Antártida: dos inmensos glaciares se están desprendiendo y podrían aumentar el nivel de los mares a gran escala
Dos glaciares que tenían en estado de alerta máxima a los científicos se están desprendiendo de sus barreras de contención, potenciando el riesgo de un súbito aumento a gran escala del nivel de los mares.
Situados sobre la costa del mar de Amundsen, en la Antártida Occidental, los enormes glaciares Isla Pine y Thwaites ya han aportado alrededor del 5% del aumento del nivel de las aguas a nivel mundial. La supervivencia del Thwaites es considerada tan crucial que Estados Unidos y Gran Bretaña han despachado una misión exploratoria multimillonaria a la zona del glaciar, cuyo desprendimiento definitivo podría desencadenar un colapso más extenso en la capa de hielo de la Antártida Occidental, una masa suficiente para elevar hasta tres metros el nivel de los mares en todo el mundo.
Los nuevos hallazgos, publicados ayer en la revista científica PNAS, publicación oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, incluyen el análisis detallado de imágenes satelitales. Las imágenes muestran que el sistema natural de contención que impide que los glaciares fluyan libremente, se desprendan y caigan al mar se está desintegrando aceleradamente, lo que a su vez presagia una mayor descarga de hielo en el mar durante los próximos años. La rapidez con la que fluye el glaciar depende entonces de la eficacia con que las fuerzas resistentes inhiben el movimiento.
Los así llamados "márgenes de corte" de los glaciares, donde las plataformas de hielo flotante ejercen enrome presión sobre los contrafuertes de contención, se están debilitando progresivamente, y en algunos casos directamente se parten.
"Esas presiones que ralentizan el desplazamiento del glaciar ya no existen, y el glaciar se está acelerando", dice Stef Lhermitte, experto en satélites de la Universidad Tecnológica Delft, Países Bajos, quien lideró la nueva investigación junto a coleas de la NASA y de centros de investigación de Francia, Bélgica, Austria y los Países Bajos.
Si bien muchas de esas imágenes ya se conocían, el nuevo análisis de las mismas sugiere que la desintegración se está acelerando.
"Ya sabíamos que estos eran glaciares que podrían importar en un futuro, pero estas imágenes indican que esas plataformas de hielo están en muy malas condiciones", dice Lhermitte.
Nuevo mínimo histórico
Y esa es apenas la última de una seguidilla de malas noticias para los grandes hielos del planeta. Este año, el hielo del mar ártico estuvo muy cerca de marcar un nuevo mínimo histórico. El mes pasado, Canadá perdió su última gran plataforma de hielo en el Ártico.
Y en Groenlandia, la plataforma de hielo más grande que queda en el hemisferio norte, a veces conocida como 79 Norte debido a su latitud (su nombre completo es Nioghalvfjerdsfjorden), acaba de perder un inmenso bloque de hielo equivalente de un tamaño equivalente a dos islas de Manhattan, según el Instituto Geológico de Dinamarca y Groenlandia. Los expertos culpan de la fractura a la fuerte tendencia general al calentamiento y a las temperaturas "increíblemente cálidas" en el noreste de Groenlandia en los últimos años.
Las plataformas de hielo son vastas losas flotantes que se extienden sobre la superficie del océano desde el borde exterior de los glaciares marinos. A medida que avanzan hacia afuera, sobre el agua, esas losas se congelan en las laderas de las montañas y las islas y se anclan a las protuberancias del lecho marino. De esta manera, las plataformas proporcionan un mecanismo de frenado y anclaje en su flujo natural hacia el mar.
Esas presiones ocurren en regiones llamadas "márgenes de corte", donde hay "corrientes de hielo" más rápidas que se encuentran con masas de hielo estáticas y estables, por lo general debido a que están ancladas a algún accidente geográfico. En esos lugares, el hielo suele plegarse y ondularse, la indicación más visible de la fuerte presión bajo la que se encuentra.
Pero cuando la presión es excesiva, el hielo se rompe. Según la nueva investigación, eso está ocurriendo en la Antártida Occidental, lo que permite entrever que el agua cada vez más cálida del océano ha carcomido y fragilizado tanto la plataforma de hielo desde abajo, que esta se quiebra.
Al mismo tiempo, y por la misma razón, los propios glaciares han empezado a avanzar cada vez más rápido hacia el agua. Las fuerzas resultantes de ese desplazamiento terminan de romper los "márgenes de corte", que se desprenden y suman aún más hielo a los océanos.
En cuanto al glaciar Isla Pine, el nuevo estudio muestra que si bien el resquebrajamiento y desprendimiento de los márgenes de corte arrancó en 1999, se aceleró marcadamente a partir de 2016.
"Es una investigación importante", dice Richard Alley, glaciólogo de la Universidad del Estado de Pensilvania.
Plataforma de hielo
Alley señala que los procesos en marcha en la Antártida parecen ya haberse consumado en partes de Groenlandia, donde uno de los mayores glaciares, el Jakobshavn, directamente no tiene una plataforma de hielo propiamente dicha. A principios de este siglo, cuando perdió esa plataforma, el ritmo de desprendimientos de hielo del Jakobshavn se aceleró vertiginosamente.
Ya se han observado múltiples colapsos de plataformas de hielo en Canadá, Groenlandia y las regiones más cálidas de la península Antártica, donde alguna vez se fracturaron y hoy ya no existen las llamadas plataformas Larsen A y Larsen B.
"Cuando las plataformas de hielo se dañan por el cambio climático, como venimos observando en la península Antártica en las últimas décadas, el efecto de contención y freno se reduce y las corrientes de hielo se aceleran, elevando el nivel de los mares", dice Isabella Velicogna, glacióloga de la Universidad de California en Irvine, en referencia a la nueva investigación. "Y a más velocidad de desprendimiento, más daño."
Si el mismo fenómeno se completara en el mar de Amundsen, en la Antártida Occidental, donde se encuentran los glaciares Isla Pine y Thwaites, las consecuencias para el nivel de los mares serían enormes.
Los cálculos incluidos por Lhermitte en su informe muestran que durante los últimos seis años, la sección occidental y central de la plataforma de hielo de Isla Pine ha visto reducido su tamaño en un 30%, de casi 4000 kilómetros cuadrados a cerca de 2500: en otras palabras, se ha perdido una superficie casi del tamaño de la ciudad de Los Ángeles.
"El margen de corte está tan dañado que lo vemos como una precondición para la posterior desestabilización de la plataforma de hielo", dice Lhermitte. "Estas son las primeras señales que vemos de la desaparición de la plataforma de hielo del glaciar Isla Pine. Y es un daño casi imposible de reparar."
The Washington Post
(Traducción de Jaime Arrambide)
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