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“En la Argentina el nivel de enseñanza es muy alto”, dice Leonardo Cavalheiro, un joven brasileño que actualmente cursa el sexto año de medicina en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).
Leonardo, de 35 años, llegó a la Argentina en 2018 desde el departamento de Río Grande Del Sur con el objetivo de estudiar para convertirse en médico. “Hay bastantes brasileños estudiando medicina en la Argentina porque es mucho más barato que en Brasil y las universidades son muy buenas. Yo pago 155.000 pesos por mes mientras que en Brasil pagaría de un millón para arriba para estudiar en un lugar igual de bueno”, dice.
Su historia no es un caso aislado sino que forma parte de un fenómeno más grande. Desde 2015, la cantidad de estudiantes extranjeros que eligen carreras de grado o posgrado en la Argentina ha ido en aumento. De acuerdo a los testimonios recogidos por LA NACION y las cifras oficiales disponibles, la mayoría de quienes vienen desde el extranjero a estudiar en la Argentina son jóvenes latinoamericanos que valoran la calidad y accesibilidad de la educación argentina, la conveniencia económica con respecto a sus países y la cultura amigable y abierta del país.
¿Por qué crece la tendencia? ¿Cuál es el atractivo de nuestro país para los estudiantes internacionales? ¿Cómo impacta su presencia en el sistema universitario y por qué genera resistencia desde algunos sectores?
Las cifras publicadas en la última Síntesis de Información Estadísticas Universitarias, elaborada por el ministerio de Educación de la Nación, muestran que en 2021 se registró un total de 117.820 estudiantes extranjeros en universidades argentinas sobre un total de 2.730.754 estudiantes. Esto significa que los estudiantes internacionales representan un 4,3% del total de la matrícula: 4% en las universidades de gestión estatal y 5,5% en las de gestión privada. Si se considera el nivel de estudio, estos alumnos representan el 3,9% del total de los estudiantes de pregrado y grado y el 10% de los estudiantes de posgrado. De acuerdo a universidades consultadas por LA NACION, los números aumentaron desde 2021.
Estos dos indicadores, el total de alumnos extranjeros y su porcentaje sobre el total de la matrícula, vienen creciendo sostenidamente desde 2015 —el primer año del que hay datos publicados—. En siete años, la cantidad total de estudiantes creció un 32%, mientras que la cantidad de estudiantes extranjeros creció un 103%. En términos porcentuales, este grupo pasó de representar el 2,8% de la matrícula a representar el 4,3%.
El caso de Rocío Cuadra es otro que ilustra la tendencia. La joven de 23 años nació y vivió en Perú hasta los 19 años, cuando se mudó a Buenos Aires para estudiar Comunicación Publicitaria e Institucional en la Universidad Católica Argentina (UCA). “Consideré estudiar en España y en México, pero elegí Argentina porque es un país con buena educación y más económico que otros. Además, me queda cerca de Perú y tenemos las mismas vacaciones de verano e invierno”, dijo Cuadra, a quien le quedan pocos finales para recibirse.
Sin embargo, Andrés Malamud, politólogo e investigador de la Universidad de Lisboa, considera que no existe un fenómeno especial o exclusivo de la Argentina. “El número de estudiantes internacionales está en crecimiento permanente en todo el mundo. Argentina tiene un número todavía escaso, inferior al 5% del total de estudiantes, en comparación con el 10% al 30% de los países desarrollados”, dijo.
Monica Marquina, doctora en educación superior e investigadora del CONICET, estuvo de acuerdo en este punto. “Hoy, en cualquier sistema de educación superior del mundo, tener estudiantes internacionales es un indicador muy importante, y ello hace a la calidad de la educación universitaria. Es algo que no es objeto de discusión. Los datos globales muestran que en las últimas tres décadas el número de estudiantes internacionales más que se duplicó, siendo hoy casi 6 millones de estudiantes en todo el mundo”, explicó.
De acuerdo a Malamud, los países compiten por la atracción de talentos y la Argentina ofrece buena calidad educativa, un costo de vida moderado y mejor seguridad y calidad de vida que otros países de la región. Como consecuencia de estos factores, se convierte en un lugar atractivo para los alumnos de distintas partes del mundo.
