Apareció otra vez en la frontera norte el sello de un delfín

Uno de los logos más encontrados en los cargamentos de cocaína identifica los embarques con un delfín. Las fuerzas de seguridad apuntan en ese caso sobre un presunto jefe narco detenido, Delfín Castedo, que está bajo investigación en Salta (de lo que se informa por separado). Ese sello de los traficantes fue visualizado también ayer en un procedimiento antidrogas realizado por personal de la Gendarmería en las inmediaciones de la ciudad salteña de Orán, una de las rutas logísticas más utilizadas por los grupos que abastecen al narcomenudeo en los grandes centros urbanos de la región metropolitana.

Un informe del Ministerio de Seguridad de la Nación detalló que en esta oportunidad "los gendarmes del Escuadrón Orán realizaban un control sobre el kilómetro 61 de la Ruta Nacional 50 y al frenar la marcha de un remís proveniente de Aguas Blancas con destino final en Orán, los efectivos de la fuerza que conduce Gerardo Otero detectaron una caja de cartón en el baúl del auto. En su interior había nueve paquetes en forma de ladrillo y, asimismo, en el asiento trasero otros tres panes dentro de una mochila. Al realizar la prueba de campo sobre el contenido de los paquetes, el resultado fue positivo para cocaína por un peso de 12,696 kilogramos".

Tras el hallazgo de esa sustancia, los integrantes de la fuerza de seguridad dieron intervención al Juzgado Federal de Orán. Esa sede judicial fue ocupada hasta diciembre de 2017 por el entonces juez federal Raúl Reynoso, que fue detenido por sus supuestos vínculos con organizaciones de narcotraficantes que operan en la zona fronteriza con Bolivia. Esos grupos utilizan esa región para acopiar cargamentos de cocaína y facilitar su distribución a bandas de vendedores minoristas.

Más allá del operativo en la frontera norte, las fuerzas policiales también desarrollaron procedimientos contra el narcomenudeo en el área metropolitana. Una de esas organizaciones criminales era encabezada por un preso, que cumple condena en la Unidad 9 de La Plata, según informó el Ministerio de Seguridad Bonaerense.

En ese operativo conjunto entre unidades de la policía bonaerense y del servicio penitenciario se concretaron 20 allanamientos en La Plata y Ensenada. La pesquisa estuvo a cargo de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado, con la colaboración de la Dirección de Análisis de Investigaciones del Ministerio de Justicia.

Las características de esa banda criminal tenía similitudes con otros grupos que consiguen dominar algunas zonas para controlar la venta de drogas: se trata de un clan familiar. Los ocho detenidos tienen de parentesco con el supuesto cabecilla, que utilizaba esos fuertes vínculos personales para mantenerse al comando del negocio narco pese a estar tras las rejas. Su pareja e hijos transmitían las órdenes al resto de la banda, tal como fue determinado por la investigación presentada por las autoridades bonaerenses. Un sistema muy parecido era utilizado por el grupo narco rosarino conocido como Los Monos para asegurarse de la transmisión de directivas cuando sus principales referentes fueron detenidos.

Más allá de un kilo de cocaína dispuesto para la venta minorista, en los allanamientos fueron decomisadas varias armas y vehículos de alta gama.

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