El registro se hace cada tres horas: 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 00. En este caso, en el registro de las 15, se marcó el récord".
La sorpresa fue compartida por todos los que están en la estación científica situada en punta Foca, entre las Caletas Águila y Choza.
"Estamos sorprendidos, y ese es el comentario de todos los que estamos en la base", dijo a LA NACION, Víctor Hugo Navarro Zalazar, profesor de la Escuela Provincial N°38 "Presidente Raúl Ricardo Alfonsín" que está instalada en Esperanza y donde comenzarán a tomar clases 14 chicos el próximo 2 de marzo.
El hombre de 41 años llegó por segunda vez hasta la base, luego de haber cumplido una campaña de 12 meses en el 2018. Al igual que hace dos años, está junto a su esposa, Mariana Ibarra, que es la directora de la escuela, y sus dos hijos, Victoriano, de 11 y Juan Ignacio de 8.
"Desde temprano arrancamos el día con repliegue de gente y, desde esa hora, se notaba que había temperaturas positivas. Pasado el mediodía se registraron 18.3°, que para acá es demasiado. Salimos a caminar mientras el viento lo permitía. Cuando se registró el máximo, había un poquito de viento, pero cálido. Algo atípico para acá", describió el docente.
Ante la consulta de si debieron sacarse algunas capas de ropa, respondió: "Tanto como para sacarnos capas de ropa no estaba, pero sí lo sentíamos en las partes del cuerpo que están expuestas al sol".
"En el 2018, cuando estuve acá, se registró el récord histórico de intensidad del viento, con 340 kilómetros por hora. Ahora me toca estar en el año de la temperatura más alta. Lamentablemente, este récord no es bueno porque afecta a los glaciares y al clima", contó a modo de anécdota, pero con un dejo de preocupación.
Cambio climático: sus efectos y cómo se sintió en otras bases
"No es algo normal. Preocupa que se den este tipo de temperaturas porque se derriten más los glaciares y, a lo largo o corto plazo, traerá alguna consecuencia", explicó el meteorólogo Montoya.
Desde la base Carlini, donde está el epicentro de las investigaciones científicas durante las campañas de verano, la científica Liliana Quartino dijo: "Desde nuestra llegada el 7 de enero no han habido nevadas. Sin embargo, sí ha estado lloviendo mucho. En años anteriores, las precipitaciones solo eran en forma de nieve".
"Las 'áreas rocosas' que se ven en el glaciar, son los espacios en donde se ha ido derritiendo el glaciar. A esas 'áreas' las denominamos 'nueva áreas libres de hielo'. Cada día se escucha la caída de numerosos bloques de hielo del Glaciar Fourcade, es como que aquí 'vemos' y 'escuchamos' el cambio climático", detalló Quartino.
En el caso de la base Marambio, también se registró la temperatura más alta para un día de febrero desde 1971. Alcanzó 14.1°C y superó los 13.8°C del 24 de febrero de 2013.
Gustavo Adolfo Lezcano es profesor y uno de los expedicionario al Desierto Blanco. "Me encuentro en la Base Marambio, como invitado junto con el grupo de Glaciología, siendo el jefe de proyecto y junto al ingeniero científico Sebastián Marinsek, del Instituto Antártico Argentino. Estamos estudiamos el balance de masa de los glaciares, sus cambios dinámicos y la relación con el cambio climático", explicó a este medio.
Sobre cómo se vivió la jornada récord, dijo: "El día se vio muy productivo, los distintos grupos de científicos pudieron salir al terreno a realizar su trabajo, con menos ropas de lo habitual".
Luego analizó la temperatura y su relación con el cambio climático: "El aumento de temperatura tiene como incidencia en los glaciares la perdida de masa. Justamente es el trabajo de medición que realizaremos en estos días en la Bahía del Diablo, Isla Vega, unos 60 kilómetros al noroeste de Marambio. Todo esto gracias a que recibimos el apoyo de las autoridades de Tierra del Fuego".
Más notas de La Antártida
Más leídas de Sociedad
Calendario escolar 2025. Definieron cuándo empiezan las clases en la Ciudad y las fechas de las vacaciones
Curiosidades. ¿Cuál es la flor nacional de la Argentina y cómo se eligió?
Arte y religión. ¿Por qué el Día de la Música se relaciona con Santa Cecilia?
¿Llega una nueva ola de inmigrantes? Los venezolanos lideran los permisos de residencia y afianzan sus vidas en la Argentina