“Según datos de UNESCO, los países de la región que movilizan mayor número de estudiantes al extranjero son, por orden de magnitud, Brasil, Colombia, México y Perú; siendo la Argentina el país que más recibe y, a la vez, está entre los que menor número de estudiantes envía fuera. Este fenómeno probablemente se explica por la alta calidad de la educación universitaria que impartimos, y porque por ley el sistema de educación superior en la Argentina es gratuito y con acceso abierto, sin mediar exámenes de ingreso”, analizó Marquina.
LA NACION consultó con universidades estatales y privadas que ratificaron las cifras oficiales y recalcaron que la multiculturalidad es un factor positivo en la educación.
Desde la Universidad de Buenos Aires (UBA), por ejemplo, dijeron que el porcentaje de estudiantes internacionales en carreras de grado es de 9,5%, el doble de estudiantes internacionales que la media del sistema. Y en las carreras de posgrado —que son aranceladas— el porcentaje es del 16,5%.
Por otro lado, en las universidades privadas consultadas por LA NACION, la tasa de extranjeros en la matrícula total oscila entre el 6% y el 11%.
Marcos Scoccimarro, director de Admisiones de la Universidad Austral, dijo que en esta casa de estudios los alumnos extranjeros representan el 7% del total de estudiantes. “En grado aumentaron un 3% con respecto a 2022, mientras que en posgrado subieron un 30%. Para las carreras de grado se requiere de presencialidad, lo que significa un cambio en el estilo de vida de los jóvenes extranjeros, que deben radicarse en Argentina para cursar. En cambio en posgrado la oferta académica es más amplia porque además de las carreras con modalidad presencial, existe una gran variedad de propuestas online”, dijo Scoccimarro.
Por su parte, en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), el 6% de los alumnos son internacionales. “Este número representa el equivalente del pico que habíamos tenido en 2017, que bajó en pandemia y se recuperó durante 2023. Estimamos que el próximo año la tendencia continuará en ascenso ya que vemos un creciente interés por estudiar en la Argentina y en la UADE”, dijeron desde la institución, donde notan un mayor interés por carreras de grado en el ámbito de las Ciencias Biomédicas y en las Ciencias Empresariales y Sociales y por posgrados en Agronegocios, Derecho, Comunicación y el MBA (Máster en Administración de Empresas).
Desde la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) informaron que, en su caso, el total de alumnos de grado y posgrado que son extranjeros ronda entre un 10% y un 11%, un indicador alrededor de un 20% mayor que en 2022. “Los alumnos extranjeros están cada vez más interesados en temas vinculados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Es decir, todo lo relacionado a sostenibilidad, tanto en lo que respecta al cuidado del medioambiente y al desarrollo económico no contaminante como a temas de justicia social, igualdad de género y de acceso a la educación y la salud”, detalló Guadalupe Sanz, directora de Admisiones de la UTDT.
Por último, en la Universidad de Belgrano (UB), Eduardo Diez, director de Relaciones Internacionales, dijo que tienen un 6% de alumnos extranjeros en la matrícula. “El número ha venido creciendo con el correr de los años, más aún con la apertura de modalidades híbridas que facilitan el estudio a distancia. Durante 2022 los alumnos provenientes de otros países crecieron un 23,1% con respecto a 2021 y este año la tendencia continúa. Visualizamos un incremento del 18,8%”. dijo, En el caso de la UB, Diez dijo que las carreras más elegidas son Psicología, Arquitectura, Gastronomía y Relaciones Internacionales.
Procedencia
Luciana Heisecke Martínez tiene 19 años y es paraguaya. Mientras cursaba el secundario ya sabía que querría continuar con sus estudios en el exterior y después de considerar algunas opciones en Brasil y en Chile eligió estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad Austral. “Elegí estudiar en la Argentina principalmente por dos cosas: la cercanía que tiene a Paraguay y la cultura, que es parecida a la paraguaya. La experiencia me está resultando fantástica. La gente es un encanto y el nivel educativo me parece excelente. Valoro mucho eso y creo que al pasar los años voy a poder sacar mucho provecho de eso para mi vida profesional”, dijo.
