"Acá no se arregla nada", el reclamo de los padres de los alumnos
Preocupación e indignación. Eran las sensaciones de los vecinos del barrio de San Carlos, en Moreno, luego de que ayer se registró una explosión en la Escuela Primaria N° 49 Nicolás Avellaneda, en la que murieron la vicedirectora, Sandra Calamano, y el auxiliar, Rubén Orlando Rodríguez.
Las autoridades municipales se refirieron al hecho como una "tragedia evitable". Y esa es la percepción que reina en el barrio, donde los reclamos se sienten con fuerza.
Jésica es madre de tres alumnos que asisten al colegio y, además, forma parte de la cooperadora que gestiona la escuela. "Como todos los días, Sandra vino y abrió el lugar con Rubén, que es portero y auxiliar de cocina. Pero explotó todo. Ella salió volando y aterrizó en la casa de un vecino, rompió una reja. Murió a las 8.10 y, a las 10, el cuerpo estaba tirado ahí. Un vecino tuvo que sacar una sábana y la taparla porque estaba a la vista de todos, de los chicos que venían para acá", contó.
Y agregó que el problema del gas no era ninguna novedad, sino un inconveniente con el que luchan desde hace tiempo: "Tenemos más de ocho expedientes por fuga de gas en la escuela. Se vienen suspendiendo las clases seguido. Acá los chicos desayunan, almuerzan y meriendan, pero se les cortan las jornadas porque no se arregla nada".
Angustiada por lo ocurrido, habló de injusticia y de responsabilidades. "Esto no es un accidente, es un asesinato. Esto se pudo haber evitado. Firmé un montón de actas con reclamos. Es una escuela para 200 y vienen 500 chicos".
Jésica, además, contó que anteayer la vicedirectora debió quedarse hasta tarde en el establecimiento a la espera de que arreglaran las estufas que perdían gas, y afirmó que ayer había venido temprano para controlarlas. "Hace tres años que Sandra denuncia la fuga y cada vez está peor. El intendente nunca estuvo acá", indicó.
Fabiana es vecina del colegio y madre de un exalumno. "Hace 30 años que la escuela tiene problemas. Todo lo que es seguridad anda mal. Supuestamente iban a tirar la escuela abajo para construir una nueva, pero le lavaron la cara. Los pozos de los baños están repletos, no hay cloacas, no hay gas natural, no hay luz común. Mi hijo ya tiene 30 años y la cosa sigue igual".
Alicia era amiga de la vicedirectora. Ayer temprano había hablado con ella por teléfono. Le había dicho que pensaba suspender las clases por el olor a gas que había. "Minutos después sentí la explosión", contó.
"Sandra era muy humana, te faltaba algo y te daba, no tenías para pagar la cooperadora y te dejaba ir igual. Cambió la estructura de la escuela, hizo abrir un nuevo grado para que ingresaran más chicos. Era una mujer increíble", agregó.
Destacó que su figura era el alma de la institución, que era capaz de hacer todo lo que estuviera a su alcance para sacar adelante el lugar. "Era la persona más humana que pueda existir. La escuela es impecable gracias a ella, era el pilar de todo", finalizó.
En un comunicado, el intendente de Moreno, Walter Festa, advirtió: "Tenemos el Consejo Escolar intervenido, que es el órgano responsable de garantizar las condiciones edilicias para que haya clases. Hay un responsable que se llama Sebastián Nasif, que fue designado por el gobierno de la provincia. No nos desligamos de nuestra responsabilidad institucional, pero también hay que ser responsable de las jerarquías y esperamos que la Justicia haga las investigaciones correspondientes".
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