Alerta en Santa Fe: la provincia busca controlar la superpoblación de una “plaga”
Por el desmonte, las palomas torcazas llegaron hasta las ciudades y afectan la producción agropecuaria; en la Legislatura, presentaron un proyecto para su regulación
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SANTA FE.- En la provincia de Santa Fe, las palomas torcazas están en problemas porque, producto del desmonte para ampliar la frontera agropecuaria y la quema de pastizales, y la progresiva escasez de alimentos, estas aves abandonaron su hábitat natural en los campos y llegaron a las ciudades.
Pero los daños no solo impactan en la agricultura sino en la salud de las familias rurales y también en las poblaciones y edificaciones urbanas. Por eso, en la Legislatura comenzará a evaluarse un proyecto de ley para controlar la superpoblación de palomas.
La iniciativa de Rodrigo Borla, senador por el departamento San Justo, al norte de esta capital, ingresó a la Comisión de Economía del Senado y, según explicó, “plantea declarar plaga a la paloma torcaza (Zenaida auriculata) en todo el territorio provincial y propone un Programa Provincial de Control Poblacional de Palomas para mitigar su impacto en la producción agrícola y ganadera”.
El objetivo de esta iniciativa es la búsqueda de un equilibrio entre la protección del ecosistema y la sustentabilidad económica, además de salvaguardar la salud pública.
Borla propone que el Ministerio de Producción sea el encargado de aplicar y coordinar el programa, trabajando en conjunto con entidades gubernamentales y privadas, así como universidades e institutos de investigación, porque, según dijo, “esta cooperación interinstitucional permitirá desarrollar estrategias efectivas y sustentables para enfrentar la plaga”.
Pero “la idea no es matarlas, sino encontrar un sistema que evite la reproducción masiva y el control de estas aves” porque “hay sistemas para espantarlas pero hay que demostrar su eficacia. Los sistemas que más se utilizan van desde el infrarrojo, el ultrasonido y hasta animales, como los gavilanes. Los resultados son parciales. En las grandes urbes, como ocurrió con Santa Fe capital se utilizaron los gavilanes y tampoco se alcanzó el objetivo”, añadió el legislador, aludiendo a una iniciativa que se implementó en 2008 el entonces intendente Mario Barletta (UCR).
Borla reconoció que las dificultades también la soportaron los pobladores en las ciudades. Y citó lo que se observa en edificios públicos. “Un ejemplo es el que ocurre en la Casa de Gobierno de la provincia. Se colocaron alambras y telas para evitar que las palomas permanezcan en las fachadas ya que las heces que producen las palomas”, conocidas como guano o palomina, están compuestas principalmente de ácido úrico, sales minerales, agua y restos de alimentos no digeridos, “provocan daños irreversibles en las estructuras de los edificios”.
En diálogo con la prensa, el senador sanjustino aclaró que su intención “es implementar mecanismos sustentables a través de la zoonosis”, para regular la superpoblación de esta especie. “Queremos que la ley provea herramientas a través de los ministerios de Desarrollo Productivo y de Medio Ambiente para poder establecer un sistema de control”, ya que “tenemos una pérdida muy importante de la producción agropecuaria por esta situación. En algunos casos –subrayó– se perdió hasta el 70% de la cosecha por las palomas y muchos productores cambiaron el tipo de cultivo. Por ejemplo, dejaron de implantar sorgo, uno de los cultivos más afectados debido a la presencia de estas aves. Es que las palomas se alimentan de semillas”, agregó.
“El principal motivo de la presencia de esta inusitada cantidad de palomas en los pueblos y ciudades, es el desmonte. Por eso, la paloma emigra, llega a la ciudad y se adapta muy fácilmente”, insistió Borla.
Al respecto, algunos especialistas no descartan que por esa sobrepoblación se puedan transmitir enfermedades como la psitacosis y Escherichia coli.
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