Arianna Huffington: "Esta es una era dorada del periodismo"
La fundadora del diario digital más popular del mundo acaba de lanzar la versión española
MADRID.– Arianna Stassinopoulos-Huffington encontró fácilmente la receta para transformar miles de blogs dispersos en Internet en un medio masivo, atractivo y exitoso: le bastó con ordenarlos, clasificarlos y darle a todo ese contenido la novedosa forma de un diario digital de "periodismo ciudadano".
El procedimiento, análogo al utilizado en YouTube con los videos, o Facebook con los datos e inquietudes de los internautas, hizo de The Huffington Post un suceso de los nuevos medios, y a ella, multimillonaria y famosa en todo el territorio de los Estados Unidos, donde hasta aquel iniciático 2005 sólo era conocida por haber sido la esposa del congresista republicano Michael Huffington.
Hoy, 15 años después de divorciarse, apenas conserva de su ex marido el apellido, del que jamás podrá –ni querría– desprenderse. El destino ya no parece capaz de separar lo que los buenos negocios unieron: The Huffington Post, que ya tiene un premio Pulitzer en su vitrina, alcanzó el tercer puesto entre los medios digitales más seguidos del mundo, cuenta con cerca de 26 millones de usuarios mensuales y dejó una huella indeleble tras siete años de crecimiento sostenido.
Nada de esto fue ignorado por el mercado, y mucho menos por Arianna, que el año pasado vendió el diario digital más popular de la historia en 315 millones de dólares a AOL, el gigante norteamericano de la Web. Pero la venta del periódico lejos estuvo de marcar el final de la influencia y ambición de esta ateniense de 61 años. En su paso por Madrid, donde conversó con La Nacion, Huffington reveló que el periódico bloguero, donde continúa como editora en jefe, tiene aún una importante misión que cumplir. "Estamos en pleno proceso de expansión internacional, esta es ahora nuestra manera de seguir haciendo de este diario una empresa exitosa", afirmó.
Y su visita a la capital española no es para nada anecdótica. Nombrada miembro del consejo de administración del diario El País hace poco más de un año, Arianna abrió la semana pasada en este periódico, el primero en ventas en España, la sucursal local de su publicación. Con el nombre de El Huffington Post, Arianna dio un paso más en su estrategia de hacer pie en diferentes mercados del mundo, tal como hizo recientemente en Francia, al abrir Le Huffington Post con el apoyo del prestigioso diario Le Monde, o en el Reino Unido, donde también tiene su versión local.
Aunque España, para ella, tiene un incentivo especial en términos periodísticos: es el lugar indicado para una filial y, también, el momento justo. "Este país tiene hoy miles de historias que necesitan ser contadas, y cuyo interés trasciende las fronteras. Por eso nuestro objetivo es contar desde muchas perspectivas diferentes el carácter humano de esta crisis, que va mucho más allá de la agotada dicotomía ideológica de derecha-izquierda. Porque no hay nada de izquierda o de derecha acerca de interesarse y contar que el 24% de los españoles, y la mitad de sus jóvenes, sufren hoy el desempleo", señaló.
Huffington también pone acento en la juventud cuando trata de explicar el "ingrediente x" de su medio, que pese a ser innovador por definición, acude a las raíces del periodismo moderno, al reclutar blogueros que no necesariamente son periodistas profesionales, sino especialistas –abogados, médicos, científicos y técnicos– o simples y noveles opinadores. "Si hay algo que caracteriza al Huffington Post, es que une el periodismo tradicional con una plataforma que permite dar a conocer las historias de las personas cuyas voces necesitan ser amplificadas", dijo, en relación a los autores de blogs (o "agregadores" de contenidos) que nutren de vida al portal y no cobran por subir allí sus trabajos.
Este último y polémico rasgo de su medio es, para ella, una bisagra en la evolución del periodismo en el acceso a las herramientas de difusión de información. "Todo lo que está pasando [con el diario] sólo puede ser bueno, porque esas voces que antes no se oían ahora sí pueden hacerse oír. Ya no hay que ser empleado de un medio para tener voz. Con tener un mensaje importante, una historia buena e interesante para contar, en nuestro medio ya podrás ser escuchado", afirmó.
Su fe en el tipo particular de periódico que conduce y la ascendente popularidad de las redes sociales la lleva a ver este nuevo medio y este nuevo tiempo como una etapa superadora en la historia de la profesión. "En la actualidad hay que tener muy en claro lo que realmente te apasiona, las historias que uno quiere contar. Ese es el criterio. Y, además, existen muchas maneras para contarlas, ya sea a través de textos, videos, redes sociales… En ese sentido, podemos decir que estamos frente a una era dorada del periodismo", señaló.
Sin embargo, Huffington descree en quienes profetizan el final de los medios de comunicación tradicionales, aunque, desde su punto de vista, las grandes empresas periodísticas deberán hacer cambios para sobrevivir. "Aún hay mucha gente que lee los diarios y revistas tal como los conocemos, pero, al mismo tiempo, tanto la producción como el consumo de contenidos online ha crecido sustancialmente. Y esto, sumado a que la gente está participando más que nunca antes en el debate público de todas las cuestiones de interés, va a obligar, tarde o temprano, a que los antiguos modelos de medios se adapten al nuevo escenario", concluyó.
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