Adiós a un pionero: falleció el prestigioso médico Miguel Larguía, maestro de la neonatología argentina
Tenía 83 años; discípulos, colaboradores y colegas destacaron su legado
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A los 83 años, falleció el sábado pasado el pediatra y neonatólogo Miguel Larguía, miembro de número de la Academia Nacional de Medicina (ANM).
“Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestro amado maestro de la neonatología”, publicó el equipo de la División de Neonatología de la maternidad Sardá. Allí, discípulos y colaboradores resguardan “su enorme legado” de más de medio siglo de trabajo por el cuidado de la madre y el niño. Se lo considera pionero de la especialidad en la región.
El Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, como es su nombre completo, fue el primero en el país en recibir la acreditación como “hospital amigo de la madre y el niño” otorgada por Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Durante los 36 años que Larguía fue jefe de la División Neonatología impulsó “en la maternidad que mayor número de partos asiste en la ciudad de Buenos Aires” –como él solía recordar– un modelo de atención perinatal: desde el embarazo hasta el seguimiento del recién nacido y su entorno con la promoción activa de la lactancia materna. Fue ese modelo de maternidad centrada en la familia, que se plasmó en una guía que difundió la fundación presidida por el pediatra, a partir del cual la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) sumó el concepto de atención segura para promover las maternidades seguras centradas en la familia (MSCF).
A través de un comunicado que difundió a sus miembros, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) despidió al “maestro de la neonatología argentina”.
En el texto, la comisión directiva de la entidad resumió así su legado, en el que destacan la formación de “innumerables generaciones” en la especialidad. “Junto a un grupo de notables colegas, inauguraron la especialidad [por la neonatología] al trasladar el cuidado de las personas recién nacidas desde el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez al Hospital Materno Infantil Ramón Sardá. Allí, lideró investigaciones, publicaciones y conceptos revolucionarios: el plan calostro, el cuidado piel a piel, la residencia para madres, el ingreso irrestricto para madres y padres en las Unidades de Internación Neonatal –describieron desde la SAP por escrito–. Conceptualizó el modelo de maternidades seguras y centradas en la familia, un paradigma de trabajo que coloca a las personas gestantes, sus hijos e hijas antes y luego del nacimiento, y sus familias como los protagonistas y verdaderos dueños de casa, en el seno de la maternidad”.
Maestros
Larguía nació en 1940 y cursó el secundario en el Colegio Nacional Buenos Aires. Tras completar sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se recibió de médico con diploma de honor y se especializó en pediatría y neonatología. De su etapa de formación como pediatra (cursó la residencia en el mencionado Hospital Gutiérrez), destacaba las figuras de Florencio Escardó (1904-1992) y Carlos Gianantonio (1926-1995), a quien definió como “el mejor de los maestros”. Ocupaba el mismo sitial en la ANM que Gianantonio y, luego, su padre, Alfredo Larguía, tercera generación de pediatras y a quien también incluía entre sus maestros.
Fue testigo del surgimiento de la perinatología (que empezó en los años 60 por integrar la obstetricia con la pediatría, concepto que impulsó su padre cuando pasó con su equipo del Hospital Gutiérrez a la Sardá en 1968) y de estrategias que modificaron y humanizaron la atención del recién nacido: desde la internación conjunta de la madre y el bebé, hasta el ingreso de los padres a las salas de cuidados intensivos.
En esa línea, se abrió la residencia para madres administrada por el servicio de voluntarias Damas de Rosa, que con los años fueron ampliando sus tareas a otras áreas de la maternidad.
Promotor incansable del trabajo en equipo y la jerarquización de la enfermería, Larguía sostenía: “Nadie puede saber mucho de todo, pero todos pueden saber mucho de un poco y complementarse”. Para promover la formación profesional en neonatología, incluidas las residencias médicas en la especialidad reconocida por la UBA, fundó en 1986 la Fundación Neonatológica para el Recién Nacido y su Familia que lleva su nombre (FunLarguía). Fue director de la carrera de Especialista en Neonatología de la Facultad de Medicina de la UBA.
A lo largo de su vasta trayectoria, fue convocado como consultor de fundaciones e instituciones de salud y presidió la Asociación Argentina de Perinatología, que lo contó entre sus fundadores. Era miembro honorario de la SAP.
Ocupaba desde 2005 el Sitial Número 2 de la ANM en la especialidad Pediatría. Ese año, también fue declarado “funcionario público sobresaliente en salud”.
En 2007, fue distinguido como Maestro de la Medicina y, en 2009, recibió la Medalla del Bicentenario en Salud otorgada por el Ministerio de Salud porteño. Al año siguiente, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires le entregó la Medalla del Bicentenario.
Estaba casado con María Aurelia González Arango y tenía cuatro hijos de su primer matrimonio, con Inés Garbagnati, que falleció en 1999. Era abuelo y bisabuelo.
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