Alumnos argentinos participan del lanzamiento del Discovery
Experiencia: unos 300 estudiantes seleccionaron semillas que serán enviadas al espacio como parte de la misión de la NASA.
La Argentina también despega hoy con el transbordador espacial Discovery de la NASA. Lo hace a través de un proyecto educativo que consiste en enviar al espacio diversos tipos de semillas para estudiar cómo influyen en su estructura genética la microgravedad y la radiación cósmica.
La iniciativa se llama Germinar y fue organizada por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), que convocó a 300 alumnos de cuatro colegios para realizar lo que se convertirá en el primer experimento que la Argentina puede enviar al espacio con la NASA, como parte de la misión que se lanzará hoy en Cabo Cañaveral, de lo que se informa por separado en la página 3. Los noveles entusiastas en temas cósmicos pertenecen al Colegio Santa Hilda, de Hurlingham, y a los institutos Ana María Janer, de Capital Federal; Don Jaime, de Bella Vista, y al Educacional Fátima, de Martínez.
Todos ellos trabajaron en la selección cualitativa de semillas de rabanitos, zanahorias, lechuga, alpiste, maíz, porotos, garbanzos, soja y girasol: la mitad de un lote de semillas del mismo origen se queda en la Tierra y el resto se envía al espacio en el compartimiento especial del Discovery llamado Space Experiment Module.
Después de que las semillas estén en órbita alrededor de nuestro planeta durante nueve días, los alumnos van a comparar el poder germinativo del lote que quedó en la Tierra con el que viajó por el espacio e investigar también los posibles efectos genéticos en sucesivas generaciones de plantas.
Las semillas fueron colocadas en once tubos de ensayo especiales provistos por la NASA, que a su vez fueron cargados en un cajón especial. El módulo completo fue enviado al Centro Especial Kennedy en Cabo Cañaveral para ser instalado en el Discovery dentro de un contenedor denominado Get Away Special-Cannister, del tamaño de un tambor de combustible.
"Sólo vida bacteriana"
Rodrigo Blanco tiene 16 años, que cursa 3º año en el Colegio Santa Hilda, sin dudar desliza su teoría sobre la constitución del espacio exterior.
"Creo que en el espacio hay vida bacteriana, pero no vida inteligente. Tal vez la posibilidad que tenemos de observar cómo influye la radiación cósmica en las semillas nos permita tener una apreciación más ajustada", comentó Rodrigo a La Nación , al revelar que le gustaría estudiar astronomía o ingeniería genética.
Pilar Nano, del mismo curso, opinó que en el espacio tal vez ocurran los mismos procesos evolutivos a los que estuvo sometida la Tierra a través de tiempos. "Nosotros, en alguna medida, estamos participando de esa evolución", dijo la alumna, que asegura ser muy buena en física y en matemática.
La profesora del Colegio Santa Hilda a cargo del proyecto es Débora Primrose y es licenciada en Biología. Señaló que eligió a un grupo de 15 alumnos de tercer año porque se trata de un plan a largo plazo.
"Tendremos que evaluar las segundas y terceras generaciones de las semillas y, para lograr un trabajo ecuánime, es necesario que lo hagan los mismos alumnos", dijo la docente.
Trabajo con entusiasmo
Los mas chicos también participan del proyecto espacial. Si bien es un trabajo con el que deben cumplir, el entusiasmo casi los desborda por ser algo que descubrirán ellos mismos.
"Yo creo que en algún punto del espacio existe una vida similar a la nuestra -consideró María de las Mercedes Miguel, de 10 años, alumna del Instituto Fátima-. Si nuestro experimento da resultado, tal vez habrá posibilidades que los seres humanos nos instalemos allá."
Para el director científico de la Conae, Marcos Machado, los chicos que intervienen en el proyecto "pertenecen a la generación que será testigo activo de la evolución en materia espacial y eso significa que utilizarán su imaginación muy bien orientada por el conocimiento científico".
Este año, por ser el primer experimento y para no desbordar la capacidad organizativa, la convocatoria se limitó a escuelas privadas. Machado aseguró que del próximo proyecto participarán también escuelas públicas.
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