Andrés Calamaro: el nuevo salmón y el de siempre, en una tarde de San Isidro
Nos encontramos en Fernet, un bar del Bajo de San Isidro donde nos habían preparado un almuerzo tardío, como cierre de una producción de fotos Rolling Stone, a cargo de Nora Lezano.
Nos sentamos a una gran mesa mientras Esteban, barman y uno de los dueños del bar, ofrecía algún aperitivo. Charlamos, comimos y en un momento nos separamos del grupo para hacer unas fotos más.
–Te veo bien, además de bien acompañado, estás muy bien –le dije.
–Sí, la verdad que sí –respondió.
–¿Te acordás de la primera vez que te hice fotos?
–Sí, fue para Alta suciedad, de gira por Tucumán, hace como 15 años...
–Recuerdo que me dijiste que estuviera atento a cuando me dijeras "muerte súbita", para que deje de hacer fotos, y cumplí... los famosos códigos. Las giras siempre fueron agitadas y divertidas, la pasamos muy bien.
Volvimos al bar, pidió una Coca light y seguimos charlando. Personalmente, extraño al viejo Calamaro.