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Antonio Guardo
El sepelio
Maestro de la odontología y precursor de la ortodoncia en nuestro país y en América latina, la vida del doctor Antonio J. Guardo, fallecido en esta ciudad a los 89 años, se caracterizó por una vocación de servicio ejemplar en el campo de la salud.
Nacido en Buenos Aires en 1909, abrazó la profesión de su padre, Antonio J. Guardo, que también se destacó en la actividad. Su nombre está íntimamente ligado al desarrollo de la Facultad de Odontología de la Universidad de BuenosAires, desde los tiempos en que era escuela, Allí se graduó como dentista a los 19 años e inició su actividad docente, a través de distintos cargos que ocupó por concurso. En 1947 asumió como profesor titular en la cátedra de Ortodoncia con odontología legal, a la que se dedicó con pasión y entusiasmo. Ese mismo año fue designado primer decano de la flamante Facultad de Odontología.
El doctor Guardo dictó el primer curso de especialistas en ortodoncia y contribuyó a la difusión de esa especialidad en el continente. Su erudición quedó reflejada en los seis libros y numerosos trabajos que publicó a lo largo de su carrera. En 1980 fue designado profesor emérito.
A su vocación profesional sumaba una inclinación al estudio. En 1972 obtuvo su título de médico en la Universidad de Buenos Aires. Siempre abierto a las manifestaciones creativas, era aficionado a la pintura y difundió en América latina y en Europa la imagen de Santa Apolonia, patrona de la odontología. Sus restos fueron sepultados en el cementerio de Avellaneda.