
Al final, Stefani renunció al Conicet
Alejamiento: el investigador confirmó ayer a La Nación que recibió muchas presiones políticas del secretario Del Bello.
"Me sentía amordazado... Ahora tengo la conciencia en paz", dijo a La Nación el investigador Enrico Stefani, que ayer renunció a la presidencia del Conicet por desacuerdos con la política científica oficial.
Stefani confirmó que, como anticipó este diario el lunes, su alejamiento responde a presiones políticas ejercidas por el secretario de Ciencia y Tecnología, Juan Carlos Del Bello.
"He recibido muchas presiones de Del Bello y pretendía que yo informara ayer (por anteayer) a la prensa lo contrario. En estas condiciones no puedo seguir", señaló el investigador, que el año último regresó al país para asumir en el Conicet.
Stefani reveló que, pese a la insistencia oficial, se negó a designar en el Centro de Investigaciones Científicas de Anillaco a unos 10 científicos cuyos nombramientos habían sido denegados por la Junta de Calificaciones.
Stefani, empujado por las presiones
-Llamé a una conferencia de prensa, ¿sólo vino usted, de La Nación ?
-No hay otros medios, doctor.
-Entonces, me boicotearon. Le pedí a Isabel Mac Donald que convocara a la prensa para informar sobre los fundamentos de mi alejamiento del Conicet. Esta es una maniobra orquestada para evitar que yo converse con el periodismo.
-¿Quién es ella, doctor?
-Una especie de secretaria privada. Llegó al Conicet con Juan Carlos Del Bello, cuando él fue interventor.
No es un diálogo de ficción. El ex titular del Conicet, Enrico Stefani, se veía agotado. La crisis suscitada con la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Secyt), conducida por Del Bello, culminó con su renuncia, como La Nación anticipó el lunes. Sólo que no fue en los términos que el Gobierno esperaba.
"Hoy (por ayer) redacté mi renuncia en soledad y luego me puse al lado del fax para que, además de Del Bello, la recibieran todos los medios. Hoy quería informar a la prensa que renuncio por presiones políticas y no por razones personales. Si tengo algún motivo personal sería para quedarme en el Conicet. La decisión de mi renuncia ha sido dramática", dijo Stefani ayer a la noche en su despacho, acompañado sólo por su esposa.
Los llamados de este diario para conocer la palabra del secretario de Ciencia y Tecnología fueron infructuosos. El Ministerio de Educación designó ayer a Armando Bertranou al frente del Conicet.
Nada más que la verdad
Bertranou es uno de los miembros del directorio del organismo, designados a propuesta del Poder Ejecutivo. El cuerpo -que hasta ayer presidió Stefani- se completa con el vicepresidente científico Luis Beaugé, Armando Bazán, Juan Tirao y Roberto Williams, propuestos por la comunidad científica y Norberto Ras, Julio Villar y Marcelo Daelli, ternados también por el Ejecutivo.
En el texto de su dimisión, Stefani expuso su desacuerdo con la política científica oficial, lo que le impidió "llevar adelante esta gestión de manera eficiente".
"Cuando acepté presidir el Conicet dije que pretendía hacer una gestión transparente, independiente, republicana, sin condicionamientos y asegurando la excelencia académica. No vine a apagar incendios. Pero sufrí continuas presiones políticas e injerencias de la Secyt en las funciones que son incumbencia del Conicet. Yo soy un científico y sólo creo en la verdad. Ninguna política puede realizarse sin ella", dijo Stefani.
-¿Le pidió el viernes último Del Bello la renuncia?
-Sí, me la pidió.
-¿La gota que colmó el vaso fueron los nombramientos en Anillaco?
-Admito que he recibido presiones políticas para designar investigadores. Serán unos diez que fueron denegados por la Junta de Calificaciones. Pero todos los nombramientos fueron hechos de acuerdo con los métodos del organismo.Yo no me hubiera prestado a esa maniobra.
-¿Qué pasó en la reunión del lunes con Del Bello?
-El domingo me llamó a mi casa en tono amenazante porque supo que yo no invocaría razones personales en mi renuncia. El lunes nos reunimos en la Secyt, junto con el presidente de la Agencia de Promoción Científica, Mario Mariscotti, y los miembros del directorio del Conicet, Julio Villar y Norberto Ras. Allí planteé mis diferencias con las políticas de la secretaría, lo que me impedía llevar adelante una gestión tendiente a alcanzar un grado de excelencia científica.
-¿Qué dijo el secretario?
-Que cuando un funcionario de su órbita está en desacuerdo con las políticas instrumentadas tiene que dar un paso al costado. Ese fue, otra vez, un velado pedido de renuncia.
-¿Se queda el doctor Beaugé?
-No lo sé. Pero puedo decirle que hace unas horas algunos miembros del directorio presionaron al doctor Beaugé, que es un científico excelente y un funcionario intachable, para que firmara una nota diciendo que no hubo presiones políticas de Del Bello. Lo mismo que el secretario me reclamó a mí ayer (por anteayer). El doctor Beaugé se negó a hacerlo.
-¿Habló usted con la ministra Decibe?
-Sí, el lunes. Ella trató de suavizar el conflicto. Me dijo que lo lamentaba porque había depositado su confianza en mí. Yo le recordé que, al asumir, yo no había aceptado ningún condicionamiento.
-¿Se va otra vez del país, doctor?
-No tomo decisiones en momentos de crisis. Pero quisiera quedarme a ejercer la ciencia en la Argentina. Ahora tengo que reacomodar mi vida y aún no sé qué hacer. No estoy nervioso y nunca tuve dudas de lo que quería hacer en el Conicet.