Así preparó Banksy su nueva broma millonaria
"El impulso de destrucción es también un impulso creativo". Junto a esa cita, el artista conocido como Banksy publicó un video en su cuenta de la red social Instagram en donde explica el detrás de escena de su nueva broma millonaria.
"Hace unos años construí una trituradora secreta en uno de mis cuadros", comienza el video, que muestra a una persona en pleno proceso de construcción del dispositivo. "En caso de que alguna vez sea puesta en venta en una subasta...", agrega.
Después, el video muestra imágenes de la subasta realizada ayer en la casa Sotheby's de Londres. La cámara del video de Banksy grabó el episodio desde uno de los lugares del público. Registró la venta, por más de un millón de euros, y las caras de asombro de la audiencia cuando el cuadro se autodestruyó.
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La obra se titulaba "Niña con Globo". Es una de las imágenes más famosas de Banksy, donde una chica deja volar un globo rojo. En el momento en que fue vendida se activó el mecanismo de destrucción: el cuadro empezó a deslizarse por una trituradora de papel escondida en el marco y quedó parcialmente rasgada.
La reconocida casa de subastas Sotheby's asegura en su web que fue algo "inesperado" que "tomó por sorpresa al mundo del arte". Y agregó: "El inesperado incidente se convirtió inmediatamente en historia del arte y supone la primera vez en la historia de las subasta en la que una obra de arte se tritura automáticamente tras ser vendida".
"Podría decirse que nos acaban de 'banksear'", reaccionó en un comunicado Alex Branczik, jefe de Arte Europeo Contemporáneo de la casa subastadora. "Hablamos con el comprador, que se vio sorprendido por esta historia. Estamos discutiendo los siguientes pasos", declaró la casa de subastas.
Banksy, artista y grafitero de Bristol, en el suroeste de Inglaterra, es conocido por su arte urbano irónico y comprometido, aunque siempre ha mantenido su identidad bajo estricto secreto.
Según Mehdi Ben Cheikh, un galerista parisino especialista en arte callejero, este nuevo golpe de efecto "está en la línea de su actuación de Nueva York, que se interroga y critica los límites del mercado de arte". En aquel caso, ocurrido en 2013, el artista instaló un puesto cerca de Central Park para vender una veintena de valiosas pinturas, "auténticas y firmadas", por apenas 60 dólares cada una.