Aerolíneas: por un conflicto, 15.000 pasajeros sufrieron demoras y cancelaciones
Para la empresa, se trató de una medida de fuerza del personal técnico; según el gremio, la compañía no previó el reemplazo de un radio operador
Las terminales aéreas de Aeroparque y Ezeiza fueron otra vez el escenario del desconcierto de miles de pasajeros que no pudieron abordar a tiempo vuelos cancelados o reprogramados por una situación inesperada. Ayer no fue un paro de pilotos, como ocurrió el mes pasado, ni una medida de fuerza de los tripulantes de cabina o de los despachantes del equipaje, sino la ausencia por enfermedad de un radio operador, que es el encargado de realizar las comunicaciones con los aviones, y que no fue reemplazado.
Aerolíneas Argentinas y Austral fueron las dos empresas afectadas en 210 vuelos de todo el país, entre cancelados y reprogramados, aunque el impacto mayor estuvo en Aeroparque y Ezeiza, tanto en las partidas como en los aterrizajes. En total se estima que unas 15.000 personas tuvieron problemas para viajar entre las 8 y las 14 de ayer, cuando el conflicto comenzó a resolverse con el cambio de turno. La actividad podría estar normalizada por completo recién hoy, mientras se espera que la situación de ayer no vuelva a repetirse durante la jornada.
El conflicto volvió a enfrentar a un gremio con las aerolíneas, en este caso la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA). Las razones de lo ocurrido variaron de acuerdo al origen de las explicaciones. Fuentes oficiales indicaron que un radio operador que se encuentra de licencia médica prolongada estaba siendo reemplazado por otro de manera temporaria desde hace un tiempo, pero ayer el gremio decidió no aceptar el reemplazo. "Ni paro ni asamblea, solo es incapacidad de quienes conducen la gerencia de operaciones [de la compañía]", retrucó Ricardo Cirielli, secretario general de APTA, en diálogo con LA NACION.
Según la empresa, Ezeiza tuvo ocho vuelos cancelados y tres demorados de Aerolíneas Argentinas, mientras que de Austral fueron cuatro y uno, respectivamente; mientras que en Aeroparque hubo 15 vuelos cancelados y otros cinco demorados de Aerolíneas Argentinas y 17 y uno de Austral.
¿Cómo se explica que la ausencia de una persona ponga en jaque la operatividad de las dos terminales áreas más importantes del país y a la aerolínea de bandera? Según explicaron desde la empresa, cada aerolínea tiene su propio personal que se encarga de hacer las comunicaciones con los aviones en vuelo, ya sea para alertar cambios de destino, monitoreo de combustible a bordo, puntos de notificación y cualquier tipo de ayuda o declaración de emergencia. Por esta razón no hubo problemas con el resto de las aerolíneas.
El operador no se encuentra en la torre, sino en el Centro de Control de Operaciones (CCO) que monitorea la operación en todos los aeropuertos.
"Las cancelaciones en Aeroparque son exclusiva responsabilidad del área de Operaciones. Lo sabían, pero no tomaron los recaudos para que se cubra el puesto", sostuvo Cirielli sobre el asunto. Desde el sindicato también agregaron que al cambiar el turno de las 6 de la mañana "la empresa no había designado un suplente y comenzaron los problemas porque los vuelos sin radio operador no se pueden despachar".
Para Aerolíneas Argentinas la situación fue distinta. "El sindicato impidió organizar el reemplazo de un radio operador que está con licencia médica desde el 21 de octubre pasado. El reemplazo, que había sido comunicado al gremio en su momento, cumple con todas las normas legales y de seguridad, garantizando la operación en los altares estándares de la compañía", explicaron en un comunicado.
En lo que va del año, según Aerolíneas Argentinas, la empresa debió afrontar 16 medidas de fuerza que afectaron a más 175.000 pasajeros. La de ayer, aunque no fue un paro, tuvo efectos similares y perjudicó a miles de personas. "Tengo que hacer fila, ya no me sirve volar", decía Gloria Ballen mientras caminaba por los pasillos de Aeroparque para encontrar información sobre su vuelo a Mar del Plata. El servicio estaba programado a las 7.50 de ayer, pero nunca partió. "Yo solo quiero que me devuelvan la plata. Tenía una actividad a la que ya no llego. Y ahora no sé qué pasará el viernes, que tengo que viajar a El Calafate", explicó confundida.
Alberto Panizzi estaba molesto en la sala de embarque cuando confirmó su temor: su vuelo a Trelew, de las 9.40, había entrado en una nebulosa. "De 'demorado' pasó a 'consulte a la empresa'. Desde que bajé de la sala no hubo un responsable de Aerolíneas que diera una explicación", sostuvo mientras aguardaba en la fila para ser atendido en una ventanilla. Delante de él había unos 80 damnificados.
La mayoría de los pasajeros afectados debieron pasar varias horas hasta saber cuál sería su destino. La empresa les ofrecía reprogramar sus vuelos, cambiar sus pasajes o pedir la devolución del dinero. "Parece que nos van a reprogramar el vuelo para mañana [por hoy]", contó Paula Zuchela, que estaba junto a Juan Pablo y su bebé intentando regresar a Ushuaia, donde están radicados. Ayer, por la tarde, la situación comenzaba a normalizarse.
Con la colaboración de Valeria Musse
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