El nuevo lujo: disfrutar en primera persona
Tener una espera placentera en el preembarque, viajar en business, cenar con descuento o regalos de cortesía en los mejores restaurantes aqui y afuera, conseguir que alguien te resuelva el acceso a un evento, comprar los zapatos que querés en cuotas (y no pagar todas), son algunos deseos que ya no son tan lejanos. ¿Cómo hacerlos realidad?
La posibilidad de viajar, de probar nuevos sabores y conocer nuevos estilos que nos resulten inspiradores e interesantes, se trata del tipo de experiencia que el consumidor, modelo siglo 21, busca constantemente. Es que en la era de la hiperconexión, donde el estrés es moneda corriente y el tiempo es lo que siempre falta, alcanzar aquello que moviliza, impacta e interpele es fundamental. La búsqueda es lograr apagar las demandas externas y vivir momentos en primera persona que permitan conectarse de nuevo con los deseos y aquellas cosas importantes de la vida. La verdadera aspiración siempre es alcanzar o hacer realidad los sueños.
Es en este contexto que la idea de lujo escapa de la noción tradicional, se expande y trae una nueva actitud. Se personaliza, imperan la vivencia de experiencias únicas y los placeres selectivos, dándole verdadero valor a la palabra "mejor" en lugar de "más". Pero no hace falta ser un extravagante o un conocedor (ni tampoco un millonario) para reconocer esta nueva ola y buscar subirse a ella.
Con esto en mente, The Platinum Card de American Express te invita a disfrutar de aquel tipo de vivencias y que sumes anécdotas inolvidables en tu vida. Por eso te ofrece un servicio único en donde se priorizan las emociones, dejar la ostentación para entrar por los sentidos y disfrutar de aquella experiencia intimista. Porque hoy, el verdadero lujo radica en disponer de información privilegiada y la posibilidad de disfrutar de sensaciones que podamos concretar.
Más que una tarjeta de crédito, el concepto es el de una membresía que abre las puertas, precisamente, a este tipo de experiencias diseñadas a medida. Desde las más cotidianas, hasta las más exóticas.