Alentando Ilusiones: hockey en el barrio, cadena de valores
Nadie mejor que una leona para enumerar los atributos que ESTE deporte puede darles a las chicas de la villa que juegan a pesar de los obstáculos
Soy una agradecida a la vida por haberme puesto al deporte en el camino. Gracias al hockey aprendí valores que son para siempre, que me hicieron crecer como persona y ser un poco mejor cada día.
El hockey me enseñó lo que es el COMPROMISO: cumplir con los entrenamientos, con los partidos y con todas las actividades relacionadas, porque en un equipo, cada una de las piezases importante para un buen funcionamiento. Me enseñó lo que es el RESPETO, pero no sólo por mis propias compañeras, sino sobre todo por los rivales, los árbitros y entrenadores, porque todos ellos son parte fundamental para el desarrollo del deporte. Me enseñó lo que es el ESFUERZO, para darle siempre lo mejor al equipo y alcanzar las metas y objetivos propuestos. Y en compañía con ese esfuerzo, me enseñó a no rendirme nunca, a no bajar los brazos y seguir luchando, mirando hacia adelante con OPTIMISMO, a pesar de los obstáculos, que los hay y muchos, pero que cuando es en grupo siempre es más fácil salir adelante, porque el esfuerzo se divide y los resultados se multiplican. Me enseñó a tener más PACIENCIA, que las cosas no se dan de un día para el otro ni cuando uno quiere, que hay que trabajar mucho y darles tiempo. Me enseñó a ejercitar la TOLERANCIA y la SOLIDARIDAD con mis compañeras, a alentarlas a pesar de los errores, porque todos nos equivocamos o tenemos un mal día, y siempre nos reconforta una palabra de apoyo o una palmada en la espalda. Me enseñó a ser una buena perdedora, porque no siempre se puede ganar y buenos ganadores somos todos.
Y lo más lindo que me dio el deporte es la PASIÓN, que hace que todo el esfuerzo y el sacrificio, al final, siempre valgan la pena. Esa pasión que hace que cada pequeño logro se disfrute el doble. Esa que nos hace seguir cuando nuestro cuerpo dice basta. Y que nos hace llorar y sufrir cuando no logramos lo que queríamos, y, a la vez, ser más fuertes para levantarnos una y otra vez.
Esa pasión es el motor de la INSPIRACIÓN. Y eso es lo que hacen Patricia Ortega, Sebastián Munita y el equipo de hockey de Alentando Ilusiones: inspiran. Nos muestran que con muy poco se puede hacer y dar mucho. Que con ganas y con pasión se pueden lograr grandes cosas. Como formar un equipo de hockey en un barrio con chicos con menos posibilidades y en un entorno vulnerable. Que no importa ni cómo, ni cuándo, ni dónde, que cuando se pone el corazón en lo que uno hace, los resultados siempre son positivos. Como ellos, que con este deporte logran alejar a muchos chicos de cosas malas y darles un entorno de contención. Generan un espacio para que vayan a divertirse, a disfrutar, a ser parte de un equipo, a hacerse amigos, a emocionarse, a reír, a llorar, a compartir, en fin, a CRECER. A crecer sumando valores que los van a acompañar el resto de sus vidas, que los van a ayudar a tomar desiciones, que van a marcar su camino, que les van a abrir puertas, que los van a ayudar a relacionarse con los demás, que van a forjar sus personalidades.
Qué lindo que haya gente como Patricia y Sebastián, que hacen un esfuerzo tan grande para llevar adelante este equipo. Que nada los detiene, ni tener que levantarse a las cuatro de la mañana los domingos para viajar en colectivo de línea hasta Retiro y luego en tren hasta su destino para jugar, porque como no tienen cancha deben ceder la localía. Que aunque no haya recursos para comprar palos, bochas, canilleras, conos ni nada se las rebuscan para conseguirlos, vendiendo empanadas y tortas si hace falta. Porque saben que realmente vale la pena sólo con ver las sonrisas y el disfrute de los chicos cuando juegan. Porque saben que todo ESFUERZO tiene su RECOMPENSA.
Del editor: por qué es importante. El equipo de hockey. Alentando Ilusiones ya logró reunir a 70 chicas de la 1-11-14 y otros barrios de la zona
Carla Rebecchi