Abusos sexuales en el Próvolo: el lunes se conocerá la condena contra los curas
El histórico juicio por los abusos sexuales contra niños sordos en el Instituto Antonio Próvolo de Mendoza llega a su término, con gran expectativa entre los familiares de las víctimas. Este lunes, finalmente el tribunal penal dictará la sentencia contra los sacerdotes acusados, quienes arriesgan una pena de hasta 50 años por vejar y corromper a los menores, al cumplirse los tres años desde que se destapó el escándalo que golpeó a la Iglesia y repercutió en todo el mundo.
La fecha fue confirmada este miércoles por la Justicia provincial, por lo que a las 9 del lunes será el día decisivo para conocer la condena final que recibirán los curas Nicola Corradi, de 83 años y Horacio Corbacho, de 61, así como el exjardinero del colegio, Armando Gómez, de 51, imputados formalmente por abuso sexual con acceso carnal, agravado por ser las víctimas menores de 18 años y por convivencia preexistente con los exalumnos, corrupción de menores, y en el caso de los curas, por ser ministros de culto, de acuerdo con lo que establece el Código Penal.
Durante la semana que pasó fue el turno decisivo de los alegatos de las partes, donde quedaron expuestos los argumentos y las posturas de cara a la sentencia. Mientras que los querellantes solicitaron la pena máxima, 50 años, para los sacerdotes y el ex trabajador imputados, la defensa oficial solicitó la "nulidad" del debate por considerar que se "violó el derecho a la legítima defensa", al tiempo que reclamó la "absolución" de los acusados.
En esta instancia se dieron explicaciones acerca de las pruebas en contra de los tres imputados y las "complicidades" dentro del instituto cuando los chicos asistían como pupilos. Así, se confirmaron los requerimientos de penas del que, en la sumatoria de los querellantes, se estableció en 50 años para Corradi y Corbacho; y 30 años para Gómez. Todos están acusados por abusar a más de una veintena de menores, por lo que hay una decena de personas imputadas. Este juicio es el primero de la megacausa, por lo que se espera que en los próximos meses se desarrollen los debates contra los demás acusados, entre ellos religiosas y personal directivo del colegio católico, que fue clausurado y transformado en la
Así, finalmente Corbacho fue acusado por 16 casos de abusos sexuales y corrupción agravados, mientras que Corradi lo fue por cinco de abusos simples y corrupción agravados. En tanto, Gómez, por cuatro de abusos. Resta ahora conocer lo que disponga el tribunal, integrado por los jueces Carlos Díaz, Mauricio Juan y Aníbal Crivelli, quienes tomaron el pedido de la querella de fallar antes del 26 de noviembre cuando se cumplen los tres años de la primera denuncia, y por ende, los plazos de las prisiones preventivas contra los imputados.
En los alegatos, los fiscales Alejandro Iturbide -jefe de Delitos Sexuales- y Gustavo Stroppiana, a cargo de la Instrucción reclamaron 45 años de cárcel para los sacerdotes y 22 años para el exjardinero, por un total de 25 hechos, de los 28 iniciales. Para Corbacho aseguran haber comprobado la materialidad en 16 casos, para Corradi en un hecho por corrupción de menores y para Gómez en dos casos, por abuso simple y corrupción de menores. Luego, fue el turno de los abogados querellantes, representantes de la ONG Xumek, Sergio Salinas y Lucas Lecour , quienes pidieron la pena máxima de 50 años para Corbacho y 15 para Corradi (por comprobar solo un delito) y Gómez. En cuanto a la postura de los otros querellantes, Oscar Barrera y Leandro Lanci, que representan a cuatro de las 11 víctimas, también solicitaron la pena máxima de 50 años para los sacerdotes y de 30 años para el empleado de la institución.
Por su parte, la defensora oficial, Alicia Arlotta, reclamó la nulidad de lo actuado durante el proceso, porque se "violó el derecho a la legítima defensa", sobre todo por la aceptación que se hizo de pruebas y testimonios que no son "precisos" en cuanto tiempo, modo y lugar. Asimismo, finalizó su alegato exigiendo la "absolución" de sus defendidos.
Durante el desarrollo del debate quedaron en evidencia las condiciones de salud de los imputados, por padecer también problemas auditivos, lo que puso de relieve las complejidades y artilugios defensivos para dilatar el proceso, aunque finalmente se logró avanzar mediante la instalación en la sala de un software que permite leer lo que se dice de manera oral. Asimismo, hubo demoras al pedir nuevas pericias psicológicas a uno de los acusados, que finalmente dejaron en claro que debía seguir en el banquillo. De igual modo, la reproducción de las filmaciones de las cámaras Gesell también llevaron su tiempo, ya que se trató de grabaciones que duraron varias horas. Fueron más de 30 los testimonios recabados bajo esta metodología, sin contar los que se realizan en vivo, a pedido del tribunal o a voluntad de las víctimas.
La contundencia de los relatos y los detalles puestos sobre la mesa del tribunal comprometen seriamente a los imputados. Los duros testimonios de varones y mujeres van desde insinuaciones, obligación de ver material pornográfico, tocamientos, violaciones y ataques en manada hasta encubrimientos y malos tratos durante años, que en algunos casos derivaron en expulsiones de la institución. Así, se registró desde el caso de un chico de 17 años que contó que fue obligado a practicarle sexo oral a uno de los acusados, pasando por otro joven que aseguró que a los cinco años fue violado por el cura Corbacho o por el caso de una niña que usaba un pañal para detenerle el sangrado tras ser vejada, hasta la revelación de un hecho de acceso carnal cometido por Corradi, además de abusos grupales de religiosos y empleados contra los pupilos. También, se acusa a la monja Kumiko Kosaka de "entregadora" y por tocamientos.
El esperado juicio, por ser de instancia privada ya que se trata de delitos de abuso sexual, se realizó a puertas cerradas, y contó con la participación de Intérpretes de Lenguas de Señas Argentinas, quienes estarán presentes durante la sentencia, al tiempo que se difundirá por internet la decisión del tribunal, a traves de la página web de la Justicia provincial.
El caso de los abusos en el Próvolo no sólo se limita a Mendoza, donde hay 14 acusados en tres causas, sino que hay un debate en puerta en la sede de La Plata en Buenos Aires, además de denuncias por hechos cometidos en Verona, Italia, donde nació la institución.
En Mendoza, además de los tres acusados que están en el banquillo -menos el exmonaguillo Jorge Bordón, que se declaró culpable en un debate abreviado, y un exadministrativo, que fue declarado inimputable-, habrá dos nuevos juicios, que se espera que se realicen antes de la mitad del 2020. En esos procesos, deberán responder las monjas Kosaka Kumiko y Asunción Martínez, y demás personal directivo y administrativo. La "jefa" del instituto, Graciela Pascual, aguardará el juicio en libertad, tras una polémica decisión que tomó un tribunal local.
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