Acoso en la Iglesia: denuncian que un cura estaba alcoholizado y tocó a uno de los alumnos
Un sacerdote fue denunciado por acoso sexual y expulsado del Instituto San José de Liniers luego de que un grupo de alumnos dijo que, alcoholizado, tocó a uno de ellos y se propasó con una menor. Junto a sus padres, hoy por la mañana se manifestaron en la puerta del lugar para exigir medidas contra los implicados. El sacerdote y otros dos religiosos fueron desplazados del colegio, que pertenece a la obra Don Guanella. Según supo LA NACION, el principal acusado fue trasladado a un hogar de ancianos en Santa Fe, también guanelliano.
Según la denuncia, el hecho ocurrió la noche del sábado 13 de julio durante una reunión en la que alrededor de 15 adolescentes de entre 16 y 18 años estaban cocinando empanadas para vender y recaudar fondos para irse a misionar a Tandil. En ese momento, el cura chileno Nelson Jeréz -que oficiaba las misas y era el responsable legal de la institución a los fines eclesiásticos- habría bajado de su habitación ebrio.
La denuncia dice que el religioso le tocó la cola a Tiago, un joven de 18 años que coordinaba el grupo misionero. Tal como relató el joven: "A las chicas les dijo en 'broma' que vienen al Grupo Misionero para estar conmigo y verme porque soy un pibe lindo, después toqueteó a los chicos (el pelo, los hombros) y constantemente se acercaba a mí y me hablaba". Y agregó: "Todo el tiempo buscaba abrazarme y se encontraba muy cerca de mí, me tomaba con el brazo la cintura y me acercaba a él… yo en esos momentos lo sacaba, pero no me podía ir del lugar porque estaba cocinando". Tiago describió que se sintió muy nervioso por lo sucedido y que intentó poner límites ante la insistencia del adulto. "Yo lo sacaba y le pedía que se vaya a dormir".
Con gran indignación, el padre de la víctima, Rubén Kapobel, habló con LA NACION, y recalcó: "Estoy hiperestresado pero gracias a Dios está todo en el aire, literalmente, porque Tiago está volando para Bariloche por su viaje de egresados, y ya se desconectó de todo esto". Kapobel dijo que la institución religiosa es un "monstruo" y tildó de "payasada" la decisión de llevar al acusado a Santa Fe. Dice que llegó a la Argentina en 2014 luego de que se lo denunciara por abuso y maltrato en una comunidad de Chile.
En efecto, el cura y catequista Jerez, tiene antecedentes por "supuesto abuso sexual e irregularidades en actas de defunción de menores" en el Hogar San Ricardo de Santiago de Chile, de la Fundación Obra Don Guanella. Según informó en un comunicado esa institución chilena, el pasado 2 de agosto, el Hogar San Ricardo reconoció que el cura Nelson Pérez Jerez, director de la institución entre 1993 y 2013, "habría cometido presunto abuso sexual en contra de menores residentes en el hogar de la obra y habría conocido irregularidades en actas de defunción de algunos menores".
"No puede ser que en el colegio no lo supieran. Todos son cómplices", dijo Kapobel. Y lanzó: "Lo sacan de un lado y lo ponen en otro. Mueven fichas".
Una investigación de LA NACION publicada el último 2 de junio reveló que hubo por lo menos 63 curas o religiosos denunciados en los últimos 20 años. En muchos casos, se trasladó al acusado. La Iglesia admitió "un sistema enfermo que encubría los abusos".
Aquella noche en la que habría ocurrido el acoso también estaba el animador espiritual Arul Saviariapan quien, como Jeréz, oficiaba las misas en esta institución. Según narraron a LA NACION, cuando los alumnos le pidieron ayuda, él respondió: "Es la casa del padre" y minimizó los hechos diciendo que el cura "es así". Desde el colegio difundieron un comunicado a la comunidad en el que señalaron que, al enterarse de lo sucedido, dispusieron la separación de este religioso "de toda tarea y contacto con el alumnado en razón de haber estado presente en la actividad organizada". Finalmente, ayer lo apartaron del Instituto San José de Liniers.
Según los testimonios, hubo otros alumnos que dicen haber sido víctimas de las inconductas de Jeréz. "Me tocaba la cara y me decía: ‘Qué linda que sos’ y un montón de cosas horribles, pero era más que nada con Tiago. Se le insinuó y todo", contó una menor de 16 años.
Al principio nadie se animaba a hablar. "No dijimos nada porque todavía no podíamos explicarlo, no caíamos. Además, Tiago tenía una relación re linda con Nelson", explicó esta alumna, que el 6 de agosto decidió ponerle fin al hermetismo que había en torno a lo sucedido y le contó todo a los preceptores. "Ya no daba más, estaba demasiado angustiada".
"Tus viejos se tienen que enterar", recordó que le dijo un día a su compañero, y ahí fue que él también dio el paso. Luego de que Tiago le narrara los hechos a sus papás, ellos hablaron con la autoridad máxima del colegio. La menor relató: "Pidieron una reunión con el padre Eladio [Adorno Orihuela] y con Nelson. Nelson no podía hablar con Tiago ahí en el lugar y le pidió que se vaya. Ahí dijo que lo tocó, que se le insinuó y que sentía cosas por Tiago".