De acuerdo a los datos oficiales, el 95,93% de los estudiantes internacionales proviene de países de América, un 2,90% de países de Europa, y el 1,17% restante, de Asia, África y Oceanía.
Entre los estudiantes provenientes de países americanos, en las carreras de pregrado y grado de universidades de gestión estatal, las nacionalidades que lideran el ranking son: Perú (19%), Brasil (18%), Paraguay (13%), Bolivia (12%), Venezuela (10%), Colombia (10%), Chile (7%), Ecuador (5%), Uruguay (2%) y Estados Unidos (1%). Ahora bien, cuando se observan las estadísticas de estudiantes extranjeros en cursos de grado en universidades de gestión privada, el liderazgo de Brasil es aún más contundente (35%). Le siguen Perú (11%), Colombia (11%), Venezuela (8%), Ecuador (8%), Bolivia (8%), Paraguay (5%), Chile (4%), Estados Unidos (3%) y Uruguay (3%).
Con respecto a los cursos de posgrado, en las universidades de gestión estatal la mayoría de los estudiantes de grado provienen de Colombia (30%) y Ecuador (21%), seguidos por Bolivia (9%), Brasil (7%), Chile (7%), Perú (6%) y Paraguay (5%). En los posgrados privados, la delantera la llevan Colombia (21%), Ecuador (18%), y Brasil (17%).
Mauro Guevara, director de relacionamiento internacional de la ciudad de Buenos Aires y encargado de Study Buenos Aires —un programa que desde 2017 tiene como objetivo promover actividades y convenios de relacionamiento entre estudiantes internacionales y universidades de la ciudad— dijo que en 2019 cerca de 86.000 extranjeros estudiaban en CABA.
“El 80% viene de países latinoamericanos por varios motivos. En primer lugar, por una cuestión idiomática, pero también porque la calidad de la educación universitaria argentina es muy buena en general, con el agregado de que los costos educativos son bajos en comparación a los de sus países de origen. Sumado a eso, el costo de vida y la oferta cultural en la ciudad de Buenos Aires son buenos y existe un ambiente de tolerancia, apertura y diversidad muy ameno para ellos”, dijo.
Además, Guevara se refirió al diferencial del sistema universitario nacional frente al resto de Latinoamérica: “En Brasil para acceder a una universidad pública tenés que pasar por lo que se llama el examen vestibular, que pone cupos para el ingreso a la universidad. En Colombia y Ecuador también es complicado y costoso acceder a la universidad. Eso acá no existe porque en la Argentina tenemos otra concepción de la educación. Acá es un derecho que se trata de brindar para acercar oportunidades”, dijo Guevara.
Desde la UCES explicaron el llamativo fenómeno de estudiantes brasileños, que vienen a estudiar a un país con un idioma diferente al suyo. “Las carreras que eligen los estudiantes procedentes de Bolivia, Perú, Chile y Paraguay son variadas: Marketing, Administración de Empresas, Recursos Humanos, Psicología, Comunicación, Medicina, Kinesiología y otras. En cambio, los alumnos de Brasil, que solían constituir aproximadamente la cuarta parte de los ingresantes extranjeros, se concentran en Medicina. Este año se observó un fuerte crecimiento de estos alumnos para estudiar medicina al punto de que son casi todos los brasileños. Los costos de estudiar medicina en una universidad privada de Brasil fueron siempre mucho más altos que en la Argentina y hoy con el tipo de cambio favorable para los extranjeros, la diferencia se nota mucho más”, dijeron desde la institución, que en este momento tiene alrededor de 300 alumnos extranjeros.
En la UADE, si se considera el caudal de alumnos extranjeros tanto de carrera completa como de intercambio, las diez nacionalidades más frecuentes son Venezuela, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Francia, Brasil, Estados Unidos e Italia. “En 2023 recibimos, particularmente, un importante número de alumnos rusos en cursos de español”, agregaron.
