Ama Gozua. Tristeza por el cierre del clásico restaurante de la Ruta 2, después de medio siglo
Tristeza. Dolor. Desencanto. Impotencia. Nostalgia. El restaurante familiar Ama Gozua, un clásico ubicado a la vera de la Ruta 2 en el kilómetro 274 tampoco aguantó los seis meses de cuarentena y debió cerrar sus puertas después de más de medio siglo.
Durante décadas, el lugar fue una cita obligada para diferentes figuras del espectáculo, del deporte e incluso de la política argentina, cada vez que viajaban de Buenos Aires a Mar del Plata. Muchos lo apodaron "la parada técnica perfecta".
Tanto la publicación del cierre de Ama Gozua como el anuncio de venta de su mobiliario y elementos de cocina provocaron reacciones diversas en las redes sociales, donde miles de viajeros compartieron anécdotas y dejaron palabras de cariño hacia sus dueños, además de lamentar la noticia.
Su fachada (una construcción antigua similar a la de los viejos almacenes) era también una postal habitual durante el trayecto a la ciudad Feliz, aún para aquellos que no se detenían allí a saborear un lomito de cerdo con papas fritas a caballo (una de sus especialidades) o degustar un choripán o morcipán al paso, embutidos que también elaboraban. Según sus habitués, otro plato que salía con frecuencia eran los ravioles caseros de verdura y el flan.
Según consigna el diario marplatense La Capital, Ama Gozua, que en idioma vasco significa "mamá dulce", fue un emprendimiento familiar iniciado por Manuel Ercoreca, un vasco que llegó a la Argentina a comienzos del siglo XX.
El primer paso fue un restaurante sencillo que estaba a cargo de su hijo. Pero cuando comenzaron a elaborar los propios chacinados que luego vendían lograron el objetivo de afianzarse como alternativa para la variada clientela viajera. Fue entonces que, en 1968, compraron la esquina donde funcionó hasta que la cuarentena por el coronavirus no tuvo piedad.