En la denuncia, la víctima señaló que en varias ocasiones se sintió incómodo por las conductas de Jeréz: "Yo entendía que la relación de profesor-alumno, no debería exceder demasiado los temas tratados en clase y esto no sucedía con Nelson. Me mensajeaba expresando su afecto por mí, reconociendo mi esfuerzo y mi buena actitud en el grupo misionero y en sus clases. Durante el año recibí mensajes que decían 'te quiero', 'te aprecio muchísimo', hasta el punto que me dijo 'Te Amo'. En ese momento lo sentí fuera de lugar e intenté dejar de conversar por WhatsApp".
La familia de Tiago declaró ante el juzgado Nacional en los Criminal y Correccional 63, donde dictaron la exclusión. Esta alumna vivió el día en que expulsaron a Jeréz del colegio con gran emoción. "Estoy que no lo puedo creer y a la vez llorando porque si no decíamos nada terminaba siendo abuso o pasaba a mayores. ¿A quién se lo iba a hacer? ¿A quién iba a abusar? Hoy era Tiago, ¿y mañana quién?", expresó en un audio que difundió por WhatsApp al conocer la noticia.
Kapobel también resaltó cuán riesgoso es que estos curas vivan en la institución, donde hay alrededor de 3.000 alumnos. "Estos pedófilos viven en el edificio y tienen contacto con los chicos. Queremos que nos garanticen que se van del edificio", subrayó. Él tiene otro hijo de 8 años que también va a ese colegio.
Según denunció Tiago, el sacerdote Eladio, ecónomo del colegio, intentó minimizar los hechos: "Buscó solucionar el tema de forma que no pase a mayores, pidiendo que hable con Nelson para que me pida disculpas y me explique la intención del acoso que recibí". Además, la víctima contó que el religioso le dijo que "no sabía cómo reaccionar" al ser la primera vez que le sucedía algo así. "Evidentemente fue una forma de manipulación", sostuvo.
Tras las manifestaciones que se hicieron hoy, este religioso fue apartado de sus tareas en el colegio pero, al igual que Arul, por el momento vive en el edificio. "En razón de los petitorios recibidos y los diálogos sostenidos con distintas familias de alumnos deseamos dejar asentado que con antelación al lunes 19/08 se procederá a la mudanza de los religiosos Arul Saviariapan y Eladio Adorno", dijeron desde la institución.
En el comunicado que difundieron desde el instituto, aclararon: "En modo alguno se negó ni niega la necesidad de investigación conducente". Y agregaron: "Los sacerdotes se encuentran a disposición de la Justicia a efectos del develamiento de la verdad. A tal fin se someterán al procedimiento que los magistrados y funcionarios competentes entiendan adecuado". LA NACION intentó contactarse con las autoridades pero no obtuvo respuesta.
Laura M. -la mamá de la menor de 16 años que denunció los acosos- prefirió preservar su identidad y, en diálogo con este medio, destacó la valentía de su hija, quien "fue el vehículo para que esto saliese a la luz". Tal como contó, el día en que la menor elevó ante las autoridades lo sucedido, ella le dijo: "La verdad nos hará libres. Te banco en todas".
Laura hizo una distinción entre los religiosos y las autoridades laicas del colegio, de quienes sí sintió contención dado que, incluso, le dijeron que la apoyarían si decidiera llevar el caso a la Justicia. Además, reconoció el hecho de que el instituto haya hecho la denuncia ante el episcopado y ante la Dirección General de Educación de Gestión Privada, y señaló: "No queremos solo que los saquen sino que les saquen la investidura, pero para eso tienen que pasar el proceso del tribunal eclesiástico".
"Necesito que todos conozcamos la verdad y que conozcamos quiénes son los involucrados. También necesito que todas aquellas familias que sufrieron acoso, denuncien", dijo en un audio que difundió por WhatsApp cuando trascendió lo sucedido aquella noche.
Más denuncias en Chile
Kapobel sostuvo que este caso se va "destapar" de a poco dado que ya "están apareciendo más denuncias de acoso" en torno a Jeréz. De hecho, trascendió que este cura ya había recibido acusaciones de esta índole en Chile.
Desde hace más de un año, la periodista de Santiago de Chile Rocío Ñancupil investiga, junto a Joaquín Abud y Catalina Volenski, la obra Don Guanella, a la que pertenece el Instituto San José de Liniers.
"Encontramos diversos testimonios que lo acusan de haber abusado y maltratado a menores y adultos de un hogar con niños con necesidades especiales por más de 20 años en los que estuvo a cargo", señaló, y agregó que, luego de estas acusaciones, Jeréz "fue trasladado a la Argentina".
Desde el Instistuto San José notificaron que el 5 de agosto tomaron conocimiento "a través de las autoridades eclesiásticas, que el padre Nelson Jerez tendría a la fecha iniciada recientemente una denuncia por supuestos hechos similares acaecidos hace más de seis años, en ocasión de su residencia en el vecino país de Chile". Y destacaron: "Ante estas circunstancias y de forma inmediata se había dispuesto la separación del sacerdote de toda tarea y contacto con el alumnado".
El comunicado que envió el Instistuto San José a la comunidad
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