“La gran mayoría de alumnos proviene de Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador y Venezuela para posgrados, mientras que para las carreras de grado la mayoría proviene de Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Chile, Uruguay, Paraguay, Venezuela, y de a poco se suman jóvenes de países de Centroamérica”, dijo Scoccimarro sobre las nacionalidades de los estudiantes internacionales en la Universidad Austral.
Multiculturalidad
“En Perú el acceso a la universidad es complicado porque tenés que rendir examen de ingreso, tanto en las privadas como en las nacionales, y hay ciertos cupos. Acá tienen muchos más derechos a estudiar”, dijo Alejandra Cornejo, una estudiante peruana de 25 años que en 2020 llegó a la Argentina para cursar medicina en la UBA.
“Elegí estudiar en Argentina porque es un país con muchas oportunidades. Al tener una universidad pública, de calidad y no arancelada como la UBA, es una muy buena oportunidad para alguien que no tiene la oportunidad de estudiar en su país. Además, comparado con muchos países de Latinoamérica, la Argentina tiene un pensamiento más progresista y abierto”, dijo Cornejo. Para ella, la Argentina es un país que, pase lo que pase, “te recibe con los brazos abiertos”.
“Los extranjeros que vienen al país son bienvenidos y mejoran nuestra educación porque posibilitan el intercambio con nuestros universitarios y nos permite también que los argentinos cursen carreras de grado y posgrado en el exterior. Vamos a seguir financiando y apoyando la universidad pública porque es uno de los pilares para la democracia plena, la igualdad, la justicia social, el federalismo y el desarrollo económico, social y productivo de la Argentina”, dijo el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, a través de su cuenta de Twitter en medio de la polémica por la cantidad de extranjeros en las universidades.
Desde la UBA agregaron: “Todas las agencias internacionales de evaluación de universidades incluyen la internacionalización como un factor clave de calidad. Los ámbitos de producción y reproducción del conocimiento mejoran sus resultados al diversificar culturalmente el origen de las personas que lo componen”.
En el ámbito privado, también valoran la multiculturalidad en la educación. “La internacionalización genera un impacto positivo, dado que enriquece el aula, abre nuevos horizontes a los alumnos y amplía el networking”, dijo Scoccimarro.
En línea con esto, voceros de la UADE consideraron que el fenómeno impacta muy positivamente en las universidades. “La presencia de alumnos internacionales aporta riqueza y multiculturalidad, promueve en nuestros alumnos, además de la práctica de habilidades lingüísticas, el desarrollo y mejora de habilidades interculturales y de comunicación, emprendimiento y liderazgo, entre otras, y en general la apertura al mundo”, dijeron.
Por su parte, María Verónica Muñoz, directora de Relaciones Internacionales y Cooperación Académica de la UCA, dijo que la llegada de estudiantes internacionales no es una novedad, pero que ha aumentado después de la pandemia. “Más allá de que los alumnos argentinos puedan o no irse de intercambio, la experiencia intercultural con un extranjero se brinda en las aulas, en las mesas de la biblioteca, en los grupos de trabajos prácticos o en el bar del campus. Ellos nos ayudan a traer el mundo dentro de UCA, de modo que cada alumno pueda pensar su proyecto profesional inserto en un mundo plurilingüe, intercultural y global”, sostuvo.
Por último, Marquina también destacó que la internacionalización de la educación superior colabora con la multiculturalidad, aporta a la integración y a la democracia y estimula el crecimiento económico del país. Sin embargo, también mencionó la necesidad de planificar el sistema para que no ocurran problemas de masividad y se mantenga la calidad educativa. “Es fundamental establecer requisitos, como el manejo del idioma español, y niveles de exigencia comunes para cualquier estudiante y, a su vez, una política nacional de internacionalización universitaria debería ocuparse de articular entre quienes eligen venir a estudiar en Argentina y las universidades que los reciben”, dijo.
Con todo, Marquina sostuvo que “no hay estudiantes argentinos que queden fuera de la educación universitaria a causa de que haya estudiantes extranjeros”.
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