El miércoles a la tarde se originó un foco en los humedales frente a la ciudad, que quedó cubierta
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ROSARIO.– Como sucede desde hace años para esta época, cuando se acerca la primavera, la quema de pastizales en los humedales que se encuentran en suelo entrerriano, frente a la ciudad de Rosario, vuelve a convertirse en un problema para los rosarinos que respiran ese aire contaminado.
Los rosarinos padecieron este problema de la quema de pastizales y el humo durante los últimos tres años, incluso durante la pandemia, cuando una combinación de factores –como la sequía, la bajante del río y los incendios– provocaron serios trastornos en la calidad del aire. Los incendios de pasturas naturales resulta algo tradicional en esta época del año, cuando se pretende renovar los pastos más tiernos para el ganado. Esta situación llevó a que la Municipalidad de Rosario presentara varias denuncias en la Justicia Federal para identificar a los responsables y que se detenga este tipo de maniobra, que va a contramano del cuidado del ambiente y de los humedales.
El olor a humo era intenso durante la tarde del miércoles y la mañana de este jueves. Vecinos que residen en las inmediaciones de El Banquito de San Andrés, frente a la zona del Monumento a la Bandera, señalaron a LA NACION que uno de los incendios más grandes se desató en un islote que está en el sur, frente a las costas de la ciudad, a la altura de Saladillo y Villa Gobernador Gálvez. El temor, como ocurrió hace unos años, era que el fuego se expandiera porque había un intenso viento sur.
Ese foco de incendio se inició el miércoles a la tarde a la altura del kilómetro 410 del río Paraná, un par de kilómetros hacia el interior del humedal, entre Rosario y Gálvez, del lado entrerriano pero con una visible columna de humo desde la margen santafesina cuando todavía era de día.
Durante la noche y la madrugada se veían las llamas desde Rosario, debido a que ardían los pastizales secos. El olor a humo, con mayor intensidad en el sur de la ciudad, era intenso. Durante la mañana de este jueves, la intensidad del fuego había bajado, según señalaron los isleños.
Ante esta situación, la Dirección de Protección Civil de Santa Fe con el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que tomaron contacto con autoridades entrerrianas por razones de jurisdicción, empezaron a intervenir para detectar y tratar de evitar que las llamas no se extiendan a otros sectores.
Marcos Escajadillo, titular de Protección Civil de Santa Fe, explicó que “la Prefectura Naval informó que se había desatado un incendio de grandes proporciones en las islas, que están bajo jurisdicción de Entre Ríos”. Eso llevó a que las autoridades santafesinas se comunicaran con el “área de respuesta ambiental” de Entre Ríos para que “arbitren las medidas necesarias” para combatir el fuego, además de solicitar una eventual ayuda a la Dirección Nacional de Protección Civil en caso de procurar medios aéreos.
“Nos informaron que a partir de este jueves están trabajando en la zona del incendio. Todavía tenemos un viento que trae el humo a la ciudad, por lo que hablé con el área de ambiente de Entre Ríos para agilizar la intervención, porque hay que tener en cuenta la disponibilidad del traslado de brigadistas (en caso de que los necesiten) para ganarle horas al día; por cuestiones de seguridad, no se puede trabajar durante la noche”, dijo.
El funcionario provincial afirmó que el humo que llega a Rosario proviene de tres focos en la zona de islas, que tienen una extensión de unos tres kilómetros. Escajadillo advirtió que durante la noche del miércoles “rotó el viento y el humo comenzó a sentirse en la ciudad”.
Otra situación problemática
El humo de los incendios en los humedales del Delta se sumaron a otra situación problemática que se inició esta semana, cuando el Servicio Meteorológico Nacional informó que el centro del país se vería afectado por humo proveniente de los incendios que impactan en el Amazonas, en la frontera entre Bolivia y Brasil.
“Vemos países como Brasil, que tiene una de las sequías más importantes de su historia, con lo cual tenemos que trabajar para que cuando veamos una columna de humo, inmediatamente dar respuesta para que no se propague”, agregó Escajadillo.
A principios de semana, Matías De Bueno, titular de la Secretaría de Política Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), alertó que esta situación, con el regreso del humo a esta región, podría agudizarse. El especialista sostuvo que Rosario “puede enfrentar unos días complicados por ese problema. Mientras hay alerta por el humo que puede llegar del Amazonas, donde se incendiaron 4.000.000 de hectáreas, la situación en Córdoba y los focos de incendios que están activos en las islas podrían dejar a Rosario rodeada de incendios”.
El experto en ambiente de la UNR comparó el problema ecológico que se vive en la zona fronteriza entre Bolivia, Paraguay y Brasil con lo ocurrido en las islas entrerrianas. “En el período 2020/2023 nosotros vimos incendiarse 1.200.000 hectáreas en la región de humedales frente a Rosario, y en Bolivia se habla de 4.000.000”, apuntó entonces.
De Bueno señaló que “la situación es realmente gravísima en un contexto de sequía extrema total”. Y recordó lo que está en la memoria de los rosarinos. “Hace tres meses veíamos a Brasil inundado. Nosotros entre fines del año pasado y principios de 2024 teníamos al río Paraná pisando los cinco metros de altura. Hoy no pasa el metro, con lo cual se empiezan a ver con mayor claridad los fenómenos climáticos extremos”